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El negocio del siglo

Dic 1, 2006 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

Texto y fotos Pastor Virviescas Gómez
¿Prefiere gastar seis horas de Bucaramanga a Cúcuta (diez si va en camión) o apenas dos horas y media? a) Sí   b) No
¿Le gusta viajar con el temor de encontrarse a una tractomula de frente o prefiere dos carriles de ida y dos de vuelta? a) Sí   b) No

Como sus dos respuestas fueron afirmativas, entonces usted estará de acuerdo con quienes piensan que el que se viene es el negocio del siglo no sólo para los santandereanos (incluidos los de Norte), sino para la pretendida integración con Venezuela -el principal socio comercial de Colombia después de Estados Unidos- y la salida al Pacífico.

Las imágenes que presenta este reportaje gráfico corresponden a un recorrido realizado el 25 de noviembre por la trocha de 210 kilómetros que “incomunica” a las dos capitales. Pero esta será una pesadilla del pasado si algún día se hace realidad la reciente decisión del Gobierno nacional.

Según el ministro del Transporte, Andrés Uriel Gallego, y el alcalde Bucaramanga, Honorio Galvis Aguilar, ya fue descartada la construcción de una carretera por el Alto del Escorial (que tendría un costo de 2 billones de pesos para los 173 kilómetros de recorrido) y la variable por Sevilla (Piedecuesta), que ahorraría 50 kilómetros a los vehículos de carga que de otra manera deben tomar el anillo vial por Chimitá-Café Madrid y luego salir por la Avenida Quebrada Seca a Morrorico.

Según el anuncio, la solución por la que se optó es la rectificación del actual trazado por Berlín y Pamplona, recortándole 20 kilómetros de curvas. Y no sólo eso: se ampliaría a dos carriles de subida y dos de bajada con separador. En resumen una obra de ingeniería que dejaría pasmados a los incrédulos habitantes de La Corcova que hoy ven como dobla con dificultad un camión mientras el otro debe detener la marchar.

Esta vía rectificada, de la que aún no hay estudios, quedaría de 190 kilómetros y la inversión sería de “apenas” 800.000 millones de pesos. Los recursos provendrían de la venta de la Electrificadora de Santander y de Ecogas y sería construida por el sistema de concesión. Las obras empezarían, según el alcalde Galvis Aguilar, “no antes del segundo semestre de 2008”, “durante un periodo “de cinco a seis años”.

Galvis Aguilar insiste en que “hay que cogerle la flota al Gobierno” y como argumento dice que hasta él, que era un promotor de la vía por El Escorial, reconoce que esta es la mejor alternativa, porque además “no debemos temerle a las grandes obras”.

Tan grande, que nadie pone en duda que con todo ese dinero y voluntad política se pueda construir, porque para eso están los ingenieros, pero ¿a qué costo? ¿y dejará de invertirse en otras prioridades?

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