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Un sueño llamado Caldas

Ago 30, 2011 | Institucional

En 1945 un señor muy responsable y autónomo llamado Alfonso, anhelaba cumplir  un sueño. Él quería crear un colegio grande para que muchos niños tuvieran un lugar donde estudiar y jugar, y además para que fueran personas importantes y se convirtieran en médicos, veterinarios, profesores etc. Siempre pensó que si tenía fe y creía en ese sueño todos sus deseos se cumplirían. Sin embargo, había un gran problema, no tenía el dinero suficiente para empezar a comprar el lote donde funcionaría el colegio. Así que él y algunos de sus amigos trabajaron muy duro, con todo su empeño y sus fuerzas, con toda su alma, para conseguir su objetivo.

Un día, cuando ya contaban con el dinero suficiente para el lote, dieron inicio a su maravillosa obra. Don Alfonso tenía un amigo arquitecto, así que le pidió el favor de ayudarles en la construcción del colegio. Su amigo no tenía tiempo suficiente para dedicarlo a esta misión. Así que le dijo:- yo aportaré algo de dinero para que contrates a un arquitecto y tú y tus amigos puedan cumplir con esta extraordinaria obra.

Don Alfonso y sus amigos quedaron muy agradecidos. Entusiasmados continuaron con su labor y dotaron las aulas. Ya estaba todo listo, sólo faltaban las personas que se encargarían de esa gran labor, los docentes. Decidieron que los maestros deberían ser los mejores, pues ellos estarían encargados de la formación y educación de los niños.

Alfonso y sus amigos duraron varias noches pensando y meditando sobre cuál nombre sería el más apropiado para su colegio. No era fácil decidirlo. Alfonso pensó en rendirse pero dijo: “Si me rindo ahora es como tirar todos mis sueños a la basura”. Una mañana Alfonso se despertó, con el nombre en su mente y su corazón. Dio un grito y dijo:-¡Claro! ya lo sé,  le pondremos INSTITUTO CALDAS.

Finalmente, en 1952, el grupo de amigos fundó su colegio. Al principio fue difícil, pero luego éste fue tomando más y más fuerza. Así que decidieron ampliarlo. Luego crearon una hermosa sede campestre, un lugar donde los estudiantes pudieran desarrollar otro tipo de actividades. La calidad y la fama del colegio fueron tan reconocidas, que pronto surgió la idea de crear una universidad. De allí nació la UNAB, universidad Autónoma de Bucaramanga.

Alfonso siempre ha sido reconocido como una persona que trabaja por el bienestar de la comunidad, especialmente en lo que se refiere a la educación. El colegio que él y sus amigos fundaron es uno de los más grandes y excelentes que hay en el país. Muchas generaciones con orgullo pueden decir que han estudiado allí.

 Por: Karla Nathalia Torres Villamizar 6°B

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