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Viaje al pasado y aterrizaje en el presente

Mar 18, 2022 | Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

Por Pastor Virviescas Gómez

Dos exdecanos y ocho profesores acapararon la atención del tercer día de celebración de los 50 años del Programa de Derecho UNAB. A primera hora del viernes 18 de marzo Jorge Antonio Castillo Rugeles y Jorge Eduardo Lamo Gómez, con la moderación de su también colega Juan Carlos Acuña Gutiérrez –hoy Secretario General y Jurídico de la Universidad–, desprovistos de acartonamientos realizaron un entretenido viaje desde los orígenes hasta el presente.

Castillo Rugeles mencionó de entrada su gratitud por retornar a su tierra natal y por reencontrarse con caras amigas que llevaba tiempo sin ver, algunos desde cuando los conoció en las clases desarrolladas en los Bloques G, H y J. El también expresidente de la Corte Suprema de Justicia, dijo que ha sido testigo de la consolidación de la que viera como una planta recién nacida y cómo hoy el Programa de Derecho significa tanto dentro del contexto local y nacional.

Lamo Gómez, por su parte, recordó cómo por invitación de Alfonso Gómez Gómez y Álvaro Rey Ramírez asumió la cátedra de Derecho Laboral General, en un país en el que el sistema jurídico y político gracias al Pacto de Sitges y Benidorm puso fin a un absurdo enfrentamiento entre conservadores y liberales. De los inicios en la ‘Casa del Diablo’, Lamo Gómez mencionó que “cuando había dos cursos de una misma asignatura y se unían para recibir alguna clase, la Universidad tenía el muy buen tino de pagar el doble”. De paso desmintió que los ruidos que se escuchaban en el techo de la edificación fueran causados por el alma en pena de Don David Puyana y afirmó que eran los gatos que retozaban en las noches mientras se desarrollaba la jornada académica.

“Allí nos fuimos formando y digo nos fuimos porque nosotros también nos formamos alrededor de ideas fundamentales como el pluralismo, la tolerancia y el respeto. Y asistimos  a episodios como el crecimiento de la insurgencia, e incluso algunos de nuestros estudiantes pertenecieron a células urbanas”, señaló Lamo Gómez, mencionando dentro del respeto por las ideas a defensores de los derechos humanos como el graduado Eduardo Matías y el profesor Alonso Carrascal Conde, hasta Iván Ortega Motta, “quien era falangista y lloraba ante la tumba de Francisco Franco”.

En su mente y en el Auditorio Mayor estaba presente el hoy profesor Mauricio Rodríguez, “quien conmigo perdió el preparatorio de Laboral y cuando volvió le dije: ‘el caballero repite’ y pasó’, dijo Lamo Gómez. Lo mismo que el periplo como estudiante de posgrado de la hoy Procuradora General de la Nación, Margarita Leonor Cabello Blanco, quien venía desde Barranquilla con el propósito de consultar de manera reiterada a Castillo Rugeles como autoridad en Derecho de Familia.

Después hablaron de los comienzos de los programas de posgrado de Derecho –los primeros en la ciudad–, por iniciativa de Gabriel Burgos Mantilla –decano y después Rector de la UNAB–, gracias a su cercanía con Fernando Hinestroza, rector del Externado de Colombia. El propio Hinestroza, así como Antonio Rocha, Ramiro Bejarano, Hernán Fabio López y Alfonso Reyes Echandía –inmolado en toma y retoma del Palacio de Justicia– fueron de los primeros profesores que se desplazaban desde Bogotá para dictar clases presenciales o grabarlas en casetes de betamax, algunas de las cuales se conservan y no pueden correr la misma suerte de la colección de la Gaceta Judicial que terminó en El Carrasco. Hasta Alejandro Ordóñez Maldonado, luego procurador general y hoy embajador ante la OEA, fue docente pero no se sintió muy cómodo.

Por esos años se observaban los buses que venían los miércoles de madrugada con estudiantes de diferentes capitales del país, especialmente de la Costa Caribe y el Programa de Derecho de la UNAB se decía que tenía más alumnos en los posgrados de Penal, Administrativo, Comercial, Público y de Familia, entre otros, que de pregrado. Hasta que en 1993 se dio el punto de quiebre en la relación con el Externado y se produjo lo que Castillo Rugeles denomina el “divorcio no de común acuerdo sino contencioso” entre las dos instituciones que crearon un sistema desescolarizado ejemplar. Tuvieron tiempo para rendirle un homenaje a Laureano Gómez Serrano, con quien Castillo concibió la primera maestría en Derecho de Familia que se abrió en Colombia, así como de mencionar la extensión a El Yopal – Casanare con Unisangil y Armenia con la Corporación Alexander von Humboldt, entre tantos tópicos .

Castillo Rugeles reconoció que durante varios semestres creyó que cuando los estudiantes le decían que iban a “La Rectoría” se referían a despacho del Rector, hasta que descubrió que se trataba de la cafetería-bar de propiedad del docente Álvaro Rueda Ardila, quien junto a Iván Santos Ballesteros, Gustavo Galvis Arenas, Mauricio Enrique Rodríguez, Ruth Adriana Ruiz, Pablo Andrés Delgado, Juan Carlos Díaz y Sergio Julián Santoyo participaron en el siguiente encuentro de la mañana.

Galvis Arenas expresó su alegría de retornar a la UNAB, y a raíz de las recientes elecciones parlamentarias hizo un recuento de sus largos años como docente de Historia de las Ideas Políticas y Derecho Constitucional, asegurando que en los pasados comicios “hubo de todo menos ideas políticas. Es sorprendente, desilusionante y triste que acá en Colombia mientras en todo el mundo existen las ideas políticas, acá no existen”. Espero, afirmó, que los estudiantes de ahora sean mejores que los de mi época, porque el mundo debe ir para adelante, creciendo en sabiduría y en diseño del Estado.  

Santos Ballesteros, quien estuvo vinculado más de cuarenta años al Programa de Derecho, saludó a sus ‘compañeros de lucha’ y contó que se vinculó a la UNAB como profesor de Derecho Agrario, deplorando que esta cátedra haya desaparecido de los planes de estudio. Admitió que la más grande felicidad que le ha dado la vida fue ser maestro y encontrarse con graduados de la UNAB que triunfan y superan a sus docentes.

Álvaro Rueda aprovechó para aclarar que quien bautizó así ese local de diversión fue el propio decano Lamo Gómez, donde el magistrado Manuel Gaona Cruz tuvo su última reunión social antes de viajar a Bogotá en noviembre de 1985 y caer bajo las balas de la guerrilla del M–19 y del Ejército de Colombia.

El cierre de los tres días corrió por cuenta del abogado UNAB, José Luis Ramírez León, quien se desempeña como asesor del Secretario General de la OEA, planteó la pregunta: ¿Hacia un nuevo orden internacional?, para profundizar luego en la invasión rusa a Ucrania.

Según Ramírez León y a título personal, dentro de los reales motivos del presidente Vladimir Putin está ubicarse de nuevo como potencia mundial y reconstruir la Unión Soviética con Ucrania como parte de ella o volver al Imperio Zarista. También tildó al mandatario ruso de fascista, misógino, autócrata, maestro de la propaganda y mentiroso cuando dice que si Ucrania ingresa a la OTAN le pueden instalar misiles nucleares que apunten a Moscú.

“Desde que empezó la guerra, Putin la perdió desde el punto de vista de imagen, pero también desde lo jurídico porque es el agresor”, dijo Ramírez León, para quien Ucrania podría ser vencida militarmente por el segundo ejército del mundo, pero Putin tendría que trasladar miles de soldados solo para controlar el orden, mientras ya está siendo calificado de criminal de guerra, quedando como un paria a nivel internacional.

Desde su perspectiva, a raíz de este conflicto estamos asistiendo a un cambio de época y sí o sí habrá un nuevo orden internacional. “Abran la mente. No podemos seguir con esa mentalidad parroquial. Que el mundo no se nos acabe en Girón ni en Piedecuesta. El mundo es muchísimo más amplio y sigue evolucionando”, fue la invitación de Ramírez.

La decana Lilia Aideé Velasco Abril clausuró el evento agradeciendo a quienes lo hicieron posible y dijo que desde ya se emprende el camino hacia el centenario formando ciudadanos globales, reflexivos, críticos, tolerantes y con sensibilidad humana. 

 

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