Seleccionar página

El Mofín mágico de Paulina

Feb 24, 2011 | Institucional

Autor: María Andrea Puyana  Díaz. 5ºB
Había una vez una niña llamada Paulina. Ella tenía unos padrinos mágicos que concedían deseos bajo reglas. Paulina no le podía decir a nadie que contaba con ellos, o si no los padrinos ya no estarían con ella y se irían al mundo de las criaturas mágicas.

 

Paulina guardó tanto tiempo el secreto, que los padrinos le hicieron una fiesta sorpresa. Allí invitaron a los demás padrinos mágicos del mundo. Le regalaron muchas cosas entre esas un mofín mágico que cumplía deseos a cualquier persona, incluyendo a los adultos.

Un día, Paulina salió con su mofín y tropezó. Su mofín se cayó y lo cogió  otro niño, quien lo mordió. No le gustó el sabor, pero aún así, pudo pedir el deseo que quería. Aunque no lo crean, era tan horrible el sabor que tenía que decidió  pedir un enjuague bucal  y se le cumplió.

Días después, Paulina llevó su mofín al colegio. Todo iba bien hasta que en el restaurante se le cayó y vaya sorpresa que en esta ocasión lo cogió la mascota que era un mono. Él lo mordió  y pidió el deseo de que quienes mandaran el mundo fueran los de su especie y no los humanos, pues ellos siempre los maltrataban y los utilizaban para experimentos y otras cosas feas.  Fue así que se le cumplió el deseo y ellos hicieron lo mismo que nosotros hacemos con ellos.

Paulina logró comprender lo equivocados que estábamos y con su astucia, desde su jaula, logró recuperar el mofín y pedir que todo volviera a ser normal, pero que los hombres y las mujeres respetaran a los animales.

El mofín emprendió un vuelo grande y ahora no se sabe en qué manos está.

Ir al contenido