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Nos echaron a la boca de los leones

Nov 10, 2008 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

Por Pastor Virviescas G?mez

pavirgom@unab.edu.co

?Permiso para entrar con estas cajas de cart?n y esta cinta para mi general?.

As? se anunci? el soldado antes de ingresar al despacho del comandante de la Segunda Divisi?n del Ej?rcito, general Jos? Joaqu?n Cort?s Franco, quien hasta el 29 de octubre pasado tuvo a su cargo 26.000 hombres y por decisi?n del presidente ?lvaro Uribe debi? pasar al retiro.

Adentro le esperaba, ya no con el uniforme camuflado sino vistiendo una camisa verde chinche y un pantal?n caqui de dril, un militar cabizbajo que le entreg? los ?ltimos 34 a?os de su vida a esa instituci?n y que de un d?a para otro vio como todo su esfuerzo se vino al piso.

Cort?s Franco, quien hab?a recibido reconocimiento y distinciones en su trabajo por retornar la tranquilidad al nororiente colombiano, pas? de ser el h?roe de la pel?cula al villano se?alado en coro por el presidente, el ministro de Defensa Juan Manuel Santos y el comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla de Le?n.

Su cabeza rod?, junto a la de otros dos generales y 22 oficiales y suboficiales, debido al esc?ndalo desatado por la muerte de 11 j?venes habitantes de Soacha (Cundinamarca), que aparecieron en una fosa com?n en Oca?a (Norte de Santander), reportados como muertos en combate, cuando no ten?an nada que ver con las partes en conflicto y al parecer fueron llevados con enga?os para luego hacerlos pasar como un ?falso positivo?.

Indignado, el brigadier general Cort?s Franco, afirm? que el comandante de las Fuerzas Militares y el ministro de Defensa lo pusieron en la picota p?blica al incluirlo en la lista de 25 militares llamados a calificar servicios.

?A los generales nos han debido dar un trato diferente. Debieron tomarse la peque?a molestia de aclararle al pueblo colombiano que los generales no nos ?bamos por estar involucrados o por dirigir esas bandas de asesinos que llevaron a terminar con la vida de estos muchachos de Soacha; sino que nos fuimos por la responsabilidad pol?tica que nos embargaba, que sucedi? en nuestra jurisdicci?n y por ser comandantes ten?amos que pagar las consecuencias?, dijo Cort?s Franco al atender en exclusiva a 15.

?He sido de los comandantes de divisi?n que m?s pol?ticas he promulgado para el respeto de los derechos humanos, y as? se las he presentado a los delegados de la ONU (Naciones Unidas), la OEA (Organizaci?n de Estados Americanos) y el CICR (Comit? Internacional de la Cruz Roja), quienes han manifestado su admiraci?n por esas estrategias para incentivar el respeto a la vida?, sostuvo, y dijo que hasta otorgaba premios consistentes en d?as de descanso por respetar la integridad de la comunidad, pero en ning?n caso por lo contrario.

Al tiempo que empacaba en las cajas de cart?n la fotograf?a de su familia y una colecci?n de caballos que decoraban su oficina, manifest? que con la rueda de prensa en la que el presidente anunci? su salida del Ej?rcito, ?nos sentenciaron y nos echaron a la boca de los leones. Acabaron con 34 a?os de servicio, arruinaron una hoja de vida pulcra y nuestra familia sali? afectada?.

Conservando la compostura, el general Cort?s Franco enfatiz? que en todo el tiempo como militar, ?jam?s fui investigado ni administrativa ni disciplinariamente. Tampoco fui citado a la fiscal?a ni a la Procuradur?a. Nunca se me perdi? ni un cartucho. Teniendo el mando de tropa, jam?s uno de mis hombres fue cuestionado por una operaci?n mal realizada ni por presentar ?xitos operacionales que no correspondieran a la pulcritud?.

Subray? que tampoco cruz? por su mente ?el m?s m?nimo pensamiento de llegar a presentar un combate exitoso habiendo asesinado a un inocente o a un bandido. No lo permit? y por eso es que nunca he sido cuestionado?.

Recalc? que no se le pas? por la cabeza ?ni siquiera permitir un crimen como los que nos tienen ahora con esta preocupaci?n tan grande?.

?Qued? como haciendo parte de esa lista negra y me produce un sentimiento muy amargo, porque nuestro propio comandante general nos bot? a los generales al escarnio p?blico y al de todas las ONG que est?n tras del Ej?rcito Nacional a ver c?mo lo enlodan?, dijo.

El alto oficial tuvo bajo su mando tres brigadas territoriales y dos brigadas m?viles, que comprend?an 17 batallones territoriales y 13 de contraguerrillas, en los departamentos de Santander, Norte de Santander, Arauca, sur de Bol?var y sur del Cesar.

Sostuvo que una vez se conoci? en septiembre pasado el esc?ndalo de los j?venes que fueron reportados como muertos en combate, el propio general Freddy Padilla de Le?n envi? al inspector general del Ej?rcito -acompa?ado por un equipo de ocho personas-, con el prop?sito exclusivo de esclarecer los hechos, pero despu?s de 20 d?as ?no pudieron verificar qu? fue lo que en realidad pas?. Encontraron algunos errores de forma, de papeles, pero no un error de fondo que nos hubiera llevado a dar una luz para esclarecer los hechos, c?mo llegaron esos muchachos y qui?n los entr? al campo de combate que sucedi? a tres horas y media de Oca?a, no en las goteras de esa ciudad?.

?Luego el Ministerio de Defensa envi? con otro equipo de coroneles y civiles al general Su?rez, que tampoco llegaron a establecer exactamente qu? fue lo que le pas?. Obtuvieron algunas informaciones que los llevaron a hacer conjeturas y deducciones, pero no se estableci? la plena prueba de lo sucedido?, agreg? Cort?s Franco.

Todas estas referencias para explicar que si esas comisiones no pudieron cumplir la tarea, contando con el personal y el tiempo suficientes, ?menos puede el comando de la Segunda Divisi?n con 500 pelotones en operaciones y con unas ?reas tan dif?ciles como el Catatumbo, Arauca y la serran?as de San Lucas y Santo Domingo?.

?Cuando los comandantes de brigada me informan que tropas de ellos entraron en combate con los bandidos y como producto hay unos resultados operacionales representados en muertes, yo parto de la base que el comandante de brigada me est? diciendo la verdad y que esas tropas que est?n reportando esos combates tambi?n est?n diciendo la verdad, porque son capitanes, tenientes y sargentos instruidos para el respeto absoluto del Derecho Internacional Humanitario y del principio de la vida, que saben qu? problema se les viene encima al presentar un muerto fuera de combate como en combate?.

E insisti? en que los inspectores e investigadores que ten?a asignados para estar pendientes de cualquier anomal?a cometida por sus tropas, en ning?n momento le notificaron de ?falsos positivos? o al menos una ?alerta temprana? para que los comandantes de brigada o ?l mismo se desplazaran ?hasta al lugar a verificar lo que pudiera estar ocurriendo?.

En el ?nico caso de combate que fue cuestionado por la comunidad y en el que muri? una persona este a?o, dijo Cort?s, ?yo mismo viaj? a Oca?a, habl? con cada uno de los soldados y con el oficial, mand? al coronel inspector delegado hasta el ?rea donde se present? el combate, les tom? declaraciones a los vecinos, y la investigaci?n disciplinaria se est? adelantando. De resto no ten?a quejas de ning?n otro combate?.

No obstante, contempl? que ?cuando en alg?n caso un pelot?n se confabula con el crimen para cometer otro acto criminal dentro del desarrollo de las operaciones y hacerlo pasar como un combate exitoso, y cuando es tan bien organizado, resulta complejo llegar a detallar qu? fue lo que sucedi? y descubrir lo que pas?. El que tiene en su mente perversa cometer un crimen, pues organiza todo tan bien que nuestro control y revistas no permiten darnos cuenta en forma inmediata que algo raro est? sucediendo en uno o dos pelotones de los 500 que est?n desarrollando operaciones en la divisi?n?.

?Seguramente el pelot?n o los pelotones que pudieron haber hecho eso se dan cuenta que si presentan un resultado fuera de combate con j?venes del ?rea, la gente prende las alarmas, nos informan y nos vamos con todo a pasar revista y esclarecer qu? fue lo que sucedi? e incluso pasarle ese informe a la Fiscal?a y les damos todas las facilidades a las ONG para que investiguen tambi?n. Se dan cuenta seguramente y entonces se organizan delincuencialmente para traerlos de otra parte, de ah? que no los conozcan en las veredas?, a?adi?.

Cort?s Franco, quien en un par de semanas iba a recibir el segundo sol, rechaz? el se?alamiento del senador Gustavo Petro Urrego al declarar que los ascensos en las Fuerzas Militares se logran en la medida en que se muestren m?s cabezas de ca?dos en combate.

Seg?n quien fuera comandante de la Brigada M?vil 1 -?con la que neutralizamos a los bandidos que ten?an sitiada a Bogot? y Cundinamarca?-, los ascensos se dan por? tiempo cumplido, m?ritos personales, preparaci?n intelectual, disciplina y los resultados operacionales representados en la disminuci?n de atentados, en caletas, laboratorios, entregas voluntarias y capturados que se encuentren en el ?rea donde el oficial o el suboficial estuvo, ?no ?nicamente por los muertos en combate?.

Se?al? que respeta la investigaci?n que adelante la Fiscal?a General y est? dispuesto a atender las citaciones que le hagan. ?Que determinen qu? fue lo que pas? para que el nombre de los tres generales quede limpio, porque hoy estoy en la lista negra de los violadores de derechos humanos?.

Por ahora le pregunta al presidente Uribe y al ministro? Santos, ?si un indicio de que algo anormal pudo haber sucedido all?, si alguna negligencia, pueden ser fundamento para acabar con el buen nombre y la trayectoria de un soldado como yo que le ha servido a la patria sin reservas. ?Qu? criterios se utilizan para aparecer en una lista negra??.

?Objetivamente quienes tiene que responder por lo que hagan sus tropas en el campo de combate y en toda parte, pues son los comandantes de brigada, que tienen el mando directo de esos hombres. Ya el comando de divisi?n es un escal?n m?s superior en el que incluso debemos tener cierta prudencia porque si el comandante de la divisi?n se llega a meter con las tropas de la brigada, le quita el mando y a ?l no le va a gustar?, aleg?.

Para concluir, explic? que en el caso del Catatumbo aunque la situaci?n de orden p?blico ha evolucionado favorablemente en los dos ?ltimos a?os bajo el mando del general Paulino Coronado -tambi?n incluido en los militares destituidos- y ?hoy es un ?rea controlada en la que no volvieron a volar pozos de petr?leo, torres de energ?a ni los oleductos Ca?o Lim?n-Cove?as y Transoriente?, siguen operando tres frentes de las Farc y otros tres del ELN, as? como ??guilas Negras? entre Puerto Santander y C?cuta, las cuales controlan el movimiento de coca hacia Venezuela y de la gasolina que viene de contrabando.

Luego el general empac? un par de carpetas, unos cuantos libros, tres caballos de madera y uno met?lico. La noche anterior estuvo despierto hasta las 2:30 de la madrugada, atendiendo llamadas de solidaridad pero tambi?n escuchando a quienes se comunicaban con las emisoras para pedir un castigo ejemplar y hasta que quien los juzgue sea la Corte Penal Internacional.

Cort?s Franco extra?ar? las jornadas de trote de 5 a 6 de la ma?ana con los miembros de su estado mayor, as? como los recorridos por tantos pueblos de la regi?n. Su voz ya no volver? a escucharse en el programa de radio de las 6:30 de la tarde con el que se acercaba a sus soldados en el que su tema favorito eran los derechos humanos ?y no ir a pasar un inocente como muerto en combate por ganarse un permiso,? una medalla o una felicitaci?n que despu?s se les convirtiera en cuarenta a?os de tortura para ellos y sus familias?.

Mientras la Fiscal?a lo llama y a sabiendas de que la vida continua, Cort?s Franco se refugiar? en su finca del pueblo de Pesca, en Boyac?. Su tel?fono seguir? repicando y al otro lado la voz de asombro de superiores de otra ?poca, compa?eros, subordinados y familiares que se niegan a creer que este hombre aplomado llegue a estar involucrado en semejante horror.

En el que fuera su b?nker, quedar? colgada la consigna que el 16 de agosto de 2006 le obsequiara el general Padilla: ?Seremos, acaso, el primer ej?rcito que en la historia gane una guerra con la preocupaci?n fundamental del respeto al Derecho Internacional Humanitario, que contemplamos desde la atalaya luminosa de nuestra constituci?n y nuestras leyes… No vamos a deshonrar nuestro combate con un acto salvaje, con una crueldad o una cobard?a con el vencido… Ser? mil veces preferible un rev?s moment?neo que soportar para siempre una indignidad?.

Y este general se seguir? preguntando: ??En qu? momento, si es que sucedi?, nuestros comandantes de pelot?n, nuestros suboficiales y nuestros mismos soldados se volvieron unos monstruos, unos criminales? ?sos no fueron los oficiales y suboficiales que formamos en la Escuela Militar y en la Escuela de Suboficiales, quienes saben que hay que respetar a la comunidad y as? detengamos a un bandido tenemos que entregarlo a las autoridades, garantizarle la vida, pero no detenerlo y en dos horas ir a aparentar un combate y presentarlo como muerto en ?l?.

15? le pregunt? al general Cort?s Franco: P?ngase en el pellejo de los padres que vieron salir sanos y salvos a sus hijos para luego verlos muertos en una fosa com?n, presentados como guerrilleros o paramilitares.

?Desastroso! C?mo no voy a sentir ese pesar, ese dolor de padre o de pariente de un muchacho que se desaparece y con el tiempo lo llegan a descubrir en Oca?a como muerto en combate. Es un dolor para esa familia y si eso sucedi? se tiene que esclarecer r?pido, para bien de la patria, del Ej?rcito y de los generales que fuimos destituidos, que nos cost? nuestra carrera. Porque eso nos cost? ese sargento, ese teniente, esos soldados o ese pelot?n que cogieron el camino del mal. No entiendo todav?a qu? estaban buscando con eso, qu? premios estaban buscando. No me cabe en la cabeza pensar que cometieran esos cr?menes ?nicamente por buscar un d?a m?s de permiso. Es inaudito que una persona que ha sido levantada bajo principios y moral vaya a cometer un crimen trayendo a unas personas inocentes de otra ciudad y asesinarlas para ganarse un premio, un d?a m?s de permiso o una felicitaci?n. No s? qu? habr? detr?s de eso, pero algo tendr? que haber. La Fiscal?a y los jueces dilucidar?n qu? fue lo que pas?.

?C?mo lo recordar? la historia: como un valiente art?fice de la Seguridad Democr?tica o como un criminal?

Estoy seguro que me recordar?n como un hombre ?ntegro, amable, respetuoso; alguien que se dedic? a su trabajo.? ?

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