Por Édgar Alfonso
Claudia María Zea Restrepo, directora del portal de Internet Colombia Aprende y asesora de nuevas tecnologías del Ministerio de Educación, cree que ni siquiera los países desarrollados tienen claro cuál es la mejor manera de aplicar las tecnologías de la información a las aulas de clase. Sin embargo, asegura que con el Plan de Informática Educativa del Gobierno se está superando el aislamiento de algunas regiones.
Zea asistió como conferencista al Segundo Encuentro de Lecciones Aprendidas de Computadores para Educar, el programa estatal que se encarga de potenciar computadores dados de baja por las empresas y llevarlos a escuelas del país. En este proyecto, la UNAB participa como institución capacitadora. La actividad se realizó en el Campus Central el 28 y 29 de abril. Durante el evento, profesores y niños de 56 escuelas rurales de Santander, Arauca y Norte de Santander expusieron sus experiencias sobre el salto que dieron de usar pizarra y tiza a diseñar páginas web.
¿Qué busca el Mineducación con sus proyectos de incorporación de nuevas tecnologías a las escuelas?
Mejorar la calidad de la educación, ampliar la cobertura y fomentar la eficiencia del sector educativo. En términos de la calidad, queremos que los niños tengan un mejor aprendizaje y que desarrollen sus competencias ciudadanas, matemáticas, científicas y lingüísticas. En cobertura, queremos que se fomenten mucho los programas virtuales y, desde la eficiencia, mejorar todos los sistemas de información para que Colombia tenga acceso a ese conocimiento.
¿Existe el dinero para alcanzar esas metas?
Esto es un esfuerzo que tiene que ser entre todos. El Estado ha destinado muchos recursos. En el sistema de conectividad, el presupuesto del proyecto es de alrededor de $140 mil millones. En Computadores para Educar se está invirtiendo también una buena suma de dinero. El Ministerio de Educación, las secretarías de Educación, los alcaldes y la comunidad están poniendo de su parte.
¿A qué obstáculos se enfrentan iniciativas como la de llevar computadores al campo?
Tener equidad, porque es difícil que los programas puedan llegar a todos. No tenemos suficientes tecnologías para el proceso de conectividad. Otro inconveniente es la rechazo del docente al cambio, pero una vez empieza a ver el potencial que tiene allí y cómo cambian su relaciones en el aula, cómo los niños van aprendiendo más rápidamente, cambia esa actitud y se entusiasma.
¿Qué tan atrasado está nuestro sistema educativo con respecto a otros países?
En Colombia tenemos que hacer un gran esfuerzo para que la tecnología le llegue al docente, porque en este momento sólo un 10% de los docentes del país tienen ese conocimiento. Colombia lleva muchos años trabajando en el tema de la informática educativa, pero proyectos muy fraccionados. Ahora hemos tratado de articular esos procesos porque si trabajamos todos en forma colaborativa y en alianzas estratégicas podremos atender una mayor población. En esto todos los países estamos aprendiendo y ni siquiera los desarrollados han encontrado todavía un verdadero impacto con el uso de las tecnologías.
¿De qué le sirve a un niño del campo, que vive en condiciones de pobreza, aprender a manejar un computador?
Muchísimo. Por ejemplo, en el departamento de Caldas, en todas las instituciones rurales que trabajan con la metodología de escuela nueva los niños trabajan proyectos colaborativos no sólo con los de la misma región sino que en este momento tienen el apoyo de niños de Canadá, Europa y Afganistán. Entonces ese intercambio cultural les favorece muchísimo. Inclusive han llegado a desarrollar estrategias de comercio electrónico: algunos exportan sus artesanías de guadua o café. Entonces un niño que habita el campo puede encontrar en la tecnología conocimientos que puede aplicar a su parcela.
Este año Computadores para Educar duplicó el número de instituciones a las que llega en Santander. ¿En el resto del país cómo ha crecido este programa?
El programa ha tenido muy buen apoyo del sector empresarial con la donación de computadores. El Ministerio de Educación ha pedido a Computadores para Educar que duplique su capacidad de acondicionamiento de estas máquinas para poder llegar a más instituciones. El año pasado se duplicó esa capacidad y eso implica que más escuelas se han beneficiado. Por eso, instituciones como la UNAB tienen a su cargo más instituciones este año.
