Con la ayuda del “doctor Isidro”, las ingenieras biomédicas Luisa Gabriela Martinez Arguello y Angélica Pinilla Galvis, bajo la orientación del profesor de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB), Manuel Hernando Franco Arias, buscan desarrollar un sistema basado en el mecanismo de Respuesta de Voz Interactiva (IVR, por su sigla en inglés) que eduque y prevenga las enfermedades crónicas no transmisibles, enfocado específicamente en el síndrome metabólico.
Este proyecto se realiza en participación con las Empresas Sociales del Estado (ESE) hospitales y centros de salud de los municipios de la provincia de Soto: California, Charta, Tona, Vetas y Sabana de Torres, este último ubicado en la provincia de Yariguíes. “Principalmente, lo que se quiere lograr es beneficiar a la población rural mayor de 20 años que se encuentran zonificados en las ESE participantes en el proyecto”, señala Franco Arias.
De acuerdo con Martínez Agüello, “se seleccionó la población de estos municipios debido a que se encuentran lejos de la cabecera urbana y el área metropolitana de Bucaramanga, por lo cual carecen de instituciones y profesionales de salud especializados, por ende los pacientes deben desplazarse a las grandes ciudades para diagnósticos y tratamientos más especializados aumentando sus gastos por hospedaje y transporte”. Además, se identificó la carencia de la implementación de estrategias, programas o proyectos de prevención, diagnóstico y tratamiento de este síndrome en población rural de Santander.
El trabajo investigativo se centra especialmente en el síndrome metabólico, que según como lo define la Mayo Clinic, es un grupo de trastornos que se presentan al mismo tiempo y aumentan el riesgo de enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2. Estos trastornos incluyen aumento de la presión arterial, niveles altos de azúcar en sangre, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura y niveles anormales de colesterol o triglicéridos.
“Este síndrome se ha convertido en un problema de salud pública a nivel mundial”, indica Pinilla Galvis, “por eso la importancia de actuar en temas de prevención pues de esta manera se disminuye la probabilidad de sufrir enfermedades crónicas no transmisibles como lo es la diabetes tipo II y las enfermedades cardiovasculares”, añade.
Con el sistema IVR, usado cotidianamente por las compañías bancarias y de telefonía (aquello que escuchamos cuando llamamos a una entidad y la voz del operador nos pide digitar uno o dos o tres para poder dirigirnos a servicios distintos), y llamado en este caso “Doctor Isidro” (un personaje ficticio con acento santandereano), encargado de llamar a los habitantes de las provincias y pedirles que opriman un número del teclado para conocer sus hábitos alimenticios y de salud, se obtendrá una base con información valiosa que luego será analizada para conocer la cantidad de personas en los municipios participantes en la que se evidenciará el estado de actividad física bajo, el consumo de sustancias psicoactivas y de bebidas alcohólicas o fermentadas de la población.
Los resultados obtenidos se socializarán con las ESE y las secretarías de salud de cada municipio participante, con el fin de que sean una guía que permita generar planes de acción, programas de promoción de buenos hábitos de vida y prevención de enfermedades relacionadas al síndrome, así como brindar un mayor seguimiento al estado de salud de la comunidad que se encuentre en riesgo de desarrollarlo.
