El programa de Enfermería de la Universidad UNAB, la Universidad de Santander, UDES, y Unired trabajan actualmente en un proyecto de investigación llamado Mohos ambientales intradomiciliarios y el deterioro cognitivo leve en adultos mayores en Bucaramanga con el que buscan determinar la asociación entre la exposición a estos mohos ambientales intradomiciliarios con el deterioro cognitivo leve tipo amnésico en población de personas mayores de 60 años.
“Además del trabajo científico, ambas universidades estamos buscando evaluar el impacto de este ejercicio para la prevención del deterioro cognitivo leve, siendo este uno de los objetivos dentro del proyecto macro que estamos ejecutando con Unired”, afirmó Alima Valentina Ardila Álvarez, docente del programa de Enfermería de la UNAB.
El Deterioro Cognitivo Leve (DCL) es una patología que afecta las funciones cognitivas de una persona entre las cuales se encuentran la memoria inmediata, remota, episódica y de trabajo, alteraciones en la atención, el lenguaje, su orientación, las funciones psicomotoras y los trastornos en el sueño, siendo considerado un estado previo a afecciones más complejas como el Alzheimer. A nivel mundial, el DCL está estimado entre el 3 y el 19 % para personas mayores de 65 años, y a nivel latinoamericano su prevalencia reportada está entre el 6,8 % y el 25,2 % en mayores de 60 años.
Según la investigación, en el ámbito de los mohos ambientales intradomiciliarios, Aspergillus sp, Penicillium sp, Fusarium sp, Clavisceps sp y Alternaria sp, por exposición a conidias y sus microtoxinas mediante inhalación, ingesta o contacto con la piel, han estado relacionados con la inducción de secreción de citoquinas proinflamatorias que pueden desencadenar cambios neuro-psíquicos que incluyen este deterioro cognitivo.
“En el transcurso de la vida nuestro cerebro va adquiriendo un perfeccionamiento en el funcionamiento, permitiendo una mejora en los procesos de memoria, análisis, concepciones de situaciones de la vida diaria. En algún punto de la madurez, este alcanza un nivel máximo de desarrollo neurológico hasta mantenerlo y solo a finales de la última etapa de la vida empieza un declive de la funcionalidad. Existen enfermedades neurodegenerativas que dañan el cerebro, acelerando ese proceso de pérdida, pero hay seres humanos que sin patologías empiezan a perder las capacidades cognitivas. De ahí surge la idea de correlacionar cómo con la presencia de estos mohos”, mencionó John Freddy Arguello Duarte, coordinador de la línea de salud mental de Enfermería UNAB.
¿Quiénes están en el proyecto de mohos ambientales y cómo avanza el trabajo?
El equipo de investigadores de este proyecto de mohos ambientales está compuesto por las médicas Raquel Rivera Carvajal, jefe de Enfermería, y Beatriz Elena Guerra Sierra, bióloga, ambas de la UDES, y los docentes Alima Valentina Ardila Álvarez y John Freddy Arguello Duarte, como cuota de la UNAB, además de un asesoramiento a cargo de Laura Andrea Rodríguez Villamizar, orientadora del proyecto.
El método de trabajo que están implementando los científicos se basa en un estudio de casos y controles en una relación 1:1 con alrededor de 60 casos emparejados por sexo, edad y estrato. Se caracterizarán las viviendas, se realizarán cultivos de aires para determinar densidad de mohos y se hará la identificación molecular con PCR de las especies más prevalentes.
Este proyecto aporta al objetivo número tres (3), Salud y Bienestar, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Siento que ha sido un proceso muy enriquecedor porque las dinámicas académicas de la institución son diferentes y el hecho de que uno se encuentre con este trabajo diferenciador permite también enriquecerse y crecer como profesional. Esperamos poder llegar a un resultado que realmente genere lo que buscamos, que es lograr el impacto sobre la sociedad para mejorar su estilo de vida”, añadió Arguello Duarte.
“Asimismo también mejorar la calidad de vida de los adultos mayores que es una población altamente vulnerable inclusive un poco olvidada por el sector público. A pesar que existan políticas públicas dirigidas a esta población suelen ser mucho más encaminadas a la salud física y se ha dejado de lado la salud mental y olvidamos que el ser humano es biopsicosocial. El fin último de esta investigación nos va a permitir vislumbrar que somos mucho más allá de un cuerpo, y que también necesitamos la mente y su funcionalidad para poder tener una calidad de vida importante”, añadió también Ardila Álvarez.
El programa de Enfermería de la UNAB, que celebra 16 años de trabajo en este 2024, tiene actualmente más de 250 jóvenes en pregrado y ha graduado a más de 400 profesionales de esta área, destacando el trabajo del Grupo de Investigación en Enfermería Caring, la certificación internacional como Centro BPSO (Best Practice Spotlight Organization) por la RNAO (Registered Nurses’ Association Ontario), y el proyecto de intervención en salud mental basado en la evidencia, conocido como Banquillo Amigable.