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Gisela Afanador, un legado de pasión y compromiso en la educación

Ago 20, 2024 | Gestión Humana, Profesores, Somos UNAB

Gisela Afanador Díaz es una destacada profesora del Instituto Caldas y actual coordinadora del área de Lengua Castellana, conocida por su profunda vocación y dedicación en el ámbito educativo. Nacida en el Socorro (Santander), su vida y carrera reflejan un compromiso inquebrantable con la enseñanza y el desarrollo de sus estudiantes.

Gisela Afanador en Concurso de Oratoria.

Desde temprana edad, Gisela descubrió su pasión por la educación. Recuerda que, a los 17 años, comenzó a enseñar en la comunidad de madres cafeteras de su municipio, lo que le permitió experimentar por primera vez la satisfacción de contribuir al aprendizaje. “Me di cuenta de que la educación era mi verdadera vocación cuando, en quinto de primaria, me pidieron que cuidara un salón y, sin saberlo, les hice una clase”, afirmó Gisela, recordando ese momento decisivo en su vida.

Tras completar su educación básica en Bucaramanga en la institución educativa INEM Custodio García Rovira, Gisela estudió en la Universidad Industrial de Santander (UIS), donde se graduó en Licenciatura en Idiomas. No solo se ha enfocado en mejorar sus habilidades como docente, sino que también ha buscado constantemente ampliar su conocimiento, realizando una especialización en Desarrollo Intelectual y Educación y una maestría en Lingüística aplicada a la enseñanza del Español como Lengua Extranjera.

Durante su etapa de formación también desarrolló habilidades para los idiomas y aprendió inglés y francés, ya que es una amante de la lectura y quería disfrutar de los textos en sus idiomas originales.

Gisela con estudiante del Instituto Caldas.

A lo largo de su carrera, Gisela ha trabajado en diferentes instituciones, incluyendo la Alianza Francesa, el Instituto de Lengua de la UIS y el colegio New Cambridge. Sin embargo, su mayor contribución ha sido en el Instituto Caldas, donde ha trabajado durante casi 19 años. “Me encanta el tipo de liderazgo y la autonomía que fomentamos en el Instituto Caldas”. Su labor en esta institución no solo ha sido en el aula, sino también en la consolidación del modelo pedagógico y en la formación de los estudiantes como ciudadanos críticos y autónomos.

“Me enamoré de esta institución y de su proyecto por su coherencia, ya que no se queda en palabras, sino que verdaderamente construye y transforma. Este proyecto, ofrece a muchos niños y jóvenes la oportunidad de acceder a una educación sin importar su credo, raza o religión. En mi salón de clases conviven estudiantes con diversas formas de ver la vida, creencias y opiniones políticas, y juntos aprendemos a respetarnos y tolerarnos. Este enfoque fomenta el pensamiento crítico, la creatividad, la autonomía y el respeto, valores que se convierten en realidades tangibles”, recuerda Afanador sobre su llegada a la institución.

Gisela ha sido destacada con varios reconocimientos a lo largo de su carrera, entre ellos a la excelencia como maestra. En 2022, recibió la distinción Reloj Solar, entregado por la Universidad UNAB, que valora su contribución significativa a la educación y su compromiso con la formación integral de los estudiantes. También dirige la revista La Caldera, desde hace 15 años, la cual se ha convertido en un medio importante para la divulgación de temáticas educativas y literarias en su institución.

Otro logro destacado fue la creación del concurso de oratoria, que cumplirá 11 años en este 2024, el cual inició como un semillero en el Instituto Caldas y ahora se desarrolla en el marco de la Feria del Libro de Bucaramanga, Ulibro, y cuenta con la participación de diferentes instituciones educativas de Santander.

Gisela con estudiantes en el Concurso de Oratoria.
Gisela con estudiantes del Instituto Caldas.

Además de su carrera profesional, Gisela valora profundamente a su familia. Es madre de Isabella Cárdenas Afanador, quien también es estudiante en el Instituto Caldas, y considera que la educación es el mejor regalo que puede ofrecerle. Disfruta del cine, especialmente del independiente, y le gusta compartir estos momentos con su hija. También encuentra alegría en actividades simples como las caminatas, disfrutar de una buena comida y el tiempo compartido con su familia.

“Mi vida está llena de pequeños momentos que disfruto al máximo. Cada clase, cada conversación con mis estudiantes y cada instante con mi familia, me recuerdan la belleza de vivir plenamente”, aseguró Afanador Diaz. 

Esta mujer que ha dedicado su vida a la docencia manifiesta que su mayor reconocimiento es en el día a día en el aula de clase, donde aprecia el respeto y la participación de los estudiantes. “Recientemente, he recibido una mayor visibilidad y reconocimiento a través de las redes sociales institucionales, lo cual fue especialmente gratificante al recibir numerosos comentarios positivos sobre mi trabajo. Aprecio estos gestos de admiración y respeto, especialmente en un entorno donde las críticas negativas son comunes”. 

Su dedicación, pasión y amor por la enseñanza han dejado una marca en la vida de muchos estudiantes.

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