Gustavo Solano, 46 años y Edinson, de 32, se conocieron hace 10 años
en un gimnasio. Empezaron a salir y al año decidieron vivir juntos. Coinciden
en que llevan una vida como la de cualquier pareja y que no es nada diferente
a la convivencia heterosexual.
A los 17 años, Gustavo decidió contarle a su familia que era
homosexual y la reacción fue llevarlo al siquiatra y al psicólogo.
Es católico, apostólico y romano. Además, activista por la igualdad de derechos de los homosexuales y
ha hecho parte de manifestaciones.
Edinson dice que la homosexualidad es inherente a la persona, que aflora en
algún momento de la vida y que es un proceso difícil de aceptar.
Culpa a la Iglesia Católica de muchos de los prejuicios que hay en contra
de los gays. A él no le gusta figurar y prefiere mantener discreción
frente a su vida privada.
Ambos coinciden en que “como pareja gay somos familia. No somos una familia
convencional ante la Iglesia, ante la sociedad y en ningún momento hemos
querido imitar a la pareja heterosexual. Pero, ¿acaso no se es familia
cuando se convive en pareja, manejan sus problemáticas, se vive el día
a día y se proyectan objetivos en la vida?”
¿Cómo es la situación actual del mundo homosexual
en Bucaramanga?
Gustavo Solano: Ha cambiado muchísimo. Yo llegué
hace 20 años a Bucaramanga y en esa época no había un sitio
decente a donde ir. Todavía sigue siendo un submundo donde la gente gay
vive muy reprimida y miedosa de mostrarse como es. Lo que hace esto es ayudar
a construir los estereotipos. Pero la homofobia, eso nunca va cambiar porque
todavía en Bucaramanga hay agresiones verbales y físicas, chistes
maliciosos y corrillos. Sin embargo, la sociedad se ha sensibilizado un poco
más, incluso las familias que tienen algún miembro gay son más
tolerantes, han cambiado un poco la mentalidad.
¿Se sienten aceptados en el trabajo, en el barrio, en la familia?
Gustavo: Como todo en la vida, es un proceso y mientras uno
se acepte como es no tiene que haber problemas con la gente. Ser homosexual
en una sociedad heterosexual es difícil y por eso a veces los prejuicios
de la gente y los imaginarios pesan más de lo que en realidad es. Mi
pareja y yo llevamos una vida normal, en una casa normal y cada persona debe
ir a su paso, enfrentarse a la familia. Pero nunca nos hemos sentido discriminados,
aquí viene mi familia, tenemos nuestros amigos y nunca he tenido problema
en el trabajo en donde todos saben mi condición.
Edinson: El problema que existe en este caso es que las personas
gay se guardan porque no pueden o no quieren exteriorizar su condición
y ponen escudos para afrontar esa situación, para no dejar que esa condición
los margine.
¿De qué manera ayuda lo que está pasando en el
mundo, con la aprobación del matrimonio en España y Canadá,
a la situación de los homosexuales en Colombia?
Gustavo: Como lo dijo el presidente del gobierno español, Rodríguez
Zapatero, en su discurso para la aprobación de los matrimonios en España,
es la reivindicación de las minorías. Hay que aprovechar los tiempos
de renovación para demostrarle a la gente que somos gente normal.
Edinson: Con todo esto, y si se da en Colombia el matrimonio,
lo que acarrearía sería el afianzamiento nuestro, establecer una
posición más fuerte frente a la sociedad, ganarnos el real espacio.
La Constitución Política de Colombia es casi perfecta, pero ¿en
la práctica todos esos principios son aplicables? Yo considero que no.
Entonces es sacarnos de la letra muerta que a veces tiene la ley y ganarnos
ese espacio social, “el derecho a la diferencia”, como dice Florence
Thomas.
¿Están de acuerdo con el matrimonio entre parejas del
mismo sexo?
Gustavo: Yo estoy de acuerdo con la unión de parejas
por obtención de derechos y la protección del Estado en cuanto
a seguridad social. En estos momentos si yo tengo seguridad social, mi pareja
no puede acceder a esos beneficios, y en caso de muerte la pareja no puede heredar,
ni a la pensión.
Edinson: Estoy de acuerdo. La ley de unión de parejas
del mismo sexo no ha pasado en Colombia porque esto tiene un trasfondo económico,
hay varios congresistas dueños, socios o con intereses en las entidades
promotoras de salud (Eps) y no les sirve que las pensiones de las personas gay
que fallezcan vayan a manos de sus parejas. Entonces, ¿a donde va esa
pensión? Al fondo de pensiones y si uno calcula la población gay
activa laboralmente en Colombia, que pueden llegar a los cuatro millones, ¿cómo
van a legislar en contra de sus intereses económicos?
Pero el problema más grave radica en que ponen la investidura moral, ahondando en la fe cristiana y católica para rebatir esta iniciativa. Mientras no nos liberemos del poder del clero, que se siente con la suficiente autoridad para intervenir en las decisiones del Estado, nunca habrá unión entre homosexuales. Ese fue el punto de liberación en España para aprobar esa ley.
¿Han pensado adoptar hijos?
Gustavo: Una vez lo pensamos, pero ya hemos descartado esa posibilidad.
Tener un niño implica un cambio radical de la vida y si se quiere brindar
una buena educación para que sea una persona de bien hay que dedicarle
tiempo e infortunadamente no lo tenemos.
A las personas que lo han hecho los admiro mucho. Tenemos amigos aquí en Bucaramanga que han adoptado y son unos padres muy cariñosos. Cuando un hogar homosexual decide dar ese paso es porque lo desea, lo ha luchado y por eso le van a dar todo el cariño, amor, protección y seguridad que es lo que necesita un niño. Además, sería una oportunidad para tantos niños de encontrar un hogar.
¿Creen que el niño que adopte una pareja homosexual va
a tener una infancia normal, sin traumas?
Gustavo: Nosotros tenemos unas amigas lesbianas que tienen un niño
y el niño ya tiene ocho años y no tiene nada de afeminado. Ese
niño nunca será afeminado, eso no se pega, eso no es una enfermedad.
La ciencia todavía no ha descubierto por qué se es gay.
Edinson: Las personas gay manejan la sexualidad puertas adentro
de una habitación, así que no se tiene por qué intervenir
en la educación. Cuando los padres gay desarrollan la vocación
de ser padres se les nota el cariño hacia sus hijos. El niño va
a vivir su entorno y la orientación de sus padres no va a interferir
en la educación.
¿Qué espacio les falta por ganar en Bucaramanga?
Gustavo: Todos. Siempre he sido militante y activista, con esto busco
ganar el espacio y visibilidad para que otras generaciones no le den importancia
a si se es gay o no es gay. Todavía hay mucha discriminación dentro
de las mismas familias. Familias machistas los discriminan, los echan de la
casa, entonces hay que sensibilizar y educar a la sociedad bumanguesa para que
haya menos rechazo, menos fobia, menos crímenes de odio.
Derechos ganados y exigidos
Estos son los derechos que ya tienen en Colombia lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas, y que pueden exigir. Fueron alcanzados en la Constitución de 1991 y en jurisprudencia de la Corte Constitucional:
• A no ser despedidos del trabajo por su orientación sexual o identidad de género.
• A no ser expulsados de ningún centro educativo público o privado, por tener o expresar abiertamente la orientación sexual o identidad de género.
• A cambiar el nombre por uno masculino o femenino, independiente del sexo biológico.
• A expresar su orientación sexual, identidad de género y afectividad en los espacios públicos, sin que por ello las autoridades puedan intervenir o sancionar.
• A mantener la patria potestad y custodia de los hijos/as.
• A adoptar niños/as individualmente.
• A hacerse tratamientos de reproducción asistida (inseminación artificial).
• A recibir visita íntima de pareja del mismo sexo cuando están privados de la libertad en establecimientos carcelarios.
• En caso de intersexualidad/hermafroditismo, los menores de edad pueden hacerse procedimientos y cirugías de reasignación de sexo. Ello no lo puede decidir personal del sector salud, jueces o padres de familia.
• A no revelar la orientación sexual.
• A no ser discriminados por particulares ni por personas jurídicas (asociaciones, clubes, equipos, establecimientos comerciales).
Derechos que aún no tienen
• No son reconocidos como parejas.
• No pueden afiliar al sistema de seguridad social (ni en pensión ni en salud) a la pareja.
• No pueden exigir legalmente alimentos a la pareja.
• No pueden constituir “patrimonio de familia” o afectar un inmueble a “vivienda familiar”.
• No tienen protección estatal contra la violencia intrafamiliar como familia compuesta por personas del mismo sexo.
• No pueden negarse a declarar contra el compañero/a del mismo sexo en un proceso judicial.
• No pueden ser herederos de la pareja del mismo sexo.
• No pueden hacerse cirugías de reasignación de sexo en el sistema de salud a no ser que se pague por ello.
• No pueden adoptar niños/as conjuntamente como pareja.
• No reciben ningún beneficio laboral como pareja (licencias de maternidad/paternidad, licencias por muerte o enfermedad de la pareja, subsidio familiar, subsidio de vivienda).
Fuente: Proyecto Colombia Diversa
www.proyectocolombiadiversa.org