Por Pastor Virviescas Gómez
Mientras al frente de la UNAB el ruido a todo volumen de eso que llaman la ¿nueva ola¿ del vallenato avasallaba a quienes a las 7 de la noche del pasado miércoles 7 de mayo pasaban por allí, en el Auditorio de Ingenierías hacía su ingreso el pianista estadounidense Roman Rudnytsky.
Un hombre maduro, nacido en la ciudad de Nueva York, hijo de padres ucranianos que huyeron de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, fanático del equipo de béisbol de los Yankees y seguidor del senador republicano John McCain, de quien cree ganará las elecciones de noviembre próximo en Estados Unidos.
Ante unas 45 personas, Rudnytsky interpretó durante casi dos horas un extenso repertorio de Félix Mendelssohn, Ludwing van Beethoven, Federico Chopin, Sergei Prokofieff, George Gershwin, Modest Mussorgsky y Franz Liszt. Como ¿postre¿, le rindió un homenaje al compositor centroamericano Manuel Herrarte, de quien interpretó ¿Tres danzas¿.
Este maestro emprendió sus estudios de piano cuando tenía cuatro años de edad y dio su primer recital a los siete. Se graduó en la Escuela de Música Juilliard, de Nueva York, y cursó estudios complementarios en Maryland (Estados Unidos), así como en Austria e Italia.
Ha ganado diez premios internacionales, entre los que se cuenta la competencia J. S. Bach en Washington. Como concertista ha viajado por más de 80 países y hace 17 años estuvo presentándose en Bucaramanga, ciudad de la que guarda gratos recuerdos y así los expresa en español, uno de los cinco idiomas que habla.
¿Entre 1991 y 1993 presentó en Gran Bretaña, Latinoamérica y Australia, la premier del entonces recién descubierto ¿Concierto No. 3 en Mi bemol¿ de Lizst¿, dicen las páginas electrónicas de varios periódicos que han reseñado su trabajo. En la actualidad se desempeña como profesor distinguido de la Universidad de Youngstown, Ohio (Estados Unidos).
Todos los días camina dos y tres horas, lee, va al teatro y el resto del día se lo dedica a su pasión por el piano, instrumento que toca con pasión, no con la frialdad de quienes parece que no sintieran la música y por lo tanto no logran transmitir esa energía a su público. Su interpretación se alterna entre los leves toques a las teclas, como si las estuviera acariciando, e instantes en los que más se parece al roquero británico Elton John. Ese estilo causó inquietud y hasta preocupación entre algunos de los asistentes, quienes así lo comentaron en el intermedio.
Rudnytsky estuvo en la UNAB invitado por el Centro Colombo Americano y la Oficina de Extensión Universitaria. De aquí partió a una gira nacional que incluía ciudades como Bogotá, Pereira, Manizales y Barranquilla.
