Seleccionar página

Mendoza llegó con su semáforo

Oct 4, 2010 | Institucional

Este filme, que trata sobre un reciclador obsesionado con alterar la duración de la luz roja en un semáforo para que él y sus ‘parceros’ puedan aprovechar más su talento artístico y comercial, es protagonizado por habitantes de la calle, cuenta con más de 100 extras y un equipo técnico de más de 50 personas. Es distribuido por Cine Colombia y se estrenará en octubre en Bucaramanga.
Desde que trazó el proyecto de “La sociedad del semáforo”, en 2006, Mendoza y su equipo de producción han ganado becas y recursos nacionales e internacionales para producir la cinta, como el premio de desarrollo del Festival de Amiens (Francia); beca de escritura de Fundación Carolina e Ibermedia para desarrollo (España); “World Cinema Fund” del Festival de Cine de Berlín (Alemania) y fue seleccionado a participar en “L’atelier de la Cine Foundation” del Festival de Cannes (Francia).
La banda sonora de la película fue elaborada por Édson Velandia, egresado de la Facultad de Música de la UNAB, líder de la agrupación “Velandia y la tigra”.
Mendoza, invitado a la Universidad por el Programa de Artes Audiovisuales, habló con Vivir la UNAB sobre su película.

¿Qué es “La sociedad del semáforo”?
Es una película para ‘pesadillear’ y soñar que se mueve desde los reinos de la más preciosa y eufórica realidad a la más cruda y dolorosa, como la vida. Es la historia de un reciclador obsesionado con alterar la duración de un semáforo en rojo para poder montar actos más largos con mendigos, malabaristas y artistas que conviven en un cruce de calles. Empieza muy circense, pero acaba en una total anarquía.
También es la crónica de donde chocan esos dos últimos estratos o sustratos de la sociedad. Allí veremos cómo hace el amor un ‘ñero’, cómo rumbea, quiere, se enajena y traiciona, pero también como se solidariza y cómo lucha.

¿Las personas que actúan en la película son profesionales?
Son ‘actores 3D’ (risas). Son actores reales, son personas y cualquier persona que esté frente a una cámara y un micrófono actúa, porque uno altera de inmediato la realidad, como en este momento (de la entrevista). Es gente que no había estudiado para ser actor, pero les desarrollamos ese talento con técnicas y sobre todo apostándole a la química inicial. Lo hacen de maravilla, no se están representando a sí mismos, sino que se están adaptando a una ‘camisa’ que uno les diseñó.

¿Qué es la muerte en “La sociedad del semáforo?
Es la vida. La muerte siempre es el ‘prenacimiento’ y es sólo un síntoma, a veces es mucho más tranquilo que el resto de vainas que suceden.

Afirma que una de las partes más difíciles de hacer la película fue mendigar para conseguir apoyo. ¿Quién creyó en usted y en su película?
Sólo conseguimos plata de fondos internacionales. Ganamos los más grandes como el del Festival de Berlín, fuimos seleccionados en Cannes, Ibermedia en España…  Ese ‘chorrero’ de gente creyó en nosotros porque había un texto muy seductor, por un lado, pero sobre todo por el trabajo juicioso de los productores (Daniel García, Diana Camargo y él) y porque desde el principio vendimos un tono: sabíamos que no nos íbamos a dejar manosea

Ir al contenido