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Convivencia y participación, los retos de la cultura

Dic 15, 2005 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

Por María Astrid Toscano*
mtoscano2@unab.edu.co
El 2006 será un año de grandes desafíos para la ciudad. El sector cultural deberá enfrentar y acompañar varios proyectos que por su magnitud e impacto atemorizan a varios gestores de un gremio que, según ellos, se ha caracterizado en los últimos años por su desarticulación.

Uno de los programas más importantes para la ciudad es la aplicación de un plan de convivencia ciudadana orientado a aliviar los inconvenientes que vendrán con la implementación del Metrolínea. Esta tarea será la principal preocupación del Instituto Municipal de Cultura (IMC). “En la ciudad viviremos la cultura ciudadana con el desarrollo de la estrategia que acompañará la aplicación del transporte masivo”, comenta Yina Tatiana Gómez, directora del IMC.

El segundo gran desafío es disminuir la dependencia económica de las instituciones culturales con el gobierno. Durante 2006 habrá un período de campañas electorales y elecciones que, según Sandra Barrera, gerente de la Corporación Festival de Cuenteros y directora general del Festival Iberoamericano de Cuenteros Abrapalabra, “afecta muchísimo a los gestores pues somos un sector vulnerable y estamos apoyándonos en la financiación del Estado. Queramos aceptarlo o no, siempre en estas épocas hay muchos intereses políticos que intervienen en la asignación de recursos o en la posibilidad de participar en los proyectos”.

Como solución al reto anterior, pero también como meta, las entidades culturales buscan involucrar a la empresa privada en el desarrollo de políticas y programas para el fomento de la cultura y convivencia: “Debemos hacer que los empresarios se conciencien de la responsabilidad que todos tenemos con nuestra ciudad y con los mismos ciudadanos”, expresa Barrera.

Lucila González, directora del Museo de Arte Moderno de Bucaramanga (Mamb), cree que “durante el 2005 se notó un leve incremento en la disposición de recursos de las empresas para las áreas educativa y cultural. En 2006 el apoyo del sector privado debe seguir en aumento. No podemos dejar que decaigan las buenas intenciones”.

Todas estas metas no podrán alcanzarse si el sector cultural se mantiene desarticulado como en los últimos años. “Durante este período, como en el 2004, no hemos avanzado ni construido un plan, una propuesta colectiva ni una visión a futuro de manera integral entre nosotros ni con otros actores de desarrollo. El impulso que tuvimos en los 90 ha decaído. Si el 2006 nos trae retos de participación política y ciudadana y nos encuentra desorganizados, no vamos a tener grandes fortalezas para el sector, en ese sentido”, opina Elizabeth Patiño, directora del Área Cultural del Banco de la República.

En medio de este panorama aparecen las universidades que, como piensa Elbert Sotomontes, director de cultura de la Universidad Santo Tomás, “son las que han jalonado los procesos y están liderando el movimiento cultural local”. Luis Álvaro Mejía, coordinador de la Dirección Cultural de la Universidad Industrial de Santander (UIS) manifesta que “el reforzamiento de una propuesta con el interés de ampliar y mejorar la presencia cultural y social de las universidades en el contexto nacional y regional permitirá consolidar un proyecto que desarrolle el sentido de pertenencia y la construcción de una sociedad más justa, equitativa y pacífica”

Además, todo el sector seguirá con la tarea de mantener las actividades que han abierto espacios de cultura y convivencia entre los bumangueses como el Festival Iberoamericano de Cuenteros Abrapalabra, el Festival Internacional de Piano liderada por la UIS, la Feria del Libro de Bucaramanga que organiza la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB), el Festival de Teatro, el Eurocine, el Festivalito Ruitoqueño y las demás exposiciones, conciertos y encuentros.

*Periodista de 15. Estudiante de la Facultad de Comunicación social de la UNAB

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