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Conversatorios sobre Autismo en el Programa de Licenciatura en Educación Infantil

Mar 7, 2018 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

“Interesarse en el autismo es ya una forma de ayudar”, “no hay nadie que haya conocido a un autista y que haya trabajado con él que hoy en día no se considere una mejor persona” son algunos de los mensajes que el pasado 27 y 28 de febrero expertos de la RedParaCrecer (https://www.redparacrecer.org) nos compartieron en dos conversatorios realizados con estudiantes y docentes del Programa de Licenciatura en Educación Infantil. Esta red sin ánimo de lucro, que sin tener sede física alguna, está presente en más dieciséis países de  Iberoamérica y cuenta con más de veinte mil participantes, se autodefine como una organización de personas sensibilizadas por el autismo que buscan mejorar la calidad de vida de quienes están dentro del espectro autista, particularmente los niños y sus familias, todo a partir de un trabajo netamente voluntario.

El primer conversatorio se tituló “Diversidad en el lenguaje del niño dentro del espectro autista” el cual estuvo orientado a los estudiantes de tercer semestre de la licenciatura quienes están desarrollando su práctica pedagógica “Niño y Lenguaje”. En atención a ello los expertos José Silva y Martha Olivera,  centraron la charla en torno a cómo se manifiesta el espectro autista en la comunicación y el lenguaje. Para ello iniciaron haciendo precisión sobre cómo ahora, gracias a los diferentes estudios que se han realizado, ya no podemos hablar de autismo como una condición particular, sino como espectro multidimensional por la amplitud de sus características.

En cuanto a las funciones comunicativas que se ven alteradas dentro del espectro autista los expertos explicaron los diferentes niveles que se presentan: nivel 1 ausencia de la comunicación; nivel 2 conducta instrumental con las personas; nivel 3 conductas comunicativas solo para pedir lo que necesitan o quieren; nivel 4 existencia de una intención comunicativa pero  poco recíproca y empática. Si bien como docentes no tenemos la facultad para diagnosticar el autismo, sí somos una pieza clave en su detección por ello en cuanto al lenguaje se trata debemos prestar atención a situaciones como: mutismo total o selectivo, ecolalias (repeticiones), lenguaje oracional o solo de palabras sueltas, ausencia de discurso, conversación limitada,  tendencia a ignorar lo que se le pregunta y  lenguaje literal, entre otros.

El segundo conversatorio orientado a los estudiantes de quinto y sexto semestre que están realizando sus prácticas pedagógicas de “Escuela Maternal” y “Habilidades Docentes” se denominó “Autismos en las aulas: detección y esencias para las buenas habilidades educativas” y también estuvo a cargo de los expertos José Silva y Martha Olivera. Este taller se enfocó en una necesidad sentida relacionada con cómo cada vez con más frecuencia llegan a las aulas estudiantes con diferentes niveles de autismo que no son identificados lo cual  afectando su desarrollo, pues en la medida que más temprano se detecte mejor será su tratamiento y resultados.

Como bien se dijo secciones atrás, los docentes no estamos en condición de emitir diagnósticos sobre si un niño tiene un Trastorno del Espectro Autista (TEA), pero sí es nuestra responsabilidad ser excelentes  observadores de nuestros estudiantes  para identificar ciertas alertas en las conductas, la comunicación y la socialización, que podrían tempranamente su identificación. Dentro de dichas alertas los expertos señalaron: dificultad para relacionarse con otros, ausencia de contacto visual, ausencia de sonrisa social, no responder al nombre, apegos permanentes a ciertos objetos, hiper o hiposensibilidad, resistencia a los cambios, llanto o tristeza sin causa aparente, aislamiento, pasividad, conductas repetitivas, autoagresión, entre otros.

Es preciso aclarar que ninguna de estas alertas nos debe llevar a conclusiones precipitadas, es necesario observar, llevar un registro y solicitar apoyo especializado. Además tener siempre presente que un niño autista en nuestra aula no es un problema, es un niño que debemos guiar, acompañar y apoyar, y para ello es indispensable identificar sus gustos e intereses para que nuestro trabajo se sintonice con lo que él o ella quieren, puesto que en nuestras manos tenemos una gran responsabilidad en que la historia de los niños sea diferente.

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