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Lechona y cocteles uribistas

Feb 15, 2006 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

Por Paola Hurtado
phurtado@unab.edu.co

“Sonido, sonido… Aló, probando, uno, dos, tres… Listo, un poco de música romántica antes de que lleguen los doctores”. Con su voz de tenor, el vocalista del grupo encargado de amenizar la reunión de Colombia Democrática dio la bienvenida a personas, en su mayoría mujeres y niños, que en la mañana del 11 de febrero esperaban afuera de la sede frente al Parque de los Niños.

Amarillo y verde intensos eran los colores que llevaban las paredes de la casa, adornadas con pancartas que mostraban a los candidatos y sus números en el tarjetón. Los invitados entraron y ocuparon todos los asientos de la sala y del patio trasero. Colaboradores de la campaña repartieron jugo de naranja con vodka para calmar la sed.

A las 10 a.m. el patio estaba casi repleto. Alrededor de 30 ancianos del barrio Gaitán, unos saludables y otros muy enfermos, se ubicaron bajo el sol; estaban inquietos, gritaban, se reían fuerte y atiborraban sillas para estar cerca.

Una de las anfitrionas pasaba puesto por puesto preguntando: “¿nombre?, ¿cédula?, ¿teléfono?, ¿dirección?, ¿barrio?, ¿puesto de votación?” Lo curioso es que no todos fueron interrogados, los ancianos fueron la excepción; sin embargo, ellos no se mostraron muy interesados y sólo esperaban su próxima ración de chitos y una segunda ronda de coctel o limonada.

La llegada del aspirante Carlos Higuera Escalante y del jefe de partido, Mario Uribe Escobar, fue anunciada. Algunos se pusieron de pies para darle una culta bienvenida al candidato y al primo del presidente Álvaro Uribe. La mayoría de invitados del Gaitán no los conocían, por lo que un pregonero les decía ‘esos son los doctores tales y tales’.

“Por favor, se pide a los asistentes salir para escuchar a los candidatos y reclamar el ficho para la lechona; después viene la fiesta”. Tras el llamado a través de un estruendoso amplificador, todos se levantaron rápido y se ubicaron en la calle mirando hacia el balcón de la sede. El sol incandescente de frente impedía la vista pero aún así la gente prestaba atención. Muchos ancianos tardaron en salir esperando su lechona.

Erwin Villabona Rueda, aspirante a la Cámara, habló con su discurso populista. Entre propuestas de protección al adulto mayor y agradecimientos a la empresa Cootransmagdalena se declaró “protector de los viejitos”. Cedió el micrófono al también aspirante a la Cámara Severiano Cala y la retórica cambió.

Tras varias afirmaciones que defendían al presidente Uribe y entre aplausos y gritos, Cala presentó a Carlos Higuera: “Pienso como campesino, como comerciante, como industrial, pienso en la función social”. Ese fue el pilar de su discurso de 20 minutos.

Higuera dio paso al invitado principal, el presidente del partido, quien no tardó más de 10 minutos hablando de la importancia de la continuidad del actual gobierno. Así concluyó la intervención de los “guerreros imbatibles por el campo”, como se hacen denominar en su cuña política. Los candidatos desaparecieron después de 40 minutos.

Los ancianos aún seguían con el asunto de la lechona y entre “música sabrosa colombiana”, como decían los anfitriones, la gente fue retirándose del lugar.

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