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En la UNAB sí hay Autoevaluación

Feb 21, 2012 | Institucional

Por Ricardo Jaramillo P.
Los tres pares académicos que efectuaron la visita simulada de verificación de condiciones de calidad durante los días 15, 16 y 17 de febrero coincidieron al afirmar que la UNAB está comprometida con la Autoevaluación y el mejoramiento continuo.

Así lo manifestaron Alberto Roa Varelo, vicerrector académico de la Universidad del Norte (Barranquilla); Virgilio Niño Cruz, de la Universidad Nacional de Colombia (Bogotá), ex integrante del Consejo Nacional de Acreditación (CNA), y Emilio Alvarado Badillo, ex rector del Tecnológico de Monterrey (México), quienes fueron los protagonistas del ejercicio académico que adelantó la UNAB como preparación ante lo que sería una ‘visita real’ de delegados del CNA.

Cabe anotar que estas actividades se efectúan pues desde hace más de dos años la Universidad inició un proceso de Autoevaluación cuyo fin es obtener la Acreditación Institucional de Alta Calidad.

En junio de 2011 la UNAB radicó ante el CNA el “Informe de apreciación de condiciones iniciales con fines de Acreditación Institucional” en el que da cuenta del cumplimiento de los requisitos que exige ese organismo para iniciar el proceso; la visita de verificación de esas condiciones se efectuó el 19 de septiembre por parte de Pedro Antonio Prieto Pulido, coordinador del CNA. El siguiente paso en el desarrollo del proceso era la visita simulada de pares académicos, efectuada durante los tres días mencionados.

Los académicos se reunieron con los representantes de los cuatro públicos específicos o actores principales de la Autoevaluación: docentes, egresados, profesores y personal administrativo, además de hablar con empresarios de la región y lógicamente con los directivos de la Institución. Al finalizar las jornadas, el viernes 17 de febrero, presentaron sus impresiones en un informe verbal ante Alberto Montoya Puyana, rector de la Universidad; Eulalia García Beltrán, vicerrectora Académica; Gilberto Ramírez Valbuena, vicerrector Administrativo y Financiero; María Victoria Puyana Silva, secretaria General; Martha Yolanda Dietes Luna, directora de Planeación y Evaluación; Víctor Manuel Sarmiento Gómez, director de Currículo; Miguel Ángel Hernández Rey, director de Investigaciones, y Luz Emilia Jiménez, directora de Educación Continua, Consultoría y Extensión Cultural.

Vivir la UNAB dialogó con los pares acerca de los aspectos que debe tener en cuenta cualquier institución de educación superior sobre la Acreditación de Alta Calidad.

En Colombia la Autoevaluación con miras a obtener la Acreditación Institucional es voluntaria, ¿por qué una universidad debe emprender esos procesos?

Alberto Roa Valero: La sociedad le ha conferido a las universidades una cosa importante: la autonomía; desarrollan su labor de producción de conocimiento en un marco de mucha autonomía y eso está consagrado en la Constitución y en la Ley, pero la autonomía tiene que ir acompañada de algo llamado “Rendición de cuentas”, como quien dice, la autonomía no es gratis; la educación es tan importante para la sociedad que las instituciones que proveen ese servicio tienen que rendir cuentas sobre la calidad del mismo para que sus usuarios tengan información suficiente sobre cuál es la calidad de ese servicio en las instituciones. En la medida en que la educación es más un es más un factor de desarrollo, es más importante para el desarrollo de las personas, de las empresas y de la competitividad de las regiones y del país, pues más importante es que la sociedad tenga información sobre los niveles de calidad que se dan en estas instituciones. Por eso es importante que las instituciones que son responsables, que se autorregulan, participen en estos procesos de Acreditación.


Se entrevistaron con los cuatro públicos específicos del proceso: estudiantes, egresados, docentes y personal administrativo. ¿Cuáles son las principales inquietudes que les plantearon?

Emilio Alvarado Badillo: Una de las cosas que me deja un sabor agradable es la identificación para y con la Universidad; en todos los públicos hay un alto grado de identidad para con la institución, es un compromiso, sus participaciones han sido muy maduras, los públicos han sido respetuosos.


¿En esta visita simulada son más estrictos ustedes que lo que serán los pares definitivos?

Virgilio Niño Cruz: Uno tiene una libertad y es que puede indagar sin ninguna presión u ocultamiento; por el contrario, mientras uno logre llegar más adentro, lo que uno le diga a la Universidad va a ser más útil para ella. Uno puede ser muy estricto, pero a la vez llevar una visita muy relajada.

E.A.B.: En algunos momentos de la visita los tres les hemos dicho a los representantes de la Universidad cómo sería la participación de un par en la visita real, frente a determinados aspectos.


Ahora que la reforma a la educación superior se cayó y que las universidades preparan una nueva propuesta, ¿en qué lugar quedará la Acreditación institucional?, ¿será algo más de apariencia o sí beneficiará a las universidades?

A.R.V.: En el proyecto que se cayó había un reconocimiento a la importancia de la Acreditación y había un intento de fortalecimiento; creo que hay que darle más estímulos a la Acreditación Institucional y trabajar más en ella que en la de programas para que realmente marque una mayor diferencia entre los que asumen ese compromiso y los que no; pero en general considero que tanto en la comunidad académica como en el Gobierno hay una conciencia común de que el Sistema Nacional de Acreditación es un logro importante que no se puede perder; en ese sentido no veo tanto riesgo de que una reforma vaya a dejar de reconocer este recorrido que ha sido tan importante.

E.A.B.: Será una forma de protección para las universidades aquí en Colombia, de blindarse a los capitales extranjeros.

V.N.C.: De hecho en la propuesta que se cayó, el Sistema Nacional de Acreditación fue defendido por todos los actores; no necesariamente todo el Sistema de Aseguramiento de la Calidad, porque hay críticas sobre partes específicas de ese sistema, puntualmente en algo que el Consejo Nacional de Acreditación estuvo peleando durante un tiempo y era que el acto mismo de Acreditación, en la propuesta que se cayó, lo daba el CNA, eso tenía la ventaja de que si bien el CNA hasta ahora en la realidad ha evaluado instituciones y programas externos, no ha sido posible que Colombia acredite, porque el que lo hace es el Ministerio (de Educación), pero si el Consejo lo puede hacer, acredita, lo que quiere decir que se valorizaba más la Acreditación en Colombia; seguramente eso va a ser más fuerte ahora porque se está creando un sistema de internacionalización de la Acreditación con el hecho real de que entidades que acreditan por país o regionalmente se reconocen entre sí, lo que quiere decir que sus actos son reconocidos por varios y en eso justamente está en este momento el Consejo, precisamente a principios de este mes vinieron al país pares de varias agencias al proceso de evaluación y Acreditación del mismo CNA.

Si ese punto permanece en la propuesta, el impacto de la Acreditación interna en Colombia va a ser mucho más grande, porque las instituciones que voluntariamente se sometan a ella, al instante van a tener una relevancia por fuera.


Cuando una universidad logra su acreditación institucional no debe dormirse en los laureles sino seguir trabajando en el ¿mejoramiento continuo¿. ¿Qué debe hacer la institución para que esa práctica sea inherente a su comunidad y no se quede en la certificación enmarcada en la pared?

E.A.B.: Seguir trabajando igual. Así como hubo convocatorias para nuestra visita, las hubo también para los grupos focales, las encuestas, entrevistas, etc.; al lograr la certificación debe haber más acciones para cada uno de los públicos y se tiene que informar todo lo que se haga, reportar los avances, celebrar los cumplimientos; es algo más de cultura, por eso se llama ¿mejoramiento continuo¿: hoy mejor que ayer y mañana mejor que hoy.

V.N.C.: Estoy de acuerdo con que el problema es cultural. Si bien uno se evalúa constantemente, cuando le dicen `evalúese para tal fin¿ uno como que se aparta; por ejemplo, usted está evaluando lo que yo estoy respondiendo, está emitiendo un juicio; la evaluación debe ser algo normal. Cuando uno lleva estos procesos debe actuar también así y ahí se incluye un término que es fundamental como parte de la autonomía: la capacidad de autorregularse que conlleva justamente al mejoramiento continuo. También hay un punto esencial que todavía no es claro en Colombia por falta de esa cultura: el control social que hacen las instituciones y que debería ser normal; por ejemplo, si se cae un puente quién sabe dónde estudiaron ingeniería los que lo construyeron; es decir, ese control social debe avanzar y la Acreditación es parte de él.

A.R.V.: Las instituciones que asumen esa cultura deben involucrar los resultados de la Autoevaluación en sus procesos de planeación y presupuesto, todo hace parte de un proceso integrado; si esos temas estuvieran desligados, la institución corre el riesgo de perder importancia y de quedar ahí, pero si se integran a los procesos de gestión institucional eso es lo que se llama una institución que se autorregula y que adquiere esa cultura, entonces ahí se vuelve la Acreditación realmente un proceso continuo de mejoramiento.


En términos generales, ¿cómo está la UNAB?

A.R.V.: No sería bueno entrar en detalles sobre el trabajo que estamos haciendo, pero hay dos detalles que uno como académico ve y que aquí los constata: el primero, que la UNAB es una institución líder en esta región, que tiene unas grandes fortalezas, pero que también tiene grandes retos en sus planteamientos estratégicos y que desde fuera uno debe reconocer la importancia de ellos y el nivel de liderazgo que ha logrado; el segundo, es que esta Universidad sí se autoevalúa, aquí hay discusión académica sobre la calidad, no nos han ocultado nada, todo el tiempo se están revisando los procesos y todos los actores le hablan a uno libremente sobre esas cosas, esos son aspectos para resaltar.

E.A.B.: No se está improvisando en la Autoevaluación. La Acreditación será una consecuencia del actuar y de las conductas cotidianas de todos los actores. Conozco a la UNAB desde hace mucho tiempo y puedo decir que hay cosas que me impresionaron ahora al revisar el documento; sigue a la vanguardia en algunos aspectos, su organización es cada vez más compleja y eso genera retos muy fuertes.

V.N.C.: Terciar frente a esta pregunta es complejo, porque como esto va a quedar escrito de pronto en el futuro puede haber actores que lo utilicen como una reafirmación de lo que estamos haciendo o decir que nos equivocamos o que se equivocaron los pares de verdad; pero globalmente sí puedo decir que me he llevado sorpresas; una, pensaba que la UNAB era una institución más pequeña, con más debilidades, pero veo que es una universidad fuerte en la región y que está en un proceso de hacerse reconocer en el país, lo cual es interesante, porque dar ese brinco, pasar de lo regional a lo nacional presenta primero un deseo institucional loable y válido, pero a la vez un peligro grande que la Universidad tiene que evaluar: tiene que definir entre sus múltiples acciones cuál va a ser su apuesta a largo plazo, es decir aquello en lo que pueda concentrar totalmente sus recursos y que no va a abandonar bajo ninguna circunstancia que es lo que le dará una impronta duradera en el tiempo y ese debe ser el final de este proceso de Autoevaluación.

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