En esta nueva edición de Nuestra Gente, les queremos contar una nueva historia de crecimiento y compromiso con nuestra Institución. Olga Lucía Gómez Díaz cumple 15 años de trabajo ininterrumpido en la Universidad Autónoma de Bucaramanga (Unab). Es enfermera de la Universidad Industrial de Santander (UIS) con especialización en Administración de Servicios de Salud de la misma institución. También tiene una especialización en Relaciones Laborales y una maestría en Educación, las dos obtenidas en la Unab.
“Ingresé a la Unab en una comisión de 3 meses desde la FOSCAL para realizar la puesta en marcha del nuevo programa de Enfermería y aquí estoy, 15 años después como directora del programa”, recordó la ‘jefe’ Olga, como todos la conocemos.
Dentro de sus logros, que se convirtieron en sus principales retos, además de la creación del programa de Enfermería, está la Acreditación Internacional con la Registered Nurses Association of Ontario (RNAO) de Canadá en Best Practice Spotlight Organization, BPSO, que obtuvieron en 2017. La Acreditación de Alta Calidad que recibieron en 2021 por cuatro años y la certificación internacional como BPSO Host. Además, bajo su liderazgo, el programa ocupó el segundo lugar en resultados de las pruebas Saber Pro en enfermería dentro de las universidades públicas y privadas del nororiente colombiano.
“Mi rol es el de servir: servir de guía de un maravilloso equipo de trabajo, como son los profesores y personal del programa de Enfermería. Servir aportando a la consolidación y liderazgo de la Facultad de Ciencias de la Salud en la región, el país y el mundo. Servir de guía a los estudiantes, razón de ser profesora en una de las profesiones más nobles y de gran impacto para la supervivencia del ser humano, y lo digo con gran orgullo, porque ser enfermera y profesora me permite poder cambiar cada día una vida o que una vida cambie la mía”, expresó Gómez Díaz.
Para Olga Gómez ser profesor no es solo una profesión, es un estilo de vida con unos valores y hábitos que la Unab ha sabido imprimir, que se viven en clase y en el proceso de acompañamiento del estudiante.
En este momento, donde todavía se siente incertidumbre y el mundo nos sorprende con nuevos avances tecnológicos, Gómez Díaz le da un consejo a sus colegas, “no perdamos la fe y la esperanza porque tenemos en nuestras manos el presente y futuro no solo de nuestra profesión sino del mundo. Esta pandemia nos permitió visibilizar el gran poder que tiene la educación y los profesores con una gran capacidad de resiliencia y de adaptación al cambio, sin perder el objetivo, los estudiantes y su aprendizaje”.
