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Presidente de Postobón y estudiante UNAB

Mar 27, 2006 | Institucional

Por Pastor Virviescas Gómez
El pasado miércoles 22 de marzo, el presidente de Postobón vino a la UNAB, pero no para analizar el consumo interno de sus bebidas, sino porque quería saludar a la decana Elizabeth Martínez y a los directivos de la UNAB. La explicación es que Héctor Fernando García Ardila es estudiante del tercer año del Programa de Contaduría Virtual.

Acababa de realizar un recorrido por su fábrica local pero quería estar cerca de quienes hacen posible que él, todo un alto ejecutivo tentado por los negocios y los cócteles, dedique parte de su tiempo a la vida de estudiante universitario.

García Ardila tiene 51 años, es economista con posgrado en Alta Gerencia y maestría en Finanzas. Su búnker está en Bogotá y desde allí adelanta sus estudios vía Internet. No solamente está al día y tiene un promedio de 4,17, sino que es de los primeros en entregar trabajos y pedir más. Su hermano José Luis es egresado de la primera cohorte de comunicadores sociales-periodistas de la UNAB y aparte de ser el responsable de RCN en Internet, despunta como cronista taurino.

Héctor Fernando le pidió a sus escoltas que lo esperaran mientras, acompañado de la gerente de Hipinto en Bucaramanga -la administradora de Empresas de la UNAB, María Elena Rangel-, atendía esta entrevista para hablar de cifras descomunales y de su amor por esta Institución.

¿Qué significa ser estudiante de Contaduría Virtual de la UNAB?
Es un orgullo y un honor. Uno permanentemente debe prepararse para afrontar los retos de la vida y con mayor razón es un orgullo por ser una universidad de la tierra, donde estudié el bachillerato y la universidad.

¿Qué cara ponen los miembros de la junta cuando usted les dice que debe suspender para ir a hacer una tarea?
Normalmente no pasa eso porque las reuniones se terminan como deben terminar, y yo aprovecho para estudiar temprano en la mañana, desde las cinco, o en la noche, después de las nueve. También los fines de semana, aunque a mi señora no le gusta mucho, pero ahí vamos.

¿Qué recomendación les da a aquellos jóvenes que esperan que el dinero y el bienestar lleguen sin prepararse ni esforzarse para conseguirlos?
Hay que estudiar, es importante capacitarse. El estudio virtual lo forma a uno muchísimo. Lo hace más disciplinado, le templa el carácter y uno personalmente se va formando, además del apoyo que recibe de los profesores.

¿Qué representa ser presidente de una empresa de esta magnitud?
Es un reto muy importante en el que he contado con la gran colaboración de todo el grupo de trabajo. Postobón hace cinco años y medio estaba prácticamente en quiebra, los bancos no nos querían ver, no nos querían reestructurar la deuda. La deuda se reestructuró de rodillas, como se dice. En el año 2000 los pasivos superaban el billón de pesos, entonces se implantaron programas de desarrollo de productos, de ahorro, de optimización de muchas cosas, y después de cinco años y tres meses, de ese billón 200 mil millones, hoy en día la deuda es de 270 mil millones.

Este año debemos pagar los papeles comerciales y nos quedarían unos bonos de 130 mil millones que vencen en el año 2009. No hay proveedores vencidos, ni un día, pero sí tenemos una competencia muy aguerrida que nos representa el gran reto de afrontarla con responsabilidad y resultados.

¿El Tratado de Libre Comercio, TLC, con Estados Unidos, es el demonio que pinta el senador Jorge Robledo, o el arcángel que defienden los industriales de la Andi y las empresas antioqueñas?
El TLC es importante para el país. Las empresas van a tener que ser muy eficientes, muy productivas y muy competitivas, porque eso no va a ser fácil. Para algunas industrias va a ser más complicado que para otras y el Gobierno Nacional entiendo que les va a dar unos apoyos y unos subsidios a aquellas que presenten debilidades. En general es bueno y aunque la mayoría de la gente le tiene miedo al TLC, nos obliga a ser mucho más eficientes, creativos y productivos.

¿Por qué razón la Organización Ardila Lülle, que da empleo directo a cerca de 30.000 colombianos, insiste en invertir en el país, en contravía de quienes se van con sus capitales a vivir cómodamente en Nueva York?
Porque existe una persona que quiere mucho al país, que cree en él, que vive en él, que apoya al país en todo sentido y sigue trabajando. Esa persona es el doctor Carlos Ardila Lülle.

¡Pongámosle cifras al Postobón de hoy!
Ventas para este año, un billón 250 mil millones de pesos; Patrimonio, un billón 700 mil millones; Deuda financiera, 270 mil millones; Ebitda (Earnings Before Interes Taxes Depretiation and Amortization o ingresos antes de impuestos, depreciación y amortización de diferidos), 320 mil millones; Gente, 9.000 compañeros de trabajo.

¿Cuándo le mencionan Coca-Cola es como recordarle la Emulsión de Scott que su mamá le daba de niño?
Algo parecido… (sonríe). Es un competidor al que hay que respetar y con el cual tenemos que ser no sólo competitivos, sino innovadores y hasta ahora nos ha dado resultado. Creo que Colombia es el único país en Latinoamérica donde una empresa local de bebidas gaseosas, de sus marcas propias hace el 85% de sus ingresos. Lo normal es que un embotellador de cualquier otro país, en promedio, el 75% de las ventas provienen de una franquicia, llámese Coca-Cola o Pepsi-Cola.

Si comparamos los resultados de Coca-Cola Colombia con los de Postobón, ellos participan en menos categorías, porque solamente tienen gaseosas, aguas y bebidas hidratantes, y Postobón tiene gaseosas, aguas, jugos, hidratantes, té y refrescos en polvo. El año pasado Postobón vendió 60 mil millones de pesos más que Coca-Cola en Colombia, pero el Ebitda de Postobón fue el doble de Coca-Cola. 290 mil millones contra casi 150 mil millones.

¿Cuál es la razón?
La diferencia entre una marca propia y una franquicia. Ahí hay más de diez puntos de margen de contribución.

¿Mantener la marca Hipinto es una terquedad de su tío?, ¿una deuda con Santander? ¿o un negocio rentable que significa el 35% del mercado en este departamento?
De pronto no es sólo una terquedad de él, sino también de Héctor Fernando García, porque yo fui gerente de Hipinto cinco años y ahora soy el presidente de Postobón, porque si hay una empresa que yo haya querido es Hipinto, porque me identifico mucho con mi tierra.

Cuando hablamos de Postobón es el grupo, porque si miramos la sociedad Postobón son sólo seis fábricas (Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Bello, Cali y Desquebradas), pero además hay otro tipo de sociedades que son embotelladoras, como Gaseosas Hipinto, Colombiana, Lux, y las regionales, como Gaseosas del Cesar, Nariño, Urabá, Barrancabermeja, Duitama, del Valle o del Llano.

Ese grupo tiene una cantidad de marcas propias, que no es solo Postobón. Es Hipinto, Popular, Freskola, Bretaña, Colombiana o Castalia -en el sur del país-. Esos productos son la fuerza de la empresa. Y si hay un producto que todos estimamos y mucho más el doctor Ardilla Lülle porque fue su creador, es Manzana Postobón, que es el líder.

¿Cómo ve el país de ahora comparado con el de hace cuatro años?
Ha mejorado muchísimo y se ve en las encuestas favorables que tiene el presidente Álvaro Uribe. Voy a soltarle un dato: hace cuatro años Postobón no podía hacer alrededor de 4.000 zonas/día -el recorrido de ventas a cada población- a causa del orden público; en esta época son 300 y esa es una gran diferencia.

Pero si el país ha mejorado tanto, ¿por qué motivo los camiones de Postobón no llegan hoy a Saravena (Arauca)?
Porque falta todavía un poco. Hay que trabajar mucho en este proceso de paz, en sensibilizar a las Farc, ELN, EPL y a otros grupos subversivos que todavía no se reúnen con el resto de los colombianos para buscar la paz.

¿Cuál es el futuro de Postobón?
Hace seis años en el Plan Estratégico de Postobón el objetivo era ser líderes del mercado de bebidas no alcohólicas. Hoy en día ya somos líderes y entonces lo que tenemos que hacer es consolidar ese liderazgo ante actores muy poderosos y competentes. Coca-Cola es el segundo embotellador de Coca-Cola en el mundo, que es el que opera en Colombia, y es la décima cervecería en el mundo, porque aunque en Colombia no vende cerveza hace parte del grupo que tiene marcas como Tecate y Sol. Su gran mercado es México. Sab Miller que es competencia también, no por cerveza, sino porque tienen aguas y jugos, es la segunda cervecería del mundo, y tiene una connotación excepcional de embotelladora porque como cosa extraña es embotellador de Coca-Cola y de Pepsi-Cola. ¿Por qué sucedió eso? Porque cuando compró a Bavaria, ésta tenía tres franquicias de Pepsi, en Bolivia, Panamá y Costa Rica. Entonces hoy tiene esas y las que manejaba en África, Honduras, El Salvador y algunos países de Europa. Ellos tienen una caja muy poderosa, aunque están endeudados en el papel.

Estos próximos tres años van a ser muy agresivos en el mercado de las bebidas.

Sus compañeros de estudio esperarán de grado una agenda electrónica o un celular con todos los ‘juguetes’. ¿Usted qué quiere que le den cuando se reciba como contador de la UNAB?
La matrícula para el próximo pregrado virtual de Administración. (sonríe).

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