El Espectador, fundado en 1887 en Medellín por don Fidel Cano, está de cumpleaños. Ha arribado a los 120 años como decano del periodismo colombiano y con ese motivo acaba de ser publicado un libro de gran formato, en edición de lujo.
Son 339 páginas que sirven para refrescar la historia de Colombia desde la primera vez que circuló, un 22 de marzo en Medellín, hasta episodios recientes como la reelección del presidente Álvaro Uribe Vélez, haciendo un repaso de las dos guerras mundiales, la caída de Adolfo Hitler, el triunfo de los Aliados, la caída del Muro de Berlín y en lo nacional, por ejemplo, el ascenso y caída -10 de mayo de 1957- del dictador Gustavo Rojas Pinilla, caracterizada por la censura con la que el "teniente-general" pretendió silenciar la voz de El Tiempo y El Espectador, y ocultar sus atropellos e irregularidades.
El director del proyecto es el periodista Jorge Cardona Alzate, actual editor de El Espectador y cuenta con el prólogo de Héctor Abad Faciolince. La editorial es Aguilar.
También incluye un pormenorizado recuento de esa incansable batalla que El Espectador ha dado por la libertad de prensa y contra la corrupción, el narcotráfico y las violaciones a los Derechos Humanos, que le ha costado la muerte de su director, don Guillermo Cano, por órdenes del criminal Pablo Emilio Escobar Gaviria, quien también pagó para que la sede fuera dinamitada en 1989.
Rescata los nombres de los periodistas que han pasado por su redacción, desde el Nobel Gabriel García Márquez a los caricaturistas Ricardo Rendón, Héctor Osuna y Alfredo Garzón, hermano del también asesinado periodista Jaime Garzón; de figuras como Alberto Lleras Camargo, Juan Gossaín, Eduardo Caballero Calderón, Antonio Caballero, Fernando Cano, Silvia Galvis y Alfredo Molano.
Y en la página 291 se publica el facsímil de la página en la que el 30 de diciembre de 1996 el entonces editor internacional de El Espectador y actual director de la Oficina de Comunicaciones de la UNAB, Pastor Virviescas Gómez, reportaba desde Ciudad de Guatemala, la firma de la paz en ese país centroamericano.
Un documento que debe estar en la biblioteca de los estudiantes de Comunicación Social y en manos de quienes se nieguen a perder la memoria.
Ext. 327
