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Versiones encontradas sobre la Seguridad Democrática

Oct 1, 2005 | Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes

Uno de los momentos más tensos que se vivió durante el foro de
Bogotá sobre el paramilitarismo lo protagonizaron el asesor presidencial
José Obdulio Gaviria, e Iván Cepeda, hijo del asesinado senador
de la Unión Patriótica (UP), Manuel Cepeda.

Gaviria comenzó así: "La vida sin fuerza pública
y sin Estado es triste, solitaria, sórdida, bestial y breve, como era
la vida hasta el año 2002 [fin de la administración de Andrés
Pastrana] en muchas regiones de Colombia". Añadió que hoy
la totalidad de alcaldes del país están despachando desde sus
municipios y que en todos hay presencia de la Policía o las Fuerzas Militares.

Enseguida mostró un escenario de la política de Seguridad Democrática
según el cual "en Colombia con el ejercicio firme de la autoridad
se ha logrado la desmovilización de 3.996 miembros de las Farc, 1.100
del Eln, 2.768 de las AUC pero como desmovilizaciones individuales, 222 de disidencias
y 10.605 de colectivas. Las cifras de capturados es infinitamente superior a
todas las épocas de la historia de Colombia, al que los dados de baja
de todas las organizaciones".

Afirmó que en las próximas elecciones desaparecerán "las
organizaciones armadas que generaban un poder paralelo de los políticos
corruptos que se hacían elegir como candidatos únicos".

Dijo que "el Estado que dirige el presidente Uribe no hace la guerra y
no piensa en términos de guerra, sino que simplemente ejerce sus funciones"
y que "en el equilibrio entre justicia y paz, pactar una pena alternativa
convenía a Colombia".

Al encarar el tema de la entrega de armas por los paramilitares desmovilizados
reconoció que no se está dando en la proporción 1-1, es
decir, un arma por cada combatiente. "Es factible que en una estructura
de organización ilegal unos no tengan armas; otra posibilidad es que
las estén enterrando y que algunos los estén previniendo que de
pronto no se van a desmovilizar del totazo o que su desmovilización sea
por ahora un sainete. Yo no creo eso. El hecho de solo desmovilizarse y entregar
armas ya les quita poder, lo que no quiere decir que ya haya desaparecido el
poder mafioso de los paramilitares".

Pero el enfrentamiento de palabra se dio cuando el abogado Gaviria se refirió
a un reciente episodio ocurrido en la población antioqueña de
Mutatá en donde "unos criminales de las Farc destruyen una casa
con una granada, matan a una niña de 18 años, hieren a un muchacho
y se llevan secuestrado a otro. De inmediato estaba el ejecutivo nacional en
Mutatá observando el problema, atendiéndolo, animando a la fuerza
pública pero también cuestionando".

La otra versión
En este momento habló Iván Cepeda, quien le pidió aterrizar
en la realidad y "bajar de esa retórica a la cual nos tiene acostumbrados
el Gobierno". Le dijo que estuvo en Mutatá y se encontró
con "Hermógenes Maza, el segundo al mando del Frente Elmer Cárdenas
y está protegido por el jefe de la Policía, que le sirve de escolta
personal".

Dijo que a 5 minutos del pueblo hay un retén paramilitar en el cual
le sorprendió ver a varios hombres, uno de ellos con una pañoleta
de una unidad de contraguerrilla del Ejército, "porque ellos son
los que controlan allí y se les paga por el bien de la región".
Luego llegó a los cultivos de palma africana que son propiedad del citado
comandante.

Preguntó entonces Cepeda: "¿Usted me dice que allí
el Ejército tiene presencia y controla la situación? Ahí
no hay ningún control sino una connivencia franca entre un grupo de paramilitares,
la Policía, el Ejército y las empresas palmicultoras que han desterrado
mediante la operación Génesis a los campesinos y a una comunidad
afrodescendiente que gracias a la Ley 70 tiene derecho sobre ese territorio
comunitario".

Y concluyó: En Mutatá "vinieron unos de las Farc e hicieron
un operativo y el Gobierno reacciona frente a eso. Eso es lo que está
pasando con la Ley de Justicia y Paz, una ley que no es que no vaya a acabar
con el paramilitarismo, es que no le va a restar el poder que tiene ese fenómeno".

Cepeda dijo que le comentó esto a un funcionario del alto Gobierno y
después de 15 días de haberle prometido que iba a haber acciones,
no había ocurrido nada.

15 le solicitó al asesor presidencial una radiografía del Catatumbo
(Norte de Santander) y éste respondió que aunque solamente tiene
referencias, "sé que es una situación delicadísima.
Estaban las 3 organizaciones armadas criminales actuando, el desplazamiento
ha sido terrible, está totalmente copado por coca. Es una situación
gravísima y el Estado está tratando de hacer todo lo humanamente
posible por remediar esa situación que es de máximo exacerbamiento
criminal en una región del país, tal vez la más".

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