Pero la industria de la tecnología digital, tiene desechos tóxicos de su propiedad. Los teléfonos celulares y los computadores contienen metales peligrosos como el plomo, el cadmio, y el mercurio, los cuales pueden contaminar el aire y el agua cuando ellos son desechados. Esto se llama desechos electrónicos o e-basura y el mundo produce una gran cantidad de ellos: 20 a 50 millones de toneladas al año, de acuerdo a las NU – suficiente para cargar un tren cuya extensión podría darle la vuelta al mundo.
Los Estados Unidos es de lejos el mayor productor de e-basura, pero mucho de eso termina en otra parte – específicamente en naciones en desarrollo como China, India y Nigeria – a los cuales los países ricos han estado enviando basura por años. Allí los pobres, frecuentemente incluyendo niños desmantelan los teléfonos celulares y los computadores en busca de los metales valiosos y tóxicos contenidos en su interior. En las ciudades en el sur de China como Guiyu, ellos trabajan con muy poca protección fundiendo los componentes y respirando vapores tóxicos. Lo que no puede ser reciclado simplemente es desechado, convirtiendo los ya contaminados ríos en barriales tóxicos. Todo se hace con la esperanza de ganar unos pocos dólares con los detritos de la economía digital limpia.
La convención de Basel sobre el control movimientos transfronterizos de desechos peligrosos y su manejo final fue establecida por las NU en 1989 para controlar la basura peligrosa que fluye de países ricos a países pobres. La convención permite a los países prohibir en forma unilateral la importación de desechos y requiere que los exportadores obtengan el consenso de los países destino antes de exportar basura. Pero los Estados Unidos una fuente principal de e-basura y de otros desechos tóxicos, nunca firmo el tratado, dejándolo débil, y algunas naciones destino – principalmente – China – calladamente permite que el botadero continué, a causa del dinero que este trae consigo.
Una solución es promover programas de reciclaje para PCs y Teléfonos viejos, tal como ha hecho Dell recientemente o tratar de reducir la cantidad de metales tóxicos en sus productos tal como ha hecho Apple.
Lo que es cierto, es que si no se actúa la e-basura seguirá acumulándose a medida que compramos mas dispositivos electrónicos y la vida útil de esos productos cada vez es mas corta. Si nosotros viéramos los botaderos de Guiyu, volveríamos a reconsiderar la compra de ese nuevo iPhone.
Solo porque no vemos la mugre no significa que esta no exista.
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Fragmento tomado de "Your Laptop's Dirty Little Secret" por BRYAN WALSH – TIME
Traducido por: Juan Carlos Martinez Quintero
