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Una historia que va por el camino correcto

Nov 21, 2016 | Institucional

El FDC o Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, es un instrumento que se sostiene con los dineros provenientes de la contribución parafiscal creada por la Ley 814 de 2003, con el objetivo de lograr que los recursos generados por el cine vuelvan al mismo sector. Anualmente, abren la Convocatoria Nacional del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico que busca dinamizar la cadena de producción audiovisual en el país.

Diego Becerra, profesor de Adaptación Literaria, Escritura Creativa, Escritura Seriada y Realización de Seriado Web del programa de Artes Audiovisuales, ganó con el proyecto “Berlín” la modalidad Escritura de guión de largometraje este año.

Egresado del programa de Artes Audiovisuales de la UNAB en 2011, realizó una Maestría en Escritura Creativa, con énfasis en escritura para largometraje, escritura para guión de cine en la Universidad Nacional de Colombia.

Diego nos contó que había participado dos veces en esta Convocatoria “participamos con otros compañeros y otros docentes en un proyecto de cortometraje, que es la base de la historia que yo presente, con la que gane ahorita. Fue una experiencia más como de aprender. Luego de eso en la maestría estaba desarrollando un proyecto, con otro compañero, que también pasamos a la convocatoria, no de escritura pero si de producción,  no pasamos porque también era un proyecto que no tenía mucho desarrollo” y este año fue la tercera vez que lo intentó.

Para él este fue “un premio a un trabajo disciplinado, concienzudo, de muchísimo esfuerzo disciplina, creatividad, y sobretodo que me gustó mucho”. “Berlín” es la historia de un bandolero, en la época del Frente Nacional, donde los Liberales y Conservadores se están rotando el poder en el país, aparece un protagonista acostumbrado a un estilo de vida basado en la muerte, un sicario que se ha justificado a través de la violencia y las ideas que él cree, que un poco enfermo y viejo decide tratar de dejar la vida criminal de lado y comenzar de nuevo en su pueblo natal, Berlín.

Allí, a las personas les es difícil adaptarse y aceptar que una persona que ha hecho mucho daño viva entre ellos. Por otra parte, sus aliados, antiguos amigos, ahora lo persiguen porque no pueden permitir que alguien como él, que sabe mucho, esté libre.

Becerra cuenta que para él recibir este reconocimiento es “la certificación de que ese trabajo que comenzamos nosotros como estudiantes, hace seis años, más o menos, aquí en la universidad, era el camino correcto” y tiene planes para que ese guión se convierta en una producción audiovisual, “estamos en faceta de tener una historia que contar, ahora nos falta conseguir los medios, la gente que quiera trabajar con nosotros”.   

 

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