El pasado viernes 11 de diciembre se llevaron a cabo los grados en la UNAB. En dicho evento nuestra graduada María Angélica Ballesteros León, recibió la máxima distinción académica por su excelente desempeño académico, como alumna Summa Cum Laude.
A continuación compartimos el discurso ofrecido por Ma. Angélica a todos los graduandos en dicha ceremonia.
DISCURSO DE GRADUACIÓN
Bucaramanga, 11 de diciembre de 2015.
Doctor Rafael Ardila Duarte, presidente de la Junta Directiva UNAB, Doctor Alberto Montoya Puyana, rector de la Universidad, Doctora Eulalia García Beltran, vicerrectora Académica, Doctor Gilberto Ramírez Valbuena, vicerrector Administrativo, Doctor Juan Carlos Acuña, secretario General y Jurídico, señores padres de familia, compañeros y amigos graduandos.
Hoy, quisiera creer que nos encontramos reunidos no para conmemorar nuestra graduación como profesionales, sino por el contrario, para honrar el camino que nos trajo hasta aquí, tal como reza el famoso poema, Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca pide que tu camino sea largo, rico en experiencia, en conocimiento. En mi caso, por esta, mi Ítaca, luché incansablemente durante cinco años, del amanecer al ocaso, incluso sin distinguir entre estos. No obstante, estoy plenamente convencida que al estilo Sartriano, una mujer, es lo que hace con lo que hicieron de ella, por lo que la distinción como Summa Cum Laude, no es fruto únicamente de mi disciplina y empeño, sino más bien de un trabajo aunado con quienes amo. Mi empresa hubiese sido tortuosa sin mis padres, que trabajando desde muy jóvenes me enseñaron el valor de la responsabilidad; mi hermano, quien me inculcó valentía y tenacidad; mi novio, cuyo amor dio valor a mi realidad y me enseñó a resistir; mi familia, al perdonar mis ausencias y mis amigos, por brindarme plenitud.
Me siento profundamente agradecida con mis profesores, quienes me formaron con dedicación y atendieron siempre dispuestos mis frecuentes preguntas. De la Universidad, siempre recordaré las buenas enseñanzas de los profesores Álvaro Rueda, quien nos prevenía sobre la importancia de estar actualizados para no terminar modelando o pastoreando, o de Paloma Bahamón, al enloquecer por la indiferencia social frente a la dura realidad de nuestro país. Perdurará en mi memoria, las experiencias laborales del profesor Jorge Mantilla, la casuística del profesor Jorge Ardila y la triple repetición del Doctor Arnaldo Solano, porque así, se aprende mejor. Debo reconocimiento sincero también a todos aquellos administrativos que estuvieron prestos a ejercer gestión cuando así lo requerí, especialmente a Fernando y Carmen, quienes nunca dudaron en asesorarme y apoyarme. No por ser menos importante, quisiera expresar gratitud a quienes insistieron de manera infructuosa en obstaculizar mí llegada a la meta, pues así, me hice más fuerte.
En definitiva, la vida es un proyecto de autoconstrucción, continuo y subjetivo, donde encontré fortaleza en la inconformidad, en el deseo de bienestar y la esperanza de un futuro afable. Por ello, no me cabe duda que mi formación como Contador Público, retribuirá lo que a bien pueda servir a la sociedad. Mis sueños a mediano plazo, hoy corto, se fundamentan en mi interés por la ciencia y la técnica; deseo profundamente encontrar un empleo digno en el sector empresarial, así como alcanzar los niveles más altos de formación, por lo que la incesante búsqueda de becas de maestría y doctorado, apenas comienza. Estas, son las dos tareas que espero satisfacer prontamente.
Finalmente, a mis compañeros graduandos les deseo éxito en su vida profesional, y les invito a continuar trabajando con disciplina y autoconciencia, pues como expuso Eleanor Roosevelt el futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños. Gracias a todos por compartir conmigo, este, mi sueño, de ser Contador Público.
