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Docente UNAB recibió premio nacional por tesis sobre Chagas

Sep 10, 2014 | Institucional

Diez años ha dedicado el médico internista Juan Carlos Villar Centeno, a investigar todo lo concerniente a la enfermedad de Chagas, un mal que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) afecta en Latinoamérica entre 16 y 18 millones de personas, 100 millones están en riesgo de contraerla y anualmente mata a 50.000 personas.

Si bien las cifras son alarmantes, esta enfermedad no tiene una cura definitiva. El parásito que la produce (trypanosoma cruzi) puede llegar al cuerpo humano por la picadura de un insecto conocido como “pito” o por transfusión de sangre contaminada.

La ignorancia que había hace diez años sobre la enfermedad fue lo que movió al docente de la Facultad de Ciencias de la Salud y director del Grupo de Cardiología  Preventiva de la UNAB a investigarla. Fruto de ese trabajo fue la tesis elaborada en 2007 “Retos en la identificación de la miocardiopatía crónica chagásica subclínica en una población urbana colombiana”, con la cual obtuvo el título de doctorado en Metodología de la Investigación de la Universidad McMaster de Canadá.

En octubre pasado, durante el XIV Congreso Colombiano de Parasitología y Medicina Tropical, efectuado en Medellín, la tesis recibió el premio “Ángela Restrepo” al mejor trabajo de grado en el área de Medicina tropical, producida en Colombia en los últimos dos años.

“Hace diez años el estado de conocimiento de la enfermedad de Chagas no permitía que fuese seguro diseñar estudios para evaluar tratamientos. Antes de poder evaluar un tratamiento se requiere saber qué personas están en alto riesgo; cómo identificarlas de manera válida y si un periodo de cuatro o cinco años de estudio permitía detectar cambios; eso se trató en tres de los cuatro estudios que compila la tesis, el cuarto determina una escala de riesgo para identificar pacientes y para aplicar en consultorio”, explicó Villar Centeno.

Dijo que los estudios fueron hechos en un grupo de donantes de sangre, unos con pruebas positivas para el trypanosoma cruzi y otros con pruebas negativas. “Queríamos establecer si la forma convencional en que se hace la clasificación de los infectados era una forma consistente a través del tiempo, ya que sólo el 30% desarrolla la enfermedad al cabo de 30 ó 40 años”.

El médico sintetizó el eje de su tesis, diciendo que fue un proceso de sistematización de lo que se conoce sobre las regiones en las cuales hay vectores de transmisión (“pitos”), el tipo de vivienda que está relacionada con ellos y los años de permanencia en una región donde hay esos insectos. “Todo eso se sistematizó para tratar de tomar un pequeño cuestionario y validar eso en una escala de puntos de riesgo para que las autoridades de salud pública tomen medidas a la hora de decidir a quiénes hacer pruebas para diagnosticar la infección”.

Mayor Información: (57 7) 6436111 – 421

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