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Evidente la falta de educación electoral

Mar 12, 2006 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

Por Andrés Valenzuela Parra
Las elecciones fueron la evidencia más clara de que falta mucha educación política y electoral en los habitantes de Girón. La gente salió a participar de la jornada democrática desconociendo la ubicación de sus mesas de votación designadas, la forma de marcar los tarjetones e, incluso, sin saber por quién votar: parecía que lo que importaba fuera simplemente hacerlo.

A las 8:05 de la mañana, y con el timbre del colegio Francisco Serrano Muñoz, porque no hubo himno, se dio inicio a la jornada pero varias personas ya hacían filas desde una hora antes con la intención de averiguar cómo y dónde votar.

“¿Oiga, en dónde me toca votar? Pero yo no registré la cédula”, fue una de las frases más mencionadas por los gironeses, quienes desde tempranas horas se amontonaron frente al puesto de información del parque principal. Tres estudiantes de colegio que colaboraron fueron los encargados de recibir más de 400 cédulas en menos una hora y media. Las personas exigían y pedían a gritos la información de sus mesas de votación.

No importó el calor ni los rayos del sol. Los gironeses votaron, con dudas, pero votaron. Alrededor de 700 personas se acercaron a los dos principales puntos de votación, muchos de ellos sin saber si tenían la cédula registrada en el municipio, desconociendo la ubicación de su mesa y, en algunos casos, dudando sobre qué hacer con los tarjetones. “Todo estuvo bien, la gente votó, el problema es que muchos vinieron sin saber qué hacer. A las mesas llegaron personas sin cédulas registradas y totalmente perdidas”, aseguró Lorena Rodríguez, delegada de la Registraduría del municipio.

A pesar de que hubo asistencia masiva a las urnas electorales se presentaron varias dudas frente al proceso de votación y los jurados, en varios casos, no supieron resolver estas situaciones para no entorpecer el desarrollo de la jornada.

“Al Gobierno le importa más meter un reality en la televisión que un programa donde se muestre cómo votar; parece que educar al pueblo no da plata”, afirmó Reinaldo González, un gironés al que le cambiaron su puesto de votación a última hora.

A medio día las personas se escondieron bajo los árboles del parque central porque el sol era insoportable. Por otro lado, algunos electores se acercaron a los puntos de información para seguir averiguando ubicación de mesas, centros de votación y datos acerca de cómo marcar el tarjetón.

Algunos ancianos que no decidían por quién sufragar eran ‘pescados’ por mujeres vestidas con trajes de partidos políticos que les decía cuál candidato les convenía elegir: “Mi amor ¿Ya votó? Mire, éste le sirve bastante, prométame que va a votar por él ¿sí?”. Ésta fue la táctica que utilizaron para atrapar votantes mientras les hablaban a las personas que aún no elegían por quién votar, les enseñaban fotos, banderas de partidos y números de lista.

La jornada finalizó con la costumbre colombiana de dejar todo para última hora. Faltando 20 minutos para el cierre continuaba llegando gente corriendo y no a las mesas de votación sino a los puntos de información para averiguar el procedimiento para votar. A las 4 de la tarde todo terminó y la gente aún hacía fila para averiguar su mesa designada.

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