El V Encuentro Regional de Consejo Nacional de Acreditación (CNA), efectuado en la Universidad UNAB el 28 de febrero con propósitos como el de abordar los sentidos de la acreditación en Colombia, resultó ser una ilustrativa jornada en la que los consejeros Carmen Amalia Camacho Sanabria, César Darío Guerrero Santander, Álvaro Mauricio Flórez Escobar y Carlos Gómez Restrepo, además de enfatizar que no vale la pena que algunas universidades se gasten millonarias sumas en consultorías para elaborar estudios de impacto y resultados, escucharon las iniciativas concretas que se llevan a cabo para influir favorablemente en sus entornos.
Tras un diálogo ágil con delegados de universidades del Cauca, Quindío, Boyacá, Norte de Santander y Santander, entre otros departamentos, invitaron a los dos centenares de participantes a discutir, por ejemplo, sobre el papel del aseguramiento interno de la calidad en la formación de ciudadanos responsables y comprometidos, a través de enfoques pedagógicos innovadores y participación comunitaria.
Les preguntaron también cómo en la búsqueda de la responsabilidad social le están apuntando al objetivo de derribar las barreras de la educación para garantizar el acceso equitativo de todos los estudiantes, independientemente de su origen socioeconómico o cultural; o qué planes de estudio están diseñando no solo para capacitar a los estudiantes en conocimientos y habilidades, sino que también los preparen para tener un impacto tangible en la sociedad.
El rector de la Universidad UNAB, Juan Camilo Montoya Bozzi, se mostró complacido con la realización de este tipo de eventos y que “el CNA se entere y atienda las apuestas que desde nuestras instituciones estamos haciendo para el desarrollo de cada región y de Colombia”.
El CNA acompaña a las universidades
Al cierre abordamos a dos de los consejeros. Álvaro Mauricio Flórez afirmó que “estos espacios sirven para reafirmar nuestro deseo de acompañar a las universidades y traerles el mensaje de que el CNA está cerca de los actores principales del sistema que son las instituciones, hacerlas conscientes de esa labor y darle la significancia a eso que están haciendo. Enfatizarles que cuando se comprometen con la alta calidad implica una responsabilidad enorme que no termina, porque es un proceso permanente de mejoramiento, ya que una vez adentro no hay forma de echarse para atrás sino que tienen que avanzar y ahí es donde el CNA quiere que dentro del modelo del Acuerdo 002 entren en sintonía con esas nuevas visiones que se abren para establecer cómo se ven en torno a la sociedad y sus funciones sustantivas desde la docencia, la investigación y la extensión puestas a la luz de la sociedad. Las universidades tienen una responsabilidad gigantesca y ahí es donde el CNA quiere acompañarlos en ese proceso con las políticas, las normas y las guías, así como con actividades como esta que abren puntos de reflexión”.
En el criterio del decano de Ciencias Básicas y Biomédicas de la Universidad Simón Bolívar (Barranquilla), “lo más importante es que sepan que las instituciones con sus capacidades y con lo que vienen haciendo ellas mismas pueden lograrlo y que somos conscientes de esa transición que tienen que hacer. No es llenarnos de unos documentos o que las universidades contraten unos estudios, sino que ellas mismas con sus propias condiciones y recursos se involucren de lleno y lo hagan”.
A su turno, Carlos Gómez señaló que “los sistemas de información y los cuadros maestros son importantes, pero hay que llevarlos a su verdadera dimensión. Las universidades tienen que saber cuántos profesores tienen, así como cuántas investigaciones adelantan, qué tipo de publicaciones hacen, qué tipo de patentes han sacado y qué tipo de egresados tienen, etcétera. Si bien en un futuro cercano no van a ser tan pormenorizados, son claves para poder tener gobernanza al interior de la universidad y sobre esa base mostrar qué logros tenemos, ayudándonos a pensar qué tanto impacto puede tener uno o no. Por ejemplo, si uno hace cien artículos tiene que saber realmente cuántas veces se difunden. Si hay ochenta de esos que nadie cita o nadie lee, probablemente no estamos en el lugar apropiado, no estamos publicando como toca o no estamos impactando lo que toca. Así que los cuadros nos van a dar no solo la manera de mostrar todo lo bonito que hacemos, sino también todo lo que podemos mejorar”.
Según el decano de Medicina de la Universidad Javeriana (Bogotá), es ahí donde se mueve la dinámica de la calidad, “que es ir reformando y mejorando paulatinamente hacia lograr la excelencia y la mejor manera de llevarla a nuestra región o a donde estemos influyendo”.
En opinión del consejero Gómez Restrepo, “lo que hemos visto en las universidades santandereanas es que se han pellizcado muy bien, porque nos han mostrado muchos impactos que están teniendo en muchos sitios y ámbitos. Ya hay claridad de por dónde ir, pero no debemos hacer contratos para que una empresa nos mida los impactos, sino que los que mejor conocen sus estudiantes, sus egresados, sus investigaciones, sus publicaciones y sus logros académicos, son las mismas universidades y ellas son quienes deben decidir qué tipo de cosas van a medir para mostrar, de acuerdo con su identidad, su misión y su visión”.
“Nuestra labor no es evaluativa, no es punitiva, no es castigadora. El CNA es un ente que acompaña el proceso para garantizar que el sistema está trabajando en un mejoramiento continuo y para que las instituciones sean sostenibles y avancen en la calidad. Unas pueden demorarse más y otras menos, pero el CNA es un garante de que avancen en procura de esa alta calidad”, concluyó Flórez.
