Por César Baeza Hidalgo
La Orquesta Sinfónica UNAB realizó la primera de nueve temporadas proyectadas para 2005. El montaje y la realización de cada presentación requiere de un trabajo previo que hasta este año está rindiendo sus frutos, según dice Sergio Acevedo Gómez, director de la agrupación y primer decano que tuvo la Facultad de Música de la UNAB.
"Pienso que hasta el año pasado la Orquesta comenzó a mostrar resultados. Al principio yo sufría mucho por la calidad. Ahora lo hago menos, pero seguiré sufriendo toda la vida", afirma Acevedo Gómez, quien también fue director titular de la Orquesta Sinfónica de Antioquia durante doce años.
Un músico que desee pertenecer a la Sinfónica debe prepararse para presentar una audición que a veces no se pasa, eso requiere de un tiempo de trabajo frente a su instrumento y de una inversión personal. "No todo el mundo comprende que esto es costoso y que no es asunto de reunirse y tocar de manera espontánea; además, es una experiencia necesaria para la vida de un músico", afirma Acevedo.
"Para nosotros, que estudiamos una carrera musical, en la Orquesta es que se conjuga toda la visión que teníamos como estudiantes y ahora como profesionales respecto de la música", comenta Edwin Leandro Rey, percusionista de la Sinfónica y docente de la Facultad de Música de la UNAB.
"Mantener esta orquesta es un esfuerzo loable porque sabemos de las dificultades económicas para el montaje de una orquesta", dijo John Jairo Claro, músico de reconocida trayectoria en Bucaramanga. "Me gustó muchísimo la obra de Adolfo Mejía, y la Suite de Claude Bolling, me pareció muy bueno, lo mismo que la última parte de música ligera", aseguró luego de la presentación en el Auditorio Luis A. Calvo, de la UIS.
Luis Álvaro Mejía, director de la Dirección Cultural de la UIS, fue uno de los responsables de que este año, por primera vez la Sinfónica UNAB se presentara en ese Auditorio, el principal escenario de Bucaramanga. "Me parece que el Luis A. Calvo debe ser para la ciudad y para la región. Es un espacio de encuentro y consideramos que cualquier universidad que tenga interés de presentar su trabajo cultural debe tener acceso a él", afirma Mejía. Además, "considero que el espectáculo que ofrece la Sinfónica de la UNAB es excelente y sabemos quién es el maestro Sergio Acevedo, su trayectoria y su capacidad de trabajo y nos damos cuenta que ha consolidado una propuesta musical muy interesante para la ciudad", agrega.
El valor de la Sinfónica va más allá de sus costos
"Además del trabajo de los músicos que pueden llevar toda una vida dedicados a este oficio, un concierto requiere de gestión, gastos de montaje, sonido, luces y difusión, entre otras muchas cosas. Cada concierto puede costar entre 11 y 14 millones de pesos", comenta Sergio Acevedo.
Si una empresa o entidad quiere contratar un concierto de la Sinfónica UNAB se le ofrece en 5 millones de pesos, lo que no alcanza a sufragar lo que cuesta mantenerla, pero las ganancias que se obtienen son de otra índole. "Creo que una comunidad necesita de unas instituciones para su crecimiento cultural y su formación que son indiscutibles para todas las expresiones del hombre, como un cine, una biblioteca, un teatro, un museo y una orquesta. Eso es algo que se le debe reconocer a Gabriel Burgos (rector de la UNAB), quien se empeñó por sacar adelante el proyecto de la orquesta adelante", expresa Acevedo.
"Aquí ha habido esfuerzos por crear una Orquesta antes, pero como se asume desde la mirada del funcionario público, que le da lo mismo que funcione o no, se han acabado, por eso lo que hace la UNAB es excelente para la ciudad", dice John Claro.
"Son eventos que hacen mucha falta en la ciudad y afortunadamente la Universidad está programándolo con cierta regularidad. Es una muestra del talento que hay en los estudiantes y es una sana distracción y un medio de culturización de la gente de la ciudad", opina la administradora de empresas María Clemencia Villamizar, quien asistió al concierto del Parque San Pío el 15 de marzo.
"Mostrar la Orquesta es una oportunidad para demostrar cómo la ciudad sí responde a estos llamados y cómo se genera un proyecto musical para la ciudad, para el departamento y para el país", manifiesta Luis Álvaro Mejía.
"Confieso que al principio tenía mis dudas de la recepción de la gente, pero se ha demostrado, sobre todo hacia fuera, que la gente siente la música que interpretamos", opina Acevedo, "y si bien es cierto hace falta completar la planta orquestal (pues hacen falta oboes, fagotes y cornos), sabemos que es una propuesta que se está consolidando y me siento muy contento con eso", agrega.
