Por Camilo Ernesto Silvera Rueda
csilvera@unab.edu.co
Con esta reflexión inició la charla Arturo Parada Baños, docente-investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional y coordinador del proyecto Salud Sexual y Reproductiva de los Niños de la Calle, presentado el pasado 26 de octubre en la sede de la Pastoral Social de Bucaramanga ante organizaciones sociales que trabajan en el Área Metropolitana, la problemática de la niñez desprotegida y en situación de calle.
Precisamente, preocupada por esa realidad de abandono de los niños y niñas de la calle, la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional realizó un diagnóstico para conocer cuál es el estado real de los menores en el aspecto de salud física y sicológica.
Para realizar esta investigación se elaboró un documento con una propuesta metodológica modelo que fue aplicada de igual forma en siete ciudades capitales del país, entre ellas Bucaramanga.
El estudio realizado en Bucaramanga tomó como muestra a 151 menores y adolescentes, de los cuales 92 eran hombres y 59 mujeres. La edad de 106 de ellos oscilaba entre 14 y 18 años. El 79% tuvieron su primera relación sexual a los 13 años, y 14 de ellos dijeron haber sido abusados y violentados sexualmente.
El estudio, en el caso de Bucaramanga, dejó un clima de preocupación, pues a pesar de que no se encontraron tantas infecciones o enfermedades de transmisión sexual en los niños y niñas como inicialmente esperaba el grupo investigador, es una población que carece totalmente de información en el tema de salud sexual y reproductiva.
“Hay varias problemáticas igual de serias porque no tienen apoyo psicológico ni médico en casos de violencia o abuso sexual, además, tienen problemas graves de salud oral y de piel”, dijo Parada Baños. Por esta razón, los niños y niñas en situación de calle requieren servicios diferenciados para atender las distintas problemáticas que los aquejan, añadió Parada Baños.
“Esa atención no debe estar orientada al tratamiento de una determinada enfermedad, debe enfocarse en el tema de la educación, promoción y prevención para evitar que en 20 años sea un adulto convaleciente por obesidad, infartos por problemas cardiovasculares, cánceres, entre otros.
Esto demanda un trabajo urgente ya que la situación del país en cuanto a la salud de los adolescentes es grave. Observe que todos los días los medios de comunicación emiten casos de niñas con embarazos excesivamente tempranos, por ejemplo”.
Ayudar a un menor es ayudarse uno mismo en 20 años
Parada Baños dice que, a pesar de que los adolescentes son personas supuestamente sanas, están enmarañados en una serie de problemas sociales que repercuten en su salud. “Por eso hay una necesidad de replantear el modelo de atención que se le está impartiendo a esta población porque no son servicios integrales”, explicó.
Para enfrentar la problemática, Parada Baños convocó a la ciudadanía a recobrar la sensibilidad social. Además hizo un llamado a las instituciones del Estado para que no ahorren esfuerzos en ayudar a la niñez desprotegida.
“Necesitamos un apoyo inmenso de los ministerios que manejan la plata para que destinen recursos a sitios que se establezcan para la adecuada atención de esta población que hoy es más vulnerable que nunca.
También necesitamos ayuda de las instituciones privadas, como las cámaras de comercio, para crear proyectos productivos en los que ellos puedan trabajar. Requerimos además el compromiso de los entes que manejan el deporte y la cultura para que se creen espacios deportivos y culturales.
Asimismo, necesitamos apoyo de los entes de salud para que aporten capital humano preparado, a fin de atender las necesidades de esta población”, concluyó Parada Baños.
Cómo reducir la violencia juvenil
En la Comuna 14 de Bucaramanga, más conocida como Morrorrico, al nororiente de Bucaramanga, un grupo de 8 docentes investiga métodos para motivar a los niños y a los jóvenes a reducir la violencia en el aula y en los demás ambientes que frecuentan. El programa lo realiza la Organización Dignificándonos que trabaja en varios sectores de esa comuna.
Con apoyo en reflexiones y diálogos, juegos y actividades didácticas, docentes y estudiantes también reflexionan sobre su forma de educar y ser educados para ir encontrando respuestas a la deserción escolar y al alto riesgo de vulneración de sus derechos elementales al que están sometidos niños, niñas y adolescentes.
Los maestros que hacen parte del proyecto quieren mirar las estrategias de comunicación y de escucha en la sede del Colegio Oriente Miraflores, para que los chicos y chicas hablen de sus relaciones en la escuela, sus gustos y opiniones.
Los docentes reciben todas las semanas una asesoría que les sirve de guía en el desarrollo del proceso investigativo y para la recolección de información. Cada mes se realiza un taller para mejorar la capacidad investigativa de los docentes, en temas como: redacción, Internet, corrección de estilo e instrumentos de investigación.
Otra estrategia de este proceso es la filmación de la clase en el aula con el objetivo de que los docentes puedan reconocer su labor pedagógica, logros y dificultades a la hora de orientar las clases, explicó Marcela Hurtado, comunicadora de Dignificándonos.
Los jóvenes tienen la palabra
Desde este 18 de noviembre y hasta el 19 de mayo jóvenes de distintas zonas del Área Metropolitana iniciarán clases en la Escuela de Formación Política y Liderazgo Juvenil (liderada por la Corporación Compromiso), cuyo plan de estudios se desarrollará en cuatro módulos: identidades juveniles, derechos humanos de los jóvenes, organización juvenil: el trabajo en equipo, y lo público, las políticas y la juventud.
La escuela tiene como objetivo que los jóvenes y participantes se reconozcan como sujetos sociales y políticos de procesos de transformación, desde una visión crítica, democrática y renovadora de las relaciones de poder y fortalecer las organizaciones juveniles.
Podrán hacer parte del plan de estudios de la escuela, los líderes de organizaciones y grupos juveniles que desarrollen trabajo en barrios o localidades, que tengan interés de trabajar con otros jóvenes que dispongan de tiempo para las sesiones presenciales y trabajos con grupos guiados por los tutores.
Según Compromiso, “esta propuesta ha sido pensada con el fin de dar respuesta a problemáticas específicas que se identifican en tres ámbitos: la imagen e identidad del joven y su condición en la sociedad; los procesos de organización juvenil; la política pública de juventud y el ejercicio de ciudadanía de los y las jóvenes.