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Pájaros de metal

Feb 4, 2020 | La calle del medio

Volar, el ser humano desde sus principios ha sentido gran admiración por el vuelo, el observar las aves lo ha llevado a lo largo de la historia a construir diferentes artefactos que puedan simular su desplazamiento por medio del aire. Desde Da Vinci, con sus planos del primer planeador, hasta los hermanos Wright, siempre ha existido el anhelo por volar.

Los aviones son unos personajes muy particulares, suelen tener un rostro, así mismo un cuerpo si lo comparamos con la figura humana, tiene proporciones exactas, suelen tener una simetría exacta y una piel (pintura) que los identifica.

El día inicia con una mañana fría en el Aeropuerto Internacional Palonegro, vientos provenientes del sur obligan a las aeronaves a desplazarse de cara al mismo, es decir que aterrizan y despegan hacia el sur de la estación, la temperatura es de unos 18 grados, ideal para mejorar el rendimiento de las aeronaves al desplazarse por el aire. Un airbus A320 es el segundo vuelo de la compañía Avianca en salir a la ciudad de Bogotá, a partir de ese momento.

Al otro lado del aeropuerto se encuentra la plataforma de aviación general, la cual se encarga de estacionar a todos los aviones de un tamaño más pequeño, en especial aviones bimotor o monomotor; en una de esas posiciones de parqueo suelen estacionarse las aeronaves de la escuela de Aviación Civil Colombiana (Aviacol).

Dos pequeños aviones monomotores, fabricados por dos compañías norteamericanas son los encargados de otorgar la enseñanza a los alumnos del programa PCA de la escuela. Los vuelos están programados con el fin de otorgarle una hora de vuelo a cada estudiante; cada piloto aprendiz se desplaza a la posición de estacionamiento del avión asignado, su primera acción antes de iniciar el vuelo es realizar el “procedimiento 360”, revisando cada parte del fuselaje del avión, observando y tratando de buscar alguna anomalía que pueda comprometer la seguridad del vuelo a realizar; posterior a esto se procede a la encendida y puesta en marcha del motor, con el fin de rodar hasta el punto de espera de la pista activa del aeropuerto.

A medida del transcurso de la mañana, la temperatura aumenta en la plataforma comercial, haciendo de ese lugar un infierno al aire libre y expuesto a la radiación solar, el sonido de los generadores de electricidad externo hacen que este lugar se convierta en un gran caos auditivo, el rodaje de cada avión se lleva a cabo por un tractor remolcador, quien lo empuja hacia atrás mientras este inicia sus poderosos motores, expulsando gases con una temperatura superior a los 300 grados y capaces de mover más de 65 toneladas.

Podemos considerar que este invento del ser humano es vital para la vida cotidiana de las personas, en mi parecer los aviones no solo cumplen el anhelo del ser humano de volar, sino que logran llevar los sueños de todas las personas que se transportan en ellos a cualquier parte de mundo.

Trabajo de aula del curso Fotografía y lenguaje visual, correspondiente al primer semestre del Programa de Comunicación Social de la UNAB dictado por el docente Ricardo Jaramillo
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