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Sobreviviendo al Sida

May 7, 2007 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

Por Sergio Augusto S?nchez y Viviana Vega
ssanchez7@unab.edu.co
Cuando Luz Marina Buenahora, de 36 a?os y madre de cuatro hijos, escuch? por la radio que hab?an descubierto un nuevo caso de Sida en un menor de edad, jam?s se imagin? que se trataba de su hijo Miguel, de tan s?lo 14 meses de nacido. "Ese d?a yo baj? del pueblo a reclamar los ex?menes del ni?o que estaba muy enfermito. Me dieron la mala noticia y no lo pod?a creer", expresa. Su hijo hab?a ingresado al Hospital Universitario de Santander, HUS, por una infecci?n urinaria, sin embargo, estaba infectado con el VIH. Inmediatamente se solicitaron las pruebas pertinentes para comprobar si ella tambi?n portaba la enfermedad: los resultados indicaban que ella era VIH positivo. "Apenas lo supe pens? en matar al ni?o, en matarme yo, no ve?a ninguna otra posibilidad sino la de quitarnos la vida", recuerda con tristeza. De eso hace cuatro a?os, y desde entonces Luz Marina y Miguel han luchado constantemente contra una enfermedad mortal.

Frente a la realidad
"Al principio mi mam? no lo pod?a aceptar, me dec?a que yo no ten?a nada. Es muy dif?cil sobrellevar la enfermedad, yo no quer?a dec?rselo a los otros 3 pelados, s?lo un 25 de diciembre tuve el valor de contarles", declara Buenahora, recordando la Navidad en la que tuvo que notificarles a sus otros hijos que ella y su hermano Miguel estaban infectados con el virus. "Lo primero que me preguntaron era que si nos ?bamos a morir, y yo les respond? con gracia que todos nos vamos a morir cuando Dios quiera".

A pesar del miedo que le produc?a la idea de contarle a su familia, Luz Marina encontr? en ellos el apoyo necesario para luchar. De hecho, recibi? ayuda de la Pastoral Social de la iglesia de su barrio para conseguir trabajo por un tiempo y salir adelante los primeros a?os de su padecimiento.

"Lo m?s duro de todo esto es la reacci?n de la gente, porque no quiero que algunos se horroricen o le tengan l?stima a mi ni?o", afirma Buenahora para referirse al mayor problema que deben enfrentar los enfermos de sida: el rechazo. "Hay mucha ignorancia, la gente cree que hablando con uno se va a contagiar, eso le dificulta a uno lo que le queda de vida.", a?ade.

Como si no fuera suficiente con la fragilidad de sus vidas y los prejuicios sociales, los pacientes con VIH deben sortear los inconvenientes del precario sistema de salud colombiano, que enreda a los enfermos de alto riesgo en tr?mites burocr?ticos.

"Tan pronto salgo de consulta me toca poner tutela porque si no me ?toman el pelo? y me dejan sin droga qui?n sabe hasta cuando, se demoran ocho o m?s d?as en eso, el otro d?a me quedaron debiendo un frasquito, tardaron un mes en entreg?rmelo", comenta Buenahora.

La vida contin?a
Desde 1981, a?o en que se identific? la enfermedad y se registraron los primeros casos en el mundo, todav?a no se ha inventado una vacuna para el VIH ni se ha encontrado una cura definitiva.

No obstante, muchos pacientes logran alargar su vida tomando medicamentos.

Ese es el caso de Luz Marina, quien ha sabido luchar con la muerte por casi cuatro a?os: "Yo estoy juiciosa tomando la droga que me manda el m?dico, y Miguelito tambi?n sigue el tratamiento con juicio aunque no sepa ni de qu? est? enfermo", enfatiza.

Ahora est? desempleada, en estos d?as su compa?ero la va a abandonar, se va de nuevo para el campo porque no se sinti? a gusto en la ciudad. En ocasiones, toda su fuerza logra verse mermada: "Ni siquiera puedo llorar, porque el doctor dice que cuando lloro se me bajan las defensas y las enfermedades atacan con m?s fuerza. Hay d?as muy tristes en los que me deprimo, aunque yo creo que eso les pasa a todos as? no est?n enfermos", comenta con falsa alegr?a.

A pesar de todo, Luz Marina sigue aferr?ndose a la vida. "Me toca ser fuerte, sobre todo por el ni?o, porque si yo me muero no s? qui?n me lo vaya a cuidar", afirma con valent?a.

El Sida en Santander
Seg?n el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida, Onusida, casi 40 millones de personas viven d?a a d?a la epidemia del Sida en todo el mundo. En Am?rica Latina hay 1,7 millones y Colombia es el tercer pa?s en reporte despu?s de Argentina y Brasil.

El portador es aquel que tiene el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) pero a?n no presenta los s?ntomas y quien tiene Sida (S?ndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) es el que ya desarroll? la enfermedad.

El primer caso de Sida registrado en Santander fue en 1986, y hasta octubre del a?o pasado van 2.343 casos notificados a la Secretar?a de Salud del departamento. El foco de la enfermedad est? en Bucaramanga, con 1.516 personas, seguido por Barrancabermeja con 293.

Del total de casos registrados, 45% s?lo son portadores del virus VIH y el 17% tienen el s?ndrome, 10% ya fallecieron y del 28% restante no se sabe su situaci?n. La mayor?a de los casos se presentaron en personas entre los 25 y 34 a?os y la poblaci?n masculina es la m?s afectada: por cada mujer infectada hay tres hombres.

El modo de contagio m?s frecuente sigue siendo el contacto sexual y, a pesar de todas las prevenciones en este ?mbito, las cifras siguen en aumento. "La gente tiene el conocimiento de c?mo prevenirlo con el uso del cond?n, pero piensa que eso no les va a suceder y esto es lo m?s dif?cil de cambiar", afirma Samara Reyes, directora administrativa de la Fundaci?n Infovihda, organizaci?n especializada en la atenci?n de esta enfermedad en el departamento.

Adem?s de apoyar a pacientes diagnosticados, tambi?n maneja programas de prevenci?n y ofrece asesor?a jur?dica frente a los problemas que se presentan con los sistemas de salud, porque los tratamientos del sida y de la enfermedad renal son los m?s costosos.

"La toma de la prueba de Elisa, para diagnosticar el VIH, es muy cara y no la cubre ning?n seguro. Es m?s, el POS (Plan Obligatorio de Salud) no abarca el valor de los medicamentos y muchos pacientes tienen que poner tutelas para que se los den", explica Reyes.

La desinformaci?n sobre el VIH/sida a?n es mucha y debido a esto surgen prejuicios sobre los infectados. Uno de los m?s generalizados es el que dice que s?lo la poblaci?n homosexual puede tener el virus. Pero las cifras muestran lo contrario: en el 50% de los casos en Santander son heterosexuales y s?lo un 10% son homosexuales.

La discriminaci?n en el campo laboral tambi?n es frecuente y esto agrava a?n m?s la situaci?n. "Si no tienen empleo, tampoco nutrici?n y esto perjudica visiblemente el estado del paciente", expone la funcionaria.

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