La Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB) desarrolla el proyecto Circular bio-Economy to lead and enhanced strategy for sustainable aquaculture (CiBELES), financiado por el Fondo de la convocatoria de Bioeconomía Internacional en Colombia con recursos del Gobierno alemán, lo que permitió que el mes pasado dos investigadores del área ambiental de la Institución, viajaran hasta el Instituto Fraunhofer del país europeo para realizar una visita con el fin de intercambiar conocimiento sobre iniciativas hermanas.
Tanto en Colombia como en Alemania se ejecutan proyectos que tienen en común el sector de la piscicultura y la implementación de microalgas. “En el caso nuestro se hace en El Banco, Magdalena y en Chimichagua, Cesar, en la Ciénaga de Zapatosa, un cuerpo de agua compartido por estos departamentos donde los campesinos buscan mejorar la calidad del agua purificándola con microalgas y a la vez alimentando a los peces con las mismas”, explicó Alexander Meneses Jácome, director de UNAB Ambiental.
Un proceso en doble vía, que cierra el ciclo, porque con las mismas microalgas los campesinos le apuntan a purificar el agua que impactan con esta práctica y de paso a alimentar los peces, lo que representaría menor inversión en el alimento para las tilapias, bocachicos, doradas y mojarras que crían con el fin de comercializarlas y lograr el sustento de decenas de familias.
“En Alemania el proyecto es con trucha salmón, una especie de pez más grande, de clima frío y que requiere más oxígeno. En la visita hicimos pruebas de muestras de lodos y de nutrientes sobre lo que hacemos en conjunto. La diferencia en tecnificación entre el proceso de allá y el de acá es enorme, abismal, por ejemplo, la persona encargada de la piscicultura tiene nivel técnico, tiene mucho conocimiento del control de variables y explicaba de una manera profunda el proceso, por eso debemos mirar cómo mejorar eso acá en el país, de pronto a través de la capacitación y mejor tecnología”, manifestó el director de UNAB Ambiental.
El proyecto en Alemania se realiza en un pueblo cerca de la ciudad de Stuttgart y allí la población impactada puede ser menor al de la Ciénaga de Zapatosa de Colombia, pero abastecen una venta de productos de pescado local, tienen su propio restaurante y a cambio solamente compra productos locales de tal manera que están desarrollando un esquema biosostenible, con productos orgánicos. “Mientras, aquí el proyecto por ahora es demostrativo y lo hacemos a través de una asociación que tiene agrupadas 13 cooperativas”, puntualizó Meneses Jácome.