Voy a aprovechar para compartir con ustedes mi experiencia como egresado y tocar un tema algo nuevo y muy de moda en estos momentos: La ingeniería biomédica.
Me gradué en diciembre de 2007. Luego de finalizar el servicio social obligatorio. En agosto de 2008 vine a España a realizar un Máster en Ingeniería Biomédica en la Universidad Politécnica de Valencia. Al principio la verdad es que tenía otra idea de lo que sería y lo que menos pensé es que en verdad fuera tal cual una ingeniería, a pesar de que el nombre del máster ya lo advertía. En el curso, entre aproximadamente 30 estudiantes, sólo 3 éramos médicos. La primera clase vimos lo que se venía, una ingeniería en toda regla, con clases de cálculo, mecánica, electrónica etc…. Ya se pondrán imaginar la cara de los tres, con el tablero lleno de ecuaciones “muy sencillas”, y que aunque el profesor intentara explicarlo con plastilina, manzanitas y peras, no lograríamos entender sino después de interminables horas de estudio. Pues era de esperarse que con un nivel de matemáticas de 5to primaria y ayudados por la calculadora del celular (de la que tantas veces echábamos mano para calcular una dosis por peso), no se pudiera resolver una ecuación de segundo grado. De hecho ni con calculadora nos las arreglábamos porque, ese aparato desconocido para los médicos era bastante complejo para manejar. Entonces, ahí es cuando salen las cosas que se aprenden en nuestra carrera, como la disciplina.
Las clases empiezan a ponerse más interesantes a medida que avanza el máster y en este momento después de haber finalizado todas las asignaturas y estar terminando el trabajo final, me parece que aún estoy empezando. Y es que esta área abarca muchas otras y dos o tres años parecen poco tiempo para todo lo que hay. Diferentes áreas de la ingeniería abarcan los distintos campos en medicina para encontrar soluciones. Desde biomateriales, biomecánica hasta electromedicina, informática y telecomunicaciones. Todas avocadas a resolver los distintos problemas de la Medicina. Los ingenieros están trasladando sus conocimientos a los distintos campos de la Medicina, y cabe resaltar que el abordaje y los planteamientos de los ingenieros para resolver los problemas difieren de la forma en que lo hacemos los médicos. Entre ambos hay una sinergia increíble además de ser complementarios.
La industria de las tecnologías en salud presenta un panorama muy prometedor. La crisis económica le ha dado un impulso importante al trasladarse la inversión del sector de la construcción a otros sectores, en mayor proporción al de energías renovables y al de tecnologías sanitarias. Alemania y Estados Unidos lideran el desarrollo de esta industria, sin desconocer que otros países como Holanda, Dinamarca, Reino Unido, Japón, México, Brasil y por supuesto España han contribuido de manera importante. Lo de Brasil es muy interesante, pues ellos están convencidos que a futuro este será un sector que les generara grandes ingresos y le están apostando a ello. Tienen planificado convertirse en el principal proveedor de tecnología sanitaria de Latinoamérica y del mundo. En el caso de Colombia, pues hay que decir que aunque existe algo de desarrollo y muchas intenciones estamos años luz del resto de países. A pesar de contar con profesionales que bien podrían con sus conocimientos aportar de manera importante al desarrollo de este sector, no existe una política global que genere un marco de trabajo conjunto, para impulsar el sector y dar un paso importante en la competitividad. Se necesita también una gran inversión del sector público y privado.
Ya hablando de la implementación de las tecnologías en Colombia, en mi opinión habría que cambiar un poco la forma en que vemos los recursos tecnológicos. Los equipos de última generación llegan al país, sin embargo esto no significa un gran aporte pues la mayoría de veces puede que estén sub-utilizados. No se trata de tener lo último sino de sacar el mayor rendimiento de lo que se tiene. Es más un tema de logística que de tecnología realmente. Pero este un tema largo que no alcanza a ser discutido en tan pocas líneas. Me ha sorprendido gratamente encontrar este espacio de comunicación. Felicitarlos por esto y que sigan adelante. Un saludo desde Valencia.
Andrés Gamboa