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Santander quiere convertirse en un ecosistema para la innovación

Abr 10, 2012 | Institucional

Por Ricardo Jaramillo P.
“Las empresas de Santander tienen talento y potencial para crecer, pero limitan sus servicios a los ámbitos regional y nacional”. La afirmación es de Burton Lee, experto estadounidense en el desarrollo de ecosistemas para la innovación, quien estuvo en la UNAB el martes 27 de marzo como conferencista principal del seminario internacional “Estrategias para la creación y generación de oportunidades para innovar y diferenciarse de los competidores”, organizado por la Facultad de Ingeniería de Sistemas y el Cluster de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en Santander.

Lee, profesor de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Stanford, es reconocido internacionalmente por ser uno de los asesores de Silicon Valley (Valle del silicio) región ubicada al sur del área de la Bahía de San Francisco (Estados Unidos) y que se caracteriza por la alta concentración de empresas basadas en tecnología e innovación. En la UNAB estuvo acompañado por Constanza Nieto, presidenta de la firma Global Tech Bridge, cuya sede está en Silicon Valley.

Nieto dijo que la mejor manera de generar cosas nuevas es “con la conexión de personas de diferentes disciplinas” y agregó que “un ecosistema es algo que está conformado por diferentes grupos de personas que buscan un fin común. En Silicon Valley el objetivo es apoyar la creación de innovación y la creación de empresas y hay muchos actores que apoyan ese proceso; lo que llamamos ‘ecosistema para la innovación’ es ese conjunto de actores que apoyan a los emprendedores que desarrollan cosas nuevas: universidades, el Gobierno, la industria misma, los inversionistas, incubadoras de empresas, parques tecnológicos, etc. todos los elementos que se crean para facilitarle la vida al emprendedor”.

Por su parte, Lee afirmó que los empresarios de Santander pueden encontrar la diferenciación y la innovación en varias fuentes: “Las universidades pueden ser fuentes de propiedad intelectual que puede comercializarse, hemos visto esta mañana (martes 27 de marzo) una firma que utiliza propiedad intelectual de las facultades de Química e Ingeniería Química de la UIS; segundo, las ideas propias que tengan potencial para encontrar clientes en mercados a nivel global, que sean productos agrícolas, de alimentación, tecnología informática o de otras tecnologías, hemos visto buenos ejemplos de empresas aquí que han creado sus propias ideas, en tres o cuatro años las han desarrollado con sus propios fondos, pero desafortunadamente no tienen visión o recursos para traer esos productos o servicios a nivel global; la innovación y la visión global tienen que ir juntos, porque si no hay visión global es difícil atraer inversionistas”.

Los dos coincidieron en afirmar que es un error decir que Santander pretenda convertirse en el ‘Silicon Valley de Latinoamérica”.

“No se deben crear expectativas de que algún día pueda llegar a ser como esa zona de Estados Unidos, porque allí hay muchas características que son difíciles de replicar, lo que sí podemos trabajar es en crear un Ecosistema de innovación que trabaje armónicamente para apoyar la innovación y el emprendimiento”, afirmó Nieto.

Frente a las fortalezas y debilidades de la región, Lee sostuvo: “Santander tiene algunos elementos, pero hay otros que faltan; el más fuerte que hemos visto es que hay buenas compañías con productos tecnológicos buenos y con equipos de dirección técnica muy buena; estas firmas tienen más probabilidad en el corto plazo de ser escalables, de crecer rápidamente y generar un impacto en el mercado global. Una o dos de estas compañías han generado su propiedad intelectual a raíz de las universidades, pero la mayoría han desarrollado su exclusiva propiedad intelectual; así que para desarrollar el potencial de la región es importante que las universidades puedan hacer adecuadamente la transferencia de tecnología a las compañías. Las universidades tienen que abrirse más, tienen que desarrollar métodos y mecanismos para interactuar con las empresas regularmente”.

Para Nieto, si una región quiere desarrollar un ecosistema para la innovación debe darle más importancia a las ganas de los actores que a la inversión. “Más que una fuerte inversión de dinero, se necesita voluntad política; tenemos que crear algunos mecanismos para que las cosas se den, no necesariamente todo es dinero; por ejemplo, las universidades hacen cosas interesantes pero tienen trabas legales para transferir la investigación que hacen, no se la pueden pasar a los empresarios para que creen empresas con ellos porque no tienen mecanismos legales para hacerlo. Lo que se necesita es que todos identifiquemos esas posibilidades interesantes y creemos mecanismos para facilitarlas”.

Citó a Chile como el ejemplo más reciente de voluntad para crear ecosistemas para la innovación. “Ese país está creando espacios tecnológicos en los que las universidades y el Gobierno aportan; brindan incentivos para llevar talento hacia el país, invitan a los empresarios del mundo a que si quieren crear sus empresas allá les dan un capital semilla de 40 mil dólares, etc.; acciones de ese estilo son interesantes y Chile ha sido agresivo en ese aspecto”; Lee agregó: “Brasil es probablemente el país más avanzado en crear un Ecosistema para la innovación aunque está en una etapa temprana; vemos un número creciente de empresas ‘start up’ (negocios con una historia de funcionamiento limitada, pero con grandes posibilidades de crecimiento) de Brasil en Silicon Valley; México también lo está haciendo pero en pasos pequeños pero necesita trabajar y hacer más”.

El experto invitó a las universidades a que motiven más a sus estudiantes sobre el tema. “Deben darles apoyo económico para los semilleros o clubes de investigación; los estudiantes reciben poco apoyo financiero de las universidades para poder interactuar con equipos, probar tecnología dentro de la universidad. La universidad puede proveer espacios y algunos equipos para que los estudiantes puedan trabajar e interactuar con esos equipos, pero adicionalmente las empresas también deberían apoyar con recursos económicos a esos estudiantes”.

           

 

 

 

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