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Un bacán que quiere ir al infierno

Mar 30, 2009 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

Por Pastor Virviescas G?mez?
pavirgom@unab.edu.co?

Detr?s de un abundante mostacho rubio, unas gafas antireflex y una cachucha azul de atleta, se esconde la figura y el talento de Guillermo Espinosa, uno de los cinco principales artistas contempor?neos que ha dado Santander.

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Spinosa en adelante porque -como ?l lo explica- la E inicial estaba de ?sapa? y no le gustaba, por lo que opt? por firmar as? sus cuadros, mas no por imitar al fil?sofo racionalista jud?o-holand?s Baruch Spinoza ni por ascender de estrato.

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Con la madurez de los 70 a?os de edad, este pintor y escultor expresionista criado en el barrio Girardot de Bucaramanga no pretende dar intrincadas explicaciones a su obra y tampoco posa de estrella.

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No termin? el bachillerato, pero su iniciaci?n se dio en el taller de avisos de Samuel Ardila, donde empez? dibujando ?guilas y alpargatas, con overol, martillo y escalera al hombro instalando los avisos.

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Sin embargo, este autodidacta no par? de leer sobre el impresionismo y el renacimiento, de enterarse que m?s all? de las arepas de Chiflas hab?a un Durero, un Rembrandt y ?un tal Van Gogh por all? no s? d?nde?, dice sonriendo, como un muchacho que comete una travesura.

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Fundador, junto a Gabriel Hern?ndez, del Museo de Arte Moderno de Bucaramanga (Mamb), Espinosa accedi? a abrirnos durante dos horas su casa-galer?a en Piedecuesta y su coraz?n, para responder a un extenuante cuestionario mientras se enfriaba su almuerzo.

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Apurando dos botellas de agua de manzanilla e inquieto por continuar con su ayudante Daniel una partida de ajedrez suspendida a causa de nuestra visita, Espinosa se refiri? a la enfermedad que le hizo perder en una semana m?s de 12 kilos de peso, pero en ning?n momento se mostr? abatido.

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Sabedor de que est? viviendo ?extras?, Spinosa no piensa en las sesiones de quimioterapia que le esperan, sino en seguir sacando energ?as para dibujar sus trompos, bicicletas, azadones, plomadas, alicates y dem?s herramientas que siempre le han llamado la atenci?n.

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El clavijero del Parque de los Ni?os, las hormigas culonas que descienden por el muro occidental de la Puerta del Sol a Floridablanca; ?la mordida? y ?la tajada? que -no por casualidad- est?n a la entrada de la Alcald?a de Bucaramanga y el enjambre de acero que protege el viaducto ?Armando Puyana? -La Flora- para que los potenciales suicidas recapaciten, son muestra de la obra de Espinosa, quien junto a Agelvis, Mantilla Caballero y Rodr?guez Naranjo est?n en todas las casas de familia donde las finanzas les han permitido entrar.

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Reconoce, para asombro de quienes hacen un cuadro y ya se creen Picasso, que ?tengo setenta a?os y no he aprendido a dibujar?. Y admite que otro hecho que lo condujo a la pintura fue el desencanto de correr un par de veces la doble a Piedecuesta en bicicleta y arribar al parque de los Ni?os cuando ya hab?an retirado hasta el letrero de meta.

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Bohemio, ex cliente asiduo de los bares de Manrique en Medell?n, rom?ntico y amante de la libertad, as? es este artista cuya obra est? colgada por estos d?as en el Museo de Arte Moderno de Bucaramanga, Mamb.


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?Qu? permiti? que usted no fuera un tendero o un comerciante m?s, sino un artista??

Por fortuna desde ni?o fui un bac?n al que le encanta pintar. Cuando ten?a diez a?os y viv?a en el barrio Girardot, la calle 23 estaba destapada y un buen d?a la pavimentaron. Cuando llegu? del colegio Virrey Sol?s ese s?bado vi que los obreros la estaban barriendo ech?ndole un cemento gris y quedaba blanquita. Entonces cog? un pedazo de carb?n, lo cog?, hice un dibujo y me encant?. Luego llegaron unos compinches de la cuadra que me trajeron m?s carboncillos, as? que empec? a hacer dibujos por esa calle como a la una de la tarde, cuando me empiezo a encarretar y los chinos a traerme m?s carb?n? tres cuadras de dibujo en carboncillo al final de la tarde y esa gozadera m?a pintando al Fantasma, al capit?n Marvel, a Tarz?n peleando con un le?n y abri?ndole la jeta. Esta fue una de las manifestaciones m?s claras de la pasi?n que sent?a por dibujar.


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Estamos hablando de mediados del siglo XX. ?Sus pap?s c?mo tomaban sus gustos y qu? le dec?an??

Mi mam? es anoche me rega?? porque termin? como a las nueve, y fuera de eso pens? que yo estaba haciendo caricaturas para burlarme de la gente. Me cogi? de una oreja y me dijo: ??ya no haga m?s mamarrachos??. Mi mam? ha sido la mujer inolvidable de mi vida y me ense?? muchas cosas, pero ella no sab?a qu? era el arte y cre?a que yo era un ?pintamicas? y que con eso no iba ganar plata. Su idea era que me ir?a muy mal si me dedicaba a hacer matachos, entonces su af?n era que yo terminara de estudiar para seguir una carrera, pero ya yo amaba mucho el dibujo y la escultura, que tambi?n la hago desde los diez a?os.

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Desde los seis a?os iba a la herrer?a de mi pap? y me la pasaba haciendo rayas en las paredes, jugando con el carb?n y con el barro con el que se hac?an las boquillas de las forjas por donde sale el aire. Hac?a Venus de Milo, Cristos, Quijotes y a veces cog?a un cuchillo para trabajar sobre madera. Una vez estaba haciendo una Venus inspirado en una cartilla y se me fue tan fuerte que miren que casi me vuela el dedo ?ndice izquierdo. Mi mam? me rega?? y me dijo: ?eso le pasa por ser grosero, por hacer mujeres empelotas?.


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?Recuerda su primer cuadro??

Uno de los primeros dibujos que me recuerde haber hecho fue el de las tres carabelas de Col?n que sal?an en la contraportada de los cuadernos Patria.


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?Los que tra?an las tablas de multiplicar??

No me acuerdo de eso porque la aritm?tica no me gustaba nadita, pero s? que en la portada estaba el retrato de una mujer con el gorro fr?gido. Un d?a copi? La Pinta, La Ni?a y La Santamar?a, me gust? y mi hermana Lilia me dijo que hab?a quedado bonito.

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Ese fue mi primer mamarracho en primero primaria y despu?s dibuj? edificios de Nueva York que v? en una revista Life. Les hac?a ventanas y con el prismacolor los retocaba.

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Cuando estaba m?s grande empec? a darme cuenta que hab?a pintores en Bucaramanga y Escuela de Artes. Luego una profesora le dijo a mi mam? que yo era talentoso para el dibujo, recomend?ndole que me pusiera en una academia. As? fue que me matricularon y el director era el maestro ?scar Rodr?guez Naranjo, bella persona, y el subdirector Carlos G?mez Castro, un gran escultor.

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Al tiempo hac?a cuadritos con figuras y paisajes en los azulejos de enchapar los ba?os. Los compraba a 20 centavos y los vend?a a peso, con un huequito y una cinta para colgar.

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Ten?a que sacar provecho de eso, porque si no hac?a sino eso, deb?a ver c?mo vivir de la pintura y la escultura para no perder este disfrute, porque si no consegu?a con qu? vivir tendr?a que dedicarme a hacer otra cosa, y yo no tengo idea ni para administrar una cacharrer?a.


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?En qu? momento tom? la decisi?n de meterse de cabeza en el arte??

No fue un instante preciso, sino que uno se va haciendo poco a poco.

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Una vez estando en la herrer?a de mi pap?, lleg? un se?or espa?ol, Juan Calvo, que vend?a unos cuadros y uno de los obreros le dijo que adentro hab?a un muchacho que pintaba mejor que lo que estaba ofreciendo. De una entr?, pero yo le dije que era un aficionado. Entonces me pregunt? si pod?a hacer de los paisajes que ?l llevaba, que eran cuadros de Hernando Gonz?lez, que Juan se los pagaba a quince pesos. Me ofreci? trabajo, pero dijo que me dar?a diez pesos por cada uno.

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Ah? fue cuando me di cuenta que pod?a vivir de esto, porque trabajando con mi pap? en la herrer?a me ganaba cuarenta pesos y haciendo cuadros me pon?a casi 150 pesos semanales. Mi pap? me respondi? que quer?a lo mejor para m? y que ya conseguir?a qui?n le ayudara.


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?Entonces de ah? en adelante alz? vuelo??

Siempre he tenido la libertad de hacer lo que quiera, en el momento que sea. Por ejemplo de decir ?este a?o no quiero hacer cuadros de encargo?, puedo hacerlo. Eso me lo ha proporcionado esa otra obra figurativa que la hago con amor y siempre tratando de mejorarla.


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?C?mo define su obra??

No s?. Usted me pregunta eso y me parece como cuando uno se toma un tinto rico y le preguntan c?mo define ese tinto. Creo que es el resultado de una persona a quien le gusta hacer mamarrachos y disfrutar de eso. No me voy a poner a echar carreta y decir que con esto quiero expresar la dignidad de una herramienta y el desempe?o que ha tenido a lo largo de la evoluci?n cultural del hombre. Hago un azad?n porque me encantan las formas, las curvas y el dise?o que tiene. Yo no hago una pala porque le est? rindiendo un homenaje a una herramienta que ha aportado mucho al desarrollo del mundo. Los trompos son porque de ni?o me gustaba jugar con ellos. No es por m?s.

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En las bicicletas veo dise?o, me gusta la forma de los manubrios y la distribuci?n de los radios. Me dan la oportunidad de coger una puntilla y hacer un trazo. Me dan una posibilidad muy grande para divertirme.


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Si dentro de 200 a?os a un arque?logo le da por escarbar en el arte santandereano, ?cu?l de sus cuadros hallar?a como el m?s representativo??

En 200 a?os se habr? transformado mucho el concepto y no se va a pensar como estamos pensando hoy. La computadora por ejemplo ha llevado a unos l?mites que uno no tiene ni idea. Hoy en d?a hay artistas famosos y muy buenos que trabajan con cad?veres. Hubo uno que hizo una obra preparando y comi?ndose a su hijo. ?Eso es una obra de arte? Claro que lo es. Hay otro que trabaja con diamantes y hace calaveras incrustadas de piedras preciosas. Tiene uno que haber evolucionado para sentir de ver?s que es una obra de arte.


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?Llega al cl?max cuando le estampa la firma a uno de sus cuadros? ?Qu? se pregunta cuando termina una obra??

?Ser? que lo vendo? Es como un chiste cruel pero no deja de pasar. Eso no es que uno sea un vulgar mercader, porque Van Gogh en una ?poca en que se estaban vendiendo los bodegones le env?o dos a su hermano para que los negociara.

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Pinto ocho y hasta diez horas diarias y esto de la pintura me ha prolongado la vida. Hace seis a?os tuve un diagn?stico de que no duraba vivo sino seis meses y me salv? de un transplante de h?gado, aparte de las seis cirug?as que me han hecho. Me divierto, a tal punto que cuando me hacen la quimioterapia estoy dibujando.

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Sin embargo, ha habido momentos en que he estado muy grave e incluso un d?a me pusieron los santos ?leos, pero seguir? pintando hasta el d?a en que se me acabe el ?sobregiro?, porque estoy sobregirado, no ve que eran seis meses que me daban y ya llevo seis a?os.

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Pero no quiero larga vida si he de estar en cl?nicas y ex?menes y mi mujer y mis hijos pasando sustos y dolores, porque sufren de verme as?. Si el maestro de arriba me quiere llevar, que lo haga pero que no me vaya a dejar sobregirado en una cl?nica o atado a una cama.

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Si vivo que tenga calidad de vida; si no, le digo al maestro de maestros que pida permiso en el Infierno, pero la cosa es que dizque no hay cupo. Yo no quiero el Cielo. ?Qu? voy a hacer al Cielo? Me gustar?a irme para el Infierno para encontrarme con el Diablo -que es primo m?o-, y con mis t?os, hermanas y amigos para ponernos a rumbear, porque eso debe ser el Infierno. ?Qu? me voy a poner ir al Cielo? ?Qu? pena con los santos! Pero como no hay cupo en el Infierno ah? me tiene vivo todav?a.???


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?Tiene alguna obra que haya preferido no vender por su valor sentimental??

?El f?sforo? no lo vendo, por un recuerdo que le voy a dejar a mis hijos porque con esa obra gan? el primer premio nacional en el Museo de Arte Contempor?neo y porque me gusta ese cuadro. Adem?s porque los jurados fueron Manuel Hern?ndez, Santiago C?rdenas y Germ?n Rubiano, gente que conoc?a algo? (sonr?e).


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?Qu? les aconseja a quienes se inician en la pintura??

No tengo sabidur?a para dar consejos. Tampoco tengo vocaci?n para ponerme a expresar qu? ser?an lo que tendr?an que hacer. Le dir?a al Gobierno que da pesar que muchachos talentosos terminen artes pl?sticas en las universidades y que la gran mayor?a no pueda sobrevivir haciendo unas buenas instalaciones o arte moderno, por lo que terminan haciendo veinte cuadros por un mill?n de pesos al mes que les paga el due?o de una f?brica en Bogot?. Deber?an escoger a los mejores y mandarlos a estudiar al exterior, donde puedan llegar a ser de veras maestros de arte, con el fin de que desarrollen su vocaci?n y regresen a ser profesores.


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?Santander ha reconocido su obra??

Por lo menos me la ha comprado y con eso he podido educar a mis hijos, vivir, viajar y pasar ch?vere. No gano para ahorrar, porque con lo que recibo apenas me sostengo? El que tiene m?s de lo que necesita le sobra y las sobras apestan despu?s y hacen da?o.


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?Alg?n d?a un cr?tico le recomend? que mejor colgara el pincel??

Cada nada me echan pullas y me dicen que lo m?o no es nada, que no es arte, que es bober?a y que soy un ?pintamicas?.


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?Y usted qu? les responde??

No les respondo nada porque no me lo dicen directamente. Adem?s, si voy por un camino y un perro me hace guau-guau, qu? tal que yo me devuelva y le diga guau-guau; y el otro guau y yo guau. Si un perro me ladra, yo lo dejo y m?s bien le doy pan. Tampoco voy a defender lo que hago, porque el ?nico inter?s m?o es encontrar placer en hacer lo que a m? me gusta. He hecho unos treinta mil cuadros y por ah? el uno por ciento me gusta, siendo pretencioso.

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