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Las empresas trabajan al filo de la ley

Oct 15, 2005 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

Por Maribel Calderón
mcalderon2@unab.edu.co
En las empresas de seguridad privada, el trabajador recibe un salario
en retribución a su trabajo y está bajo la continua dependencia
de un empleador. Sobre ellas hay menos quejas, pero aún así muchos
se sienten inconformes con sus políticas laborales.

Como estas entidades se rigen por el Código Sustantivo del Trabajo,
el vigilante está en la obligación de hacer valer sus derechos
amparado por la ley si en algún momento siente que se los están
violando.

Juan Carlos Mantilla, jefe de operaciones de la empresa Sovites, que cuenta
con 28 vigilantes afiliados, sostiene que su empresa llegó a tener 150
celadores y que decayó porque no pudo competir con los precios que ofrecían
otras organizaciones, en especial las cooperativas: “El cliente siempre
va a buscar la opción más económica y como nosotros no
la tenemos, porque nos toca pagar las prebendas que tienen los trabajadores
por ley, entonces perdemos los contratos. Eso nos convierte en un pez pequeño
sin garantías para avasallar el mercado”.

Un gerente consultado, que no permitió publicar su nombre, cuenta que
el problema está en que no hay control por parte de la Superintendencia
de Vigilancia y Seguridad Privada, y que cualquiera puede violar las leyes:
“Conozco empresas que le pagan al vigilante únicamente después
de que el cliente cancela la mensualidad. No les importa que tengan familia
y que dependan de un solo sueldo. A mi empresa ha llegado gente a pedirme puesto
porque donde trabaja le han retrasado el pago hasta mes y medio, pero no puedo
denunciarlas, porque si se enteran, hasta me ponen una bomba o me mandan a matar”.

César Augusto Díaz Jaimes, ex empleado de una empresa de seguridad,
asegura que por la poca oferta de trabajo que existe en la ciudad, la gente
se obliga a regalar el trabajo. “Yo me ganaba $381.500 pesos y en la factura
de pago me aparecía que ganaba $600 mil pesos. Nunca dije nada porque
no me podía dar el lujo de que me echaran. Preferí esclavizarme
a ver a mi familia aguantando hambre. Menos mal que un amigo me consiguió
trabajo en otro lugar y pude renunciar”.

El artículo 10 del Código Sustantivo del Trabajo establece que
todos los trabajadores son iguales ante la ley para recibir protección
y garantías sociales. En consecuencia, si dos personas realizan la misma
labor de carácter material o intelectual en la misma empresa, su salario
debe ser el mismo.

Fernando Lozano Camargo, gerente general de Coocercol, Compañía
de Celaduría Responsable Comercial, dice que es necesario incentivar
a los vigilantes para que así presten un mejor servicio. “Cuando
las personas no comen bien, se vuelven cretinas y pasivas y no hacen bien su
trabajo. La empresa debe pagarles bien. Así todos ganan porque le mejoran
la calidad de vida al vigilante y reciben buenos ingresos”.

 

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