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La inseguridad sigue rondando

Jun 20, 2005 | Institucional

Por Ivonne Rodríguez
"Por sus cosas, sólo responde usted. No dé papaya". Ésta es una de las frases que difundió el Departamento de Seguridad y Convivencia durante el primer período del año, tras los hechos de inseguridad que se venían presentando en la Universidad. "El balance de seguridad es el peor de los seis semestres que llevo trabajando en este Departamento", afirma Vladimir Rojas Cepeda, su jefe.

Según el reporte de este Departamento, durante el semestre se encontraron 138 objetos, de los cuales 38 aún la gente no ha reclamado como celulares, libros, cuadernos, billeteras, llaves y gafas. Rojas agrega que también se extraviaron seis bolsos, un VHS y un control remoto, y se produjeron dos asaltos. El jefe explica que las pérdidas se deben al descuido de la gente y que los robos responden "a la negligencia y falta de preparación de la empresa de vigilancia".

Jairo Campos, jefe de Operaciones de la Compañía de Vigilancia y Seguridad Chicamocha Ltda., empresa que actualmente presta sus servicios a la UNAB, asegura que "negligencia no hubo porque la misión de la Empresa es servir. Al iniciar nuestra labor (diciembre de 2004), hubo dificultades en el empalme. No fuimos muy bien recibidos". Rubiel Bermúdez, asistente de Operaciones de esa misma compañía, manifiesta que la empresa sí está preparada para vigilar una universidad y que el personal se capacita mensualmente.

Por irregularidades en la prestación del servicio, según Rojas, a partir del 1 de julio iniciará la labor de vigilancia otra institución, llamada Global Security, la que instalará cámaras de monitoreo y reforzará la seguridad electrónica, los guardas civiles y los vigilantes en moto y bicicleta.

Aunque el Departamento de Seguridad y la Compañía Chicamocha divergen en sus opiniones, ambos coinciden en que la comunidad sea solidaria en informar sobre sospechosos y que atienda a las campañas de prevención. Mientras Rojas sostiene que para contrarrestar la inseguridad hay que fortalecer las rondas permanentes, el monitoreo y las "comunicaciones claras"; Jairo Campos sugiere el porte de carnés de los estudiantes, un circuito cerrado de televisión y estabilidad en el contrato de la vigilancia.

El robo fantasma
Vladimir Rojas dice que las pérdidas fueron de dinero y de unas sábanas, pero que "no hay claridad sobre los hechos". Uno de sus colegas interrumpe y dice que el valor del hurto fue de tres millones de pesos, y dos empleados de la Universidad -quienes pidieron reserva de su nombre-, comentan que el robo, al parecer, fue de dos libros de medicina, unos juegos de sábanas y dinero de la caja por un valor de cuatro millones de pesos. Todos coinciden en que "no hubo violación de la chapa".

Estos hechos apuntan a un hurto que se produjo en la Librería UNAB (ubicada en el edificio de la Biblioteca del Campus Central) el fin de semana del 28 y 29 de mayo, según el Departamento de Seguridad y la Compañía de Vigilancia Chicamocha.

El jefe de Seguridad señala que la puerta era insegura y que una de las causas del robo es la "desorganización de Cupe (Cooperativa Multiactiva Universitaria de Profesores y Empleados de la UNAB)" porque la Librería carece de vitrinas para poner todos los productos. Sobre el hecho, agrega, "sin pruebas, no se puede judicializar a nadie". Y Jairo Campos manifiesta que por el momento se investiga "para saber qué fue lo que pasó".

Al respecto, María Isabel Mantilla, gerente de Cupe, dice no dar declaraciones: "Seguridad dará sus informes". La funcionaria de la Librería, María Vargas, también se abstuvo de hablar.

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