Seleccionar página

Una contadora que se gozó a Chile

Ago 14, 2006 | Eres Global

Nidia Marcela Reyes Maldonado acaba de regresar a Bucaramanga después de vivir una experiencia que le marcó la vida.
Tras casi cinco meses en la Universidad de Talca, sur de Chile, esta estudiante de décimo semestre de la Facultad de Contaduría Pública de la UNAB y 20 años de edad, ha retornado con un notorio acento austral, una maleta llena de alfajores y gratos recuerdos, y la convicción de que la mirada del mundo debe ir más allá del Cañón del Chicamocha.

¿Pero cómo esta joven natural de El Socorro (Santander) y bachiller del Colegio Avelina Moreno decidió dar este paso? Ella contesta: "La Facultad de Contaduría está en un proceso de acreditación y está buscando mejorar la calidad de sus estudiantes; por lo mismo procura darles este tipo de experiencias para que ellos puedan adquirir conocimientos y tener una visión global de la profesión". Fue así como la decana Elizabeth Martínez de Gualdrón le propuso la idea del intercambio y Reyes Maldonado la aceptó.

¿Por qué Chile y no otro destino? "Nuestra profesión, que es muy fuerte en Chile, está pasando por un proceso de globalización y en nuestra Facultad están preocupados porque los estudiantes aprendan las normas contables de otros países. La mayoría de países están adoptando las Normas Internacionales de Contabilidad y Chile se encuentra en este proceso", dice.

Y agrega: "Colombia no está exento debido a la firma de tratados internacionales y en nuestra Facultad están interesados en que los estudiantes obtengamos esta experiencia para que cuando se dé en el país esta situación, no sea un problema sino una ventaja porque ya se poseen los conocimientos del tema".

Nidia Marcela realizó un trabajo de comparación de normas contables, pero el complemento de su viaje se lo dio la oportunidad de conocer otra cultura y otras formas de pensar y de vivir. "Es una experiencia inolvidable. Es lo que más me gustó y lo que más recuerdo", dice de su primera salida al exterior.

Le correspondió vivir en una casa de familia con estudiantes procedentes de Francia, Alemania, Argentina, México, España y Holanda. "La experiencia fue muy enriquecedora porque aparte de que pude conocer la cultura chilena, al estar conviviendo con estas personas pude extraer un poquito de cada una de sus culturas. Aparte de que uno hace muchos amigos".

Amigos como los que la acompañaron hasta la capital, Santiago, le mostraron esa ciudad de más de cinco millones de habitantes, la montaron al metro y la despidieron en el avión.

Por último recomienda a sus compañeros de la UNAB: "Anímense a hacer este tipo de intercambios, ya que aporta mucho tanto en lo profesional como en lo cultural y espiritual. No tengan miedo a salir del país y no se priven de una experiencia de estas por temor a lo desconocido".
Y es que en esas latitudes y en pleno invierno, debió acostumbrarse a temperaturas bajo cero grados, pero estaba convencida de que podía soportar ese tipo de situaciones, así como de no claudicar en el esfuerzo de las tres primeras semanas tratando de entender los modismos, la falta de modulación y la rapidez con que hablan los chilenos.
Nidia Marcela, a quien solamente le falta ver una materia y entregar el proyecto de grado, advierte que su viaje no le significó ningún retraso en su carrera. "Ese es otro miedo que a veces les impide a algunos estudiantes salir del país. Lo importante es buscar las materias que uno vería aquí y homologarlas, entonces uno no pierde tiempo", concluye.
Su aspiración es seguir estudiando, ir a un país de habla inglesa y especializarse en contabilidad internacional. También quiere ser profesora y si le queda tiempo, investigar.

Extensión 206

Ir al contenido