Seleccionar página

Sergio Andrés Marín Blanco, un abogado de grandes retos

May 27, 2016 | Institucional

Sergio Andrés Marín Blanco graduado del programa de derecho, culminó sus estudios de Maestría en “Intercultural Human Rights” en la St. Thomas University de Miami. Comparte con la comunidad UNAB parte de su historia en la que motiva a los graduados para que se atrevan a continuar sus estudios de posgrado antes de iniciar su vida laboral  y los invita a prepararse académicamente para defender sus derechos.
 
“Nunca dejen sus principios, luchen porque la vida laboral no absorba los ideales de cambio que caracteriza a la juventud”. 
 
¿Porqué decidió estudiar Derecho en la UNAB?
 
Cuando se toman decisiones son muchos factores a tener en cuenta. En mi caso al volver aquí a mi ciudad tuvimos una reunión familiar y junto con mi hermana decidimos estudiar en la UNAB por su calidad y prestigio, ya que ofrecía los programas académicos que nos interesaban. A mí, Derecho por cuanto estaba haciendo parte desde mis 16 años de la Juventudes del Movimiento MIRA. 
 
¿Qué lo impulsó a tomar la decisión de viajar al exterior e iniciar el programa de Maestría en Intercultural Human Rights en la St. Thomas University de Miami? 
 
En 2012 en un viaje a Estados Unidos, tuve conocimiento del programa, pero solo me decidí en 2014 luego de vivir personalmente situaciones donde a mí y a mi colectivo nos vulneraron seriamente nuestros Derechos Humanos, entre ellos la libertad de cultos, eso motivó fuertemente mi decisión de irme, tomarme un respiro y aprender un poco más de la temática y la cultura.
 
En general ¿qué fue lo que más le impactó de su experiencia en el exterior?
 
Poder ver que muchas cosas que aquí planteamos en las leyes, se pueden lograr, que es necesaria la disciplina y el orden, y que las sociedades se transforman a través del cambio del ser y del respeto al prójimo. Que la cultura de las sociedades es algo que está ahí siempre y que debemos entender la nuestra para mejorar como individuos y dar el mejor aporte que la sociedad espera de nosotros. Avanzar en colectivo.
 
¿Están preparados los estudiantes UNAB, para asumir este reto?
 
Los Derechos Humanos lo pueden estudiar profesionales de todas las carreras, si bien en su mayoría éramos abogados. Particularmente los estudiantes de derecho de la UNAB están mejor preparados por cuanto aquí se fomentan los análisis Jurisprudenciales a diferencia de otras facultades, así que al ir a estudiar bajo un sistema del common law se lleva una gran ventaja. Igual en la parte interpersonal la Universidad nos enseña la Autonomía del ser, que va a ayudarnos a tener buenas relaciones interpersonales.
 
¿Cuál es su consejo para los jóvenes recién graduados que en este momento están decidiendo, entre, continuar su formación académica o iniciar su vida laboral?
 
Todos los días estamos aprendiendo. Con el pasar de los días vamos conociendo también más nuestros gustos, y el iniciar la actividad laboral permite afinar más esas preferencias. Recomendaría que si pueden tomar oportunidades académicas posteriores al Pregrado cuanto mejor. Lo otro es que nunca dejen sus principios, que luchen porque la vida laboral no absorba sus ideales de cambio que caracteriza a la juventud. 
 
¿Cómo ve a la UNAB desde afuera, como graduado?
 
Me siento afortunado de haber estudiado aquí por la forma en que se da el proceso de enseñanza, porque es una casa de puertas abiertas y así mismo es la mentalidad que se inculca. Cada día me sorprendo cómo la UNAB va creciendo, en su infraestructura pero también en calidad. Definitivamente hay un sentido de pertenencia, se lleva el sello a donde sea que se va. De mi círculo social hoy hacen parte excompañeros y docentes, a quienes encuentro en todos los diferentes escenarios especialmente de lo público, me da mucha alegría cada vez que me encuentro a uno de ellos, me alegra ver sus logros y progreso que en buena parte se la debemos a Dios y a la educación que logramos obtener.
Ir al contenido