El Laboratorio de Simulación Clínica de la Unab funciona desde más de 10 años como un espacio académico de la Facultad de Ciencias de la Salud, que brinda a estudiantes, docentes y profesionales del área de la salud elementos y ambientes simulados para el mejoramiento de habilidades clínicas y procedimentales de una manera controlada y segura. Esta importante estrategia educativa busca favorecer el logro de las competencias profesionales y ampliar las posibilidades de evaluación de estas, en ambientes que simulan espacios del ejercicio profesional, los cuales están dotados con un sistema de audio y video que permite grabar sesiones de práctica, las cuales sirven como insumos para realizar ejercicios de retroalimentación con los estudiantes.
En este espacio se desarrollan prácticas que permiten adquirir y/o fortalecer habilidades específicas como por ejemplo: entrevistas clínicas, atención del parto, accesos venosos, inyectología, intubación oro-traqueal, reanimación cardio-pulmonar, colocación de sondas, cirugía mínimamente invasiva, entre otras. Además, se cuenta con la participación de estudiantes de varios semestres de la Facultad de Salud e Ingeniería Biomédica, junto con estudiantes de postgrados médico-quirúrgicos, bajo la tutoría de docentes entrenados. El laboratorio brinda, asimismo, las estrategias pedagógicas para los procesos de capacitación, certificación y recertificación de profesionales en ejercicio, en aras de fortalecer las competencias clínicas y el desempeño laboral.
El mayor impacto que se refleja en estudiantes y docentes con la implementación de este espacio “es la disminución de los riesgos derivados de la mala práctica e impericia por parte de estudiantes que están en su etapa formativa y que son susceptibles a cometer errores prevenibles. Adicionalmente, hay procedimientos y actividades de la atención en salud que por su carácter invasivo en lo físico y psíquico de la persona plantean un problema ético, el cual puede resolverse con un entrenamiento simulado, para que, al momento de hacerse en el paciente, el estudiante ya
tenga conocimientos y habilidades suficientes, se maximice la seguridad del mismo y se obtengan mayores beneficios de estas actividades” destacó Hilda Leonor González Olaya, docente y coordinadora del Laboratorio de Simulación para el programa de medicina UNAB.
Los docentes que utilizan este espacio académico elaboran una guía de práctica donde definen las habilidades o competencias que pretenden que el estudiante adquiera o fortalezca, los presaberes, y plantean el desarrollo de la actividad, soportado por una lectura y bibliografía de
apoyo. “La simulación clínica puede ser una excelente estrategia de aprendizaje en el área de la salud, si se planean y evalúan cuidadosamente las actividades. Y aunque nunca reemplazará las prácticas en los escenarios clínicos, con pacientes y comunidad, sí favorece que los aprendizajes en estos últimos espacios sean fortalecidos, significativos y duraderos”, puntualizó González Olaya.