Seleccionar página

“Hay que apuntarle a la excelencia para ser los primeros”

Feb 19, 2007 | Institucional

Por Ricardo Jaramillo P.
La hoja de vida de Jorge Antonio Castillo Rugeles está colmada de títulos. Además de ser Doctor en Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional, también es Doctor en Derecho de la Universidad de la Sorbona de París (Francia), magíster en Investigación y docencia universitaria de la Santo Tomás y especialista en Derecho de familia.

Esos estudios le han servido para acumular una basta experiencia profesional. La mayor parte de su vida la ha dedicado a la judicatura, fue juez civil municipal en Bucaramanga, juez laboral, juez civil del circuito, director del Departamento de Derecho Privado de la UNAB, abogado litigante en Derecho de Familia, magistrado de la Sala Civil del Tribunal Superior de Bucaramanga, magistrado de la Corte Suprema de Justicia, presidente de la Corte Suprema, presidente de la Sala de Casación Civil y Agraria de la Corte Suprema de Justicia, docente de las universidades Nacional, Javeriana y Sergio Arboleda, y desde el lunes 5 de febrero decano de la Facultad de Derecho de la UNAB.

Durante su período constitucional de ocho años en la Corte Suprema de Justicia, llegó a su presidencia en el año 2001 y logró lo que según él, es uno de sus mayores éxitos profesionales: hacer que la Corte en pleno sesionara en Bucaramanga, fuera de su recinto tradicional.

El cargo  de decano no es nuevo para él, pues ya lo había ocupado en 1988 y durante casi tres años, cuando el entonces decano, Gabriel Burgos Mantilla asumió la Rectoría de la UNAB.

A sus 62 años, se puede decir que este hombre nació para vivir en medio de códigos, leyes y términos jurídicos, pues todos en su casa –su esposa y sus dos hijos– también son profesionales del Derecho.

¿Cómo se maneja el tema del Derecho en familia? ¿No hablan de fútbol, por ejemplo?
(Risas) Hablamos de muchos temas, de lo que menos hablamos es de Derecho. Sin embargo, a veces cuando se presenta un punto de discusión jurídica, pues la discusión es muy pacífica.

¿Cómo era la Facultad de Derecho en su primer decanato y cómo la encuentra ahora?
Ha pasado mucho tiempo. En ese momento ya era una Facultad moderna, porque si algo positivo le pasó a la Facultad fue la llegada a su decanato de Gabriel Burgos Mantilla quien la hizo entrar en una era de modernización, en donde se crearon los departamentos por áreas: Penal, en manos de Rodolfo Mantilla Jácome; Derecho Público, en manos de Gustavo Galvis Arenas y el departamento de Derecho Privado que yo dirigía. Por supuesto hay que mencionar la labor de los decanos anteriores, la Facultad no ha tenido muchos decanos, el último, Juan Carlos Acuña, estuvo casi 13 años.

Era una Facultad moderna pero pequeña en cuanto al número de estudiantes y de profesores, pero en ese momento estaba sentando las raíces, los fundamentos para ser lo que hoy es: una de las primeras, no solamente en el departamento sino en el Oriente colombiano.

¿Cuáles son los planes que ha trazado para su decanato?
En este momento me estoy empapando de la situación de la Facultad. Realmente nunca me he ido de ella y mientras estuve en la Corte Suprema de Justicia siempre permanecí ligado a esta Facultad, que siempre he llevado en mi corazón.

Al principio ayudé un poco en el pregrado mientras se cuadraban algunas de las cuestiones con mi retiro (de la primera decanatura), posteriormente ya seguí con posgrados y así fue que el 15 de diciembre pasado estaba dictando mis clases de posgrados en una especialización que tenemos en Violencia Intrafamiliar, entonces realmente he estado siempre vinculado con la UNAB.

Ahora he encontrado un magnífico apoyo en el decano saliente, entonces estoy esperando empaparme más para trazar unas políticas y por supuesto todo de la mano de las políticas académicas que las directivas, el Rector y los Vicerrectores han definido que es seguir modernizando e internacionalizando la Universidad y racionalizando la Institución.

Derecho es la Facultad que más programas de especialización tiene en la Universidad. ¿Cuál va a ser su política de trabajo en este aspecto?
Tenemos los dos fundamentos: el pregrado y el posgrado. Ambos son muy importantes para nosotros, el primero porque ahí están todas las raíces y esos posgrados con los que contams son el desarrollo de 30 años de experiencia en donde empezamos con un convenio que teníamos con la Universidad Externado de Colombia y mire cómo son las cosas, yo dirigí los posgrados en esa universidad en los años 80 y ahí fue donde empezamos a ganar experiencia; después la Facultad inicia un período con sus propios posgrados, sus propios recursos, teniendo en cuenta los profesores que se habían preparado para ello y acudiendo por supuesto a convenios con otras universidades, como la de Medellín, Antioquia, Pontificia Bolivariana, que nos han apoyado enormemente.

En este momento contamos con aproximadamente 20 posgrados, algunos ofrecidos directamente por la Institución y otros en convenio con otras universidades. Fui director de posgrados de la Universidad Nacional cuando terminé mi gestión en la Corte Suprema de Justicia, trabajé en la Universidad Javeriana y la idea es incrementarlos más a través de convenios.

Tengo como un verdadero reto ir pensando en la maestría, frente a lo cual aquí se han sentado algunas bases para hacerlo, creo que debe hacerse con énfasis en alguna de las áreas, Derecho Penal, Administrativo, Público, de Familia; ése es un paso importante que tenemos que dar para llegar al doctorado que sería una meta muy importante para nosotros y que creo que ya podemos pensar con fundamento en eso y no verlo como una quimera y esperemos que se de a mediano plazo.

La Universidad Nacional de Colombia me ofreció todo el apoyo para establecer convenios, posiblemente el doctorado se haga encaminado hacia ese convenio, e igualmente cuento con los ofrecimientos de las universidades Javeriana y Sergio Arboleda, con las cuales podríamos trabajar también en convenio.

Una de las directrices del rector Alberto Montoya Puyana es hacer que la Universidad se vuelque a la región. ¿La Facultad de Derecho cómo va a encarar esta política?
No podemos encasillarnos o permanecer en una especie de torre de marfil, sino que tenemos que vivir una realidad y es la realidad que vive la región, el departamento, la ciudad, el Oriente colombiano. Tenemos unas proyecciones a todo el Oriente colombiano y a la costa Atlántica; nosotros realmente especializamos toda la costa, hablo de Valledupar, Barranquilla, Santa Marta, Cartagena.

Usted va a estas ciudades y se encuentra con que todas estas personas especialistas en distintas áreas lo hicieron en Bucaramanga, con muchos esfuerzos. La Universidad tiene que volcarse al medio y eso lo tenemos que hacer de una manera inmediata. Por supuesto que la Universidad y la Facultad no han estado ajenas a estas realidades, pero siguiendo estas directrices de Rectoría vamos a incrementar mucho más para que la región sienta lo que es la UNAB en un momento dado, en tantas necesidades que se presentan en las que la Universidad podría prestar un apoyo muy importante, liderando muchos proyectos a nivel de alcaldía, gobernaciones, etc.

¿Ha pensado que la Facultad se pueda convertir en observatorio o veeduría del acontecer político de la región para garantizar su transparencia?
Sí. Creo que la UNAB por sus mismas condiciones de ser independiente, autónoma, de las características que conocemos, puede desempeñar un papel muy importante a nivel regional; creo que la influencia sobre el Oriente colombiano ha sido decisiva y lo debe seguir siendo y esa es la idea, que estemos siempre inmersos en una realidad y no solamente en lo teórico, que es muy importante, pero que si no tiene un respaldo en la cotidianidad pues vamos a presentar un divorcio entre una cara y la otra.

¿Ha entrado en contacto con los estudiantes? ¿Qué inquietudes le han manifestado?
Llevo aquí tres días (la entrevista se hizo el jueves 8 de febrero) de haber asumido el decanato; la idea es entrar en contacto directamente con los estudiantes, pienso reunirme con ellos, con unas políticas definitivas para presentárselas y oírles sus inquietudes para ver qué debemos asumir para enriquecer más el proyecto que debo elaborar y presentar no solamente en Rectoría, sino igualmente a los alumnos para que lo conozcan y me den su aval.

Si hay tantos abogados en Colombia, ¿para qué estudiar Derecho?
El Derecho es una de aquellas carreras sin las cuales el hombre no puede vivir. Los seres humanos somos gregarios, estamos hechos para vivir en sociedad, no estamos hechos para vivir solos. Cuando hay dos o más personas necesitamos unas reglas para poder asegurar una pacífica convivencia, entonces el Derecho lo encontramos siempre pegado al hombre por sus mismas condiciones y naturaleza.

Sí, hay muchas facultades de Derecho en el país y desgraciadamente muchas de ellas no merecen el calificativo de ‘facultad’. Nosotros estamos persuadidos de que si tendemos a la excelencia vamos a ser los primeros porque frente a esta cantidad de abogados, frente a esta competencia a veces desleal, lo único que puede salvarnos es la excelencia y de ahí que uno de los postulados que vamos a tener frente a este decanato es tender a esa excelencia. Que nuestros abogados sean concientes de esto con una base humanística y jurídica seria y profunda, sobre las cuales podamos construir toda la responsabilidad profesional que debe asistir a una persona que se dedica a estas labores.

¿Cómo tratará el tema de investigación?
Sabemos que una universidad que no investiga, pues es una universidad que está retrocediendo. Una universidad no se puede dedicar a repetir o a transmitir conocimientos, hay que crearlos y eso se hace a través de la investigación.

Contamos con todo el apoyo de los directivos para realizar una investigación seria, concienzuda, y poder ofrecer líneas de investigación importantes para que nuestra Facultad siga creciendo y posicionándose en el medio y a nivel nacional, porque en este momento la Facultad de Derecho de la UNAB es recibida con seriedad, con admiración porque es el fruto de muchos años de trabajo en los que ha habido un equipo cohesionado y estable.

¿El Consultorio Jurídico se va a fortalecer?
El Consultorio Jurídico funciona en una magnífica sede junto al Palacio de Justicia, ahí tenemos un personal idóneo, capacitado y le ofrecemos al estudiante todas las posibilidades para que ellos lleven a la práctica los conocimientos que han recibido a lo largo de su carrera y los pongan al servicio de las personas más necesitadas tal como lo dispone la Ley. Ese Consultorio está fortalecido y la idea es seguir ampliándolo, igual sus seccionales en Piedecuesta y Girón y creo que debe dárseles todo el apoyo para que sigan funcionando.

¿Qué pasará con las publicaciones de la Facultad?
Reflexión Política y Temas Socio-jurídicos se deben mantener y fortalecerse. Hay que incentivar a los profesores para que ellos, que están en un grado de madurez muy importante, empiecen a producir, a publicar y ese va a ser otro empeño que voy a tener, que cada profesor produzca su libro, la Universidad lo edite y podamos tener aquí un sello respetable de obras jurídicas.

¿Cuál es el mensaje que les da a sus estudiantes?
Para ser un buen abogado, pero para ser también un buen profesional en general, es esencial dedicarse a esto con seriedad, estudiar permanentemente, ésa es la reflexión que les dejo a mis estudiantes. Las personas que se dedican a esto con amor, porque ven la necesidad de tener fundamentos serios, ahí es donde van a encontrar el fundamento del éxito. Uno ve a los estudiantes llenos de ilusiones, pero muchas veces piensan que ese camino es fácil o que al obtener el título terminan su labor, pero no, ahí es dónde empieza la verdadera dificultad.

Ir al contenido