Por Camilo E. Silvera Rueda
Con miras a formar profesionales con
capacidad de innovación, con potencial
de generar bienes y servicios de
una forma creativa, metódica, ética,
responsable y efectiva para la sociedad,
30 docentes de las cinco Escuelas
y de diversos campos del conocimiento
de la Universidad se prepararán desde
el martes 23 de mayo, en el Servicio
Nacional de Aprendizaje (Sena), en
cultura emprendedora. Ellos, desde el
próximo semestre, serán los facultados
para multiplicar y fomentar el espíritu
emprendedor entre todo el estudiantado.
Pero, ¿Qué es el emprendimiento? Según
la Ley 1014, proclamada por el Congreso
de la República el 26 de enero de
2006, y por medio de la cual se fomenta
la cultura del emprendimiento en el país,
“es una forma de pensar, razonar y actuar
centrada en las oportunidades, planteada
con visión global y llevada a cabo mediante
un liderazgo equilibrado y la gestión
de un riesgo calculado, su resultado
es la creación de valor que beneficia a la
empresa, la economía y la sociedad”.
De acuerdo con Carlos Quintero Duque,
quien hasta la semana pasada fue el
coordinador del Programa de Emprendimiento
de la Universidad, “en la Institución
el impacto del emprendimiento
sobre el estudiantado ha tenido el mismo
comportamiento que en el resto de
las universidades del país, las estadísticas
demuestran que sólo uno de cada
diez estudiantes convocados para participar
en programas de emprendimiento
responde al llamado.
Y básicamente no
responden porque es una cuestión de
cultura”, afirma Quintero.
Durante la
fase inicial de propuesta del Programa
se ha sensibilizado, por medio de charlas
informativas, a 600 estudiantes.
Pero el arrojo de la Universidad por
hacer del emprendimiento el diario vivir
de sus estudiantes no para ahí.
El
jueves 18 de mayo la UNAB, la Universidad
Industrial de Santander, la
Universidad Pontificia Bolivariana, la
Universitaria de Investigación y Desarrollo,
la Santo Tomas de Aquino, en
compañía de la Cámara de Comercio
de Bucaramanga, conformaron la Red
del Oriente Colombiano para el Emprendimiento.
Lo anterior como resultado de lo reglamentado
en la Ley 1014, norma que
también propende a estrechar los lazos
entre la academia y el sector empresarial
con el fin de que las posibilidades
de vinculación de los emprendedores
sea un proceso más factible.