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María Dherika alterna los códigos y la raqueta

Oct 17, 2006 | Institucional

Por Pastor Virviescas Gómez
Cuando no está ocupada tratando de entender los fallos de la Cortes o consultando uno de los códigos que carga en su bolso, María Dherika Bonilla Barreto, sale corriendo al Centro de Servicios Universitarios (CSU) a decirle a su profesor Víctor Hugo Zaraza Cogollo que le enseñe más secretos del tenis de mesa.

Nació en Villavicencio hace apenas 16 años, tiene cuatro hermanos y cursa tercer semestre en la Facultad de Derecho de la UNAB. Desde décimo grado tenía en su mente venir a estudiar a Bucaramanga y “llegué a la UNAB porque una amiga de mi papá le dijo que esta es una Universidad muy buena”. El área que más le gusta es el Derecho Civil.

En los últimos grados de bachillerato jugaba tenis de mesa en el Colegio Cetel de la capital del Meta, así que cuando vino a matricularse y en Bienestar Universitario le dieron la opción de practicar este deporte, marcó esa opción. Lo hizo sin saber que al poco tiempo protagonizaría la final del Torneo Emprender, realizado en Bucaramanga el pasado mes de septiembre.

Ese día se enfrentó a una rival de las Unidades Tecnológicas de Santander (UTS), cuyo nombre no recuerda, y la venció con marcadores de 11-9, 10-12, 11-6 y 12-10. El público, según Zaraza, estuvo atónito presenciando el partido.

Claro que debió empezar por aprender a coger una raqueta y golpear la bola con efectividad. Entrena dos o tres horas, tres veces a la semana con Zaraza Cogollo, de quien dice que no solamente le ha compartido la técnica sino un trato digno y eso la estimula.

María Dherika asegura que si la Universidad le sigue facilitando la oportunidad de entrenar y seguir en la Selección, lo hará hasta décimo semestre, y que se pondrá dichosa cuando les entreguen el uniforme que han soñado.

“El tenis de mesa es muy divertido porque lo ayuda a uno a reaccionar, a pensar rápidamente cómo jugar y a manejar la tensión. Me ayuda a ser competitiva y a madurar como persona”, dice.

Desde Villavicencio su mamá María Teresa y su papá Gerardo, ambos comerciantes, le siguen la corriente y la felicitan por emplear el tiempo libre en una actividad productiva. “Claro que se pueden hacer las dos cosas a la vez –manifiesta–. La clave es organizar el tiempo y aunque tercer semestre es pesado aprovecho los descansos y momentos libres para estudiar, hacer los trabajos y entrenar”.

Al principio de su carrera, cuando les contaba a sus compañeros abogados que se iba a jugar, lo primero que le preguntaban era que si el tenis de mesa es un deporte. María Dherika les repetía la explicación y ahora le dicen que es “una intensa”, “pero ya están viendo los resultados y me apoyan”, agrega.
 

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