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Rusia-Ucrania, pasado turbio y presente explosivo

Mar 9, 2022 | Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

Por Pastor Virviescas Gómez

El mundo está con los pelos de punta desde el 24 de febrero, día en el que el presidente Vladímir Vladímirovich Putin ordenó el ataque armado contra Ucrania con el pretexto de defender a la población rusófona residente en ese país e impedir su ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

¿Cuáles son las causas reales? ¿Hasta dónde escalará esta crisis que hace palidecer las horas más críticas de la ‘Guerra Fría? ¿Morderán el anzuelo las demás potencias? ¿Se desencadenará una guerra con armas nucleares? ¿Quiénes ganan con este caos? Estas fueron algunas de las preguntas que el analista ecuatoriano Alan Cathey Dávalos, con la moderación del abogado José Luis Ramírez León y la invitación del Programa de Derecho de la UNAB que cumple 50 años, abordó el viernes 4 de marzo.

Con un recuento de aspectos militares, así como de derecho, economía y geopolítica, Cathey explicó qué ha pasado en los últimos cien años desde cuando el imperio ruso se derrumbó en 1917 y luego se constituyó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, de la que Ucrania (arrasada por los nazis en la II Guerra Mundial) formó parte hasta que en 1991 se disolvió la URSS y su territorio se dividió en 15 repúblicas independientes.

A pesar de ser considerada por la fertilidad de sus tierras ‘el granero de Europa’, Ucrania padeció la dictadura de Iósif Stalin, quien la llevó a una hambruna que dejó entre cuatro y seis millones de muertos, conocida como el ‘Holocausto del hambre’ u ‘Holodomor’, capítulo que en palabras de Cathey quedó grabado a fuego en el alma de los ucranios que perdieron una parte considerable de su población por la decisión del llamado ‘Hombre de acero’, quien pasó a la historia por sus métodos implacables y la purga antisemita.

Repoblada con rusos llevados a la fuerza por Stalin, su sucesor Nikita Jrushchov realizó un desagravio con Ucrania entregándole la administración de la península de Crimea, hasta que en 2014 huyó su presidente Víktor Yanukóvich y en un golpe de mano el exagente del KGB les volvió a arrebatar ese territorio sin que la comunidad internacional pestañeara.

Heridas abiertas a las que suma el reciente reconocimiento por parte de Moscú a Donetsk y Lugansk como repúblicas separatistas y con ello el envío de tropas y misiles contra su territorio de 603 mil kilómetros cuadrados, incluida su capital Kiev.

“Suponiendo que finalmente derrote a Ucrania y la ocupe, habrá que ver cómo le va al ejército ruso como fuerza de ocupación, teniendo en cuenta el resentimiento de los ucranios después de tanta destrucción, además de tantos muertos y cientos de miles de migrantes que hemos visto. Si miramos el antecedente de Afganistán (1978-1992), no creemos que le espere un gran futuro a Rusia en Ucrania”, enfatizó Cathey, quien sin titubear tilda a Putin de “mentiroso” y señala que con este episodio la más grave pérdida que han sufrido Rusia y su presidente ha sido además de su imagen, su credibilidad. “Cualquier cosa que en adelante afirme, por más verdadera que pueda ser, quién le va a creer”, acotó.

En su opinión, las sanciones encabezadas por Estados Unidos y la Unión Europea golpearán de manera contundente a Putin así como a su círculo de poder y a los oligarcas de ese país –uno de los cuales se da el lujo de tener un yate que cuesta 600 millones de euros–, pero también a los 144 millones de rusos. A comienzos de 2022 a Cathey le parecía descabellado pensar en un conflicto que llegue a involucrar armamento nuclear o que Putin atacara a Ucrania, así que al ritmo vertiginoso que se está deteriorando la situación el internacionalista prefiere no hacer predicciones. Solo sentencia: “La posibilidad de una guerra nuclear existe sí, pero entraría dentro de la categoría del suicidio colectivo”.

Ucrania además de gran productor de alimentos para Europa, cuenta con una industria pesada y recursos mineros significativos hierro, carbón, manganeso y vanadio, que son apetecidos por Rusia. Cathey considera que no hay posibilidad real que el presidente Volodímir Oleksándrovich Zelenski haga que su país pueda ingresar a la OTAN, lo cual sería un acto provocativo hacia Rusia, pero de lo que sí está convencido es que la principal preocupación de Putin “es que al lado suyo pueda existir una democracia exitosa y que al otro lado de la frontera haya una sociedad en marcha que progresa”.

También asevera que no ve a Putin tambaleando o cayendo. “La sociedad rusa está acostumbrada a la autocracia. Nunca ha experimentado un baño de democracia. No está dentro del alma rusa este concepto. La dependencia total de la población respecto del líder es muy profunda”, manifiesta este investigador para quien el pecado mortal de Occidente ha sido permitir que Rusia se mantenga como dictadura, como modelo de negación de las libertades y los derechos humanos.

“Putin se cree un redentor mesiánico. Él se considera un nuevo Iván el Terrible (el primer zar), un predestinado de la historia para convertirse en héroe nacional, pero como se le acaba el tiempo trata de acelerar los ritmos. ¿Qué ha conseguido? Una unidad europea y que Europa se vaya a rearmar. Rusia no puede entrar en una carrera armamentista con una región que tiene un Producto Interno Bruto (PIB) treinta veces superior al suyo”, recalca. (Figuraba en el puesto 11 debajo de países como Italia y Corea del Sur, y ligeramente por encima de Brasil).

China será la puerta que más temprano que tarde tendrá que tocar Putin, así corra el riesgo de convertirse en un estado vasallo, pero otros países como Irán también sacarán provecho de la crisis, ya que dadas sus reservas petroleras podría negociar de mejor manera el tema nuclear para que esos recursos asista a Europa en un momento de necesidad. Habrá que ver si a Teherán le interesa. Otros como India dependen del armamento que les vende Moscú y por lo tanto se abstienen de votar resoluciones de condena en el Consejo de Seguridad de la ONU. Y claro, los mercaderes de la muerte junto a los fabricantes de armas, en esta y en todas las guerras obtendrán enormes dividendos.

 

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