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Fanny, más de 37 años al servicio de nuestra Universidad UNAB

Sep 23, 2024 | Gestión Humana

El 2 de marzo de 1987, nuestra Universidad abría las puertas a Fanny Carreño Niño, quien ha demostrado un compromiso inquebrantable y una dedicación ejemplar en su labor, contribuyendo al crecimiento y desarrollo de nuestra comunidad universitaria.

Fanny recuerda con cariño sus inicios como auxiliar de caja en el Instituto Caldas, destaca cómo la UNAB le brindó la oportunidad de ingresar al mundo laboral a pesar de tener poca experiencia. No solo le abrió las puertas profesionalmente, sino que también le permitió culminar su pregrado en Contaduría Pública y obtener dos posgrados: una especialización en Revisoría Fiscal y Auditoría Externa, y otra en Auditoría en Salud. En agradecimiento decidió entregar sus capacidades para fortalecer la Institución, formando parte del equipo que lideró importantes cambios al interior.

Actividad novenas 2023./ Foto Érika Díaz

Revive su llegada como una puerta llena de oportunidades y un largo camino que ha recorrido hoy a sus más de 37 años de servicio. “Anteriormente, todos los procesos contables en el Instituto Caldas y acá en la Universidad eran manuales, me la pasaba todo el día escribiendo y elaborando recibos de caja, era un trabajo duro, las manos terminaban reventadas”, relató Fanny sobre sus inicios y cómo se desarrollaban los procesos.

1988 fue el año del avance, con la sistematización de los procesos contables con programas que permitieron optimizar las tareas de los encargados, Carreño Niño vio en esto una oportunidad de acercarse a la tecnología, “los cambios nunca han sido difíciles para mí, siempre me he adaptado e interesado por los aparatos, por aprender, conocer. Siempre ha estado a mi favor el aprendizaje sobre los avances tecnológicos”, afirmó.

En 1990, pasó del Caldas a la Universidad UNAB. En esa época solo existían cuatro áreas: Contabilidad, Tesorería, Secretaría General y Admisiones. Esto significaba una mayor carga para los colaboradores, ya que la parte administrativa era reducida, “he visto todo el crecimiento de esta universidad, poco a poco se fue reestructurando y permitiendo una expansión no solo física sino de aprendizaje para todos los que hicimos parte de sus primeros pasos”.

Recuerdos de las áreas y compañeros que han pasado por la vida de Fanny. / Foto suministrada
Muchas anécdotas y recuerdos permanecen en el corazón. / Foto suministrada

Tras la implementación de distintas áreas administrativas, Fanny hizo parte de Control de Gestión como auditora académica gracias a una docente que vio su potencial y decidió llevarla a su departamento. En 2009 ingresó a Financiera. “Fueron largas jornadas de adaptación, papeleo, conocer distintos programas y trabajar hasta tarde, sin embargo, las recuerdo con mucho agradecimiento por lo que aprendí”, agregó.

“En 2012 el rector Alberto Montoya nos citó para reubicarnos a todos, en mi caso quedé como jefe de cartera, estaba asustada y sorprendida, pero se hicieron muchas cosas significativas en esa área, fue una nueva experiencia para mí”. Allí Carreño Niño duró nueve años al servicio de cartera para enfrentarse a una pandemia llena de tropiezos y formación constante en su proceso.

Gestión Humana la recibe en 2021, área en la que permanece hasta la actualidad. En junio de este año se pensionó y el 30 de octubre despediremos a un gran ejemplo de nuestra Institución y a una persona que ha crecido junto a ella. Entre lágrimas y nostalgia se despide de su casa. “He pasado casi toda mi vida aquí, ha sido mi único trabajo, es una larga trayectoria de mi vida dedicada a esta organización y me siento orgullosa de haber sido parte de ella”, mencionó.

Fiesta de Fin de año 2018. / Foto John Álvarez

Recuerda cuando el Edificio Armando Puyana Puyana era una cancha junto con el parqueadero, y en su camino por nuestra universidad siente que ha crecido junto a ella, “me llevo muchos recuerdos, son 37 años que se van conmigo, he intentado dejar mis aprendizajes en quienes me rodean, me gusta enseñar y poder compartir lo que sé con quién necesita mi ayuda”. Se va una administrativa, pero más allá una mujer que ha dejado todo en estas oficinas, en cada número estará la huella de Fanny Carreño Niño.

Se va agradecida con cada persona que se cruzó en su camino, cada oportunidad que le brindó la U para poder crecer, por acompañarla en sus momentos difíciles y reconoce que más allá de un espacio laboral, la UNAB siempre será su casa y su familia. “Aprovecharé hasta mi último día aquí para brindar lo mejor”, mencionó faltando más de un mes para su despedida.

Una vida entregada a nuestra universidad. / Foto Erika Díaz

Destacamos a un gran ser humano y una excelente profesional, esperamos que disfrute de su descanso junto a su familia y a sus seres queridos, deseamos éxitos y, sobre todo, agradecemos su paso por nuestra alma máter. Más de 37 años a nuestro lado.

¡Gracias, Fanny!

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