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Un texano enamorado de Bucaramanga

Oct 20, 2005 | Institucional

Tres santandereanos radicados en Houston (Estados Unidos) fueron quienes motivaron a su amigo, Jack Brewster, para que viniera a Bucaramanga a cumplir su sueño de aprender español.

Pero la insistencia de sus amigos hizo que finalmente llegara a Bucaramanga en marzo de 2004 con la firme intención de aprender español, luego de haberlo estudiado en su país y en México en cursos esporádicos.

Año y medio después de su llegada a Bucaramanga Brewster fue contratado por el Departamento de Lenguas de la UNAB y actualmente es docente de los últimos niveles de inglés.

Brewster asegura que su estadía en Bucaramanga tiene como propósito, además de dictar clases para mantener su Visa de Trabajo, aprender fluidamente el español, y agrega con una carcajada que los taxistas han sido sus mejores profesores. "Desde que me subo a un taxi no paro de dialogar con su conductor. Hablamos de la ciudad e intercambiamos ideas, eso me ayuda a practicar el idioma".

Igualmente se confiesa un enamorado de los paisajes, la comida y las costumbres de la región. "En mi país las personas trabajan todo el tiempo. El foco de la vida es ganar y ganar dinero. Me gusta que aquí es más importante la familia y las relaciones con otras personas".

Conociendo las recomendaciones que hace el Departamento de Estado de su país para que sus ciudadanos no viajen a Colombia ¿no le dio miedo venir?

En Texas unos amigos de esta tierra me preguntaron si había contemplado la posibilidad de aprender español en Colombia. Mi respuesta fue un no rotundo porque había escuchado que aquí se registran los niveles más alto de violencia en todo el mundo.

Mis amigos insistieron en que esa era la imagen que vendían las noticias y que Bucaramanga era una ciudad tranquilidad. Confiando en ellos tomé la decisión y me vine. Claro, mi amigo tenia razón. Me encanta la vida en esta ciudad, la más bonita del mundo.

¿Cómo llegó a trabajar a la UNAB?

Llegue a Bucaramanga en marzo del 2004 y entré a trabajar al Colegio New Cambridge, pero allí tienen muy pocos alumnos en los niveles avanzados y yo necesito enseñar en un lugar más avanzado. Buscado esa oportunidad viajé a Medellín para pedir trabajo en las universidades grandes. Una de ellas, la Eafit, me hizo una propuesta de trabajo. Por suerte para mí ese mismo día recibí una llamada del Departamento de Lenguas de la UNAB para que trabajara aquí. No lo dudé un instante y regresé a Bucaramanga.

¿Cómo le ha parecido el Departamento de Lenguas de la Universidad?

Es mejor que el de varios institutos y otras universidades. El nivel de experiencia es muy bueno, con docentes con más de diez años de experiencia. Es el mejor que he visto en Colombia. Es una escuela perfecta para aprender inglés.

¿Cómo ve el nivel del inglés que se practica en la Universidad?

Yo doy clases en el quinto nivel del nuevo programa de idiomas y hay de todo. Desde gente bilingüe, que me sorprende, hasta estudiantes que tienen muchas dificultades y casi no pueden hablar inglés, pero esta situación se da en todas partes.

¿Qué le gusta de Bucaramanga?

Es una ciudad bonita y tranquila, el paisaje alrededor de la ciudad es increíble, al igual que la mayor parte de las ciudades del país. La comida es otra cosa que me encanta, aquí preparan un bagre delicioso, un plato que nunca había probado pero que ahora me encanta.

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