Ángela Díaz Pérez y Andrea Silva Niño decidieron trabajar en un proyecto de investigación en el que el resultado sea ciento por ciento aplicable. El objetivo: generar un modelo de empoderamiento socioeconómico para las mujeres rurales, que además les permita obtener su independencia económica.
Vimos la necesidad de que el empoderamiento debe ser también económico, porque si las mujeres no tienen autonomía económica, es muy difícil que salgan de diversos procesos como la violencia de género o los procesos de desnutrición, explicó la antropóloga Ángela Díaz, especialista en Cooperación al Desarrollo y doctora en Género y Políticas de Igualdad de la Universidad de Valencia (España).
Hace cerca de un año, las investigadores conocieron la labor que realiza Corambiente y la Asociación de Mujeres Campesinas del Municipio de Matanza, Asocimucam, en Norte de Santander y Santander. Tuvimos la oportunidad de ir a ver y verificar qué es lo que estaban haciendo en el territorio y fue impresionante lo que encontramos en la zona. A raíz de ahí se les propuso sistematizar desde el punto de vista de la academia, darle un contenido y hacer un modelo que muestre el paso a paso de cómo se hizo el proceso allá, y que luego pueda ser replicado en otras comunidades, agregó Díaz Pérez.
Según Clara Esther Martínez Martínez, directora de Corambiente, nos hemos encontrado con mujeres campesinas que están en condiciones más difíciles que las de las comunidades rurales, con un tema de machismo muy fuerte, con un tema que les han vendido de que entre ellas es mejor que no se encuentren, que cuando se encuentran es solo para problemas en la comunidad. Vencer eso en ellas mismas fue un proceso, pero los beneficios son increíbles, hoy contamos con organizaciones de mujeres campesinas muy fortalecidas, dijo.
Durante la investigación se ha evidenciado cómo han hecho las mujeres de estas organizaciones para obtener visibilidad y liderazgo en los diferentes ámbitos de sus comunidades. Así lo cuenta Ana Mercedes Flórez, representante legal de Asocimucam: Nosotras, aparte del rol de esposa y de madre, también hacemos todo lo que es el trabajo de agroecología para autoconsumo, cuidamos la huerta, trabajamos en labores del campo, también ayudamos a las comunidades, las organizamos. Ahora nos tienen en cuenta, antes éramos invisibles. Somos esa ayuda compartida para mejorar la calidad de vida de nuestras familias.
A mitad de 2019, Díaz y Silva obtendrán los resultados finales de la investigación Modelo de empoderamiento socio-económico de las mujeres rurales para la construcción de paz con la que esperan transformar esa realidad que viven las mujeres en el campo. Si nosotros que tenemos herramientas nos conectamos con eso, quizá podamos hacer transformaciones que sean interesantes y que mejoren la vida de la persona realmente, puntualizó Ángela Díaz.
