Nueve internas de la Cárcel de Mujeres de Bucaramanga son las nuevas estudiantes de la Tecnología virtual en Seguridad y Seguridad en el Trabajo de la UNAB. Estas mujeres empezaron sus estudios este semestre becadas por el programa Códigos de Paz, una iniciativa del Gobierno Nacional a la que se postulan diferentes universidades interesadas en brindar este tipo de formación. Esta es la segunda vez que esta tecnología de la UNAB asume el reto de formar a un grupo de personas privadas de la libertad.

Códigos de Paz para educar a las internas del país
En enero de 2025, el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Educación, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) y el Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (Icetex) lanzaron el programa nacional «Fondo Códigos de Paz», una apuesta para garantizar el derecho a la educación superior de las mujeres privadas de la libertad.
A través de esta iniciativa, para la que el Gobierno Nacional destinó un monto de 6.000 millones de pesos para subsidios de matrícula, 100 internadas alrededor del país se formarán de manera gratuita en programas técnicos profesionales, tecnológicos o universitarios virtuales o a distancia. Estas becas creadas solo para mujeres en condición de condenadas, cubren la totalidad de su formación aún cuando salgan en libertad luego de iniciar su proceso.
Para garantizar la disponibilidad de programas, el Fondo abrió una convocatoria a nivel nacional para que las universidades interesadas en acoger a esta población postularan sus ofertas educativas. La Universidad UNAB postuló su Tecnología en Seguridad y Salud en el Trabajo, un programa en modalidad virtual que en 2022, por medio de un convenio con la Alcaldía de Bucaramanga, becó a 23 hombres recluidos en la Cárcel Modelo de la ciudad para estudiar SST.
«Este nuevo grupo de personas privadas de la libertad surge como una iniciativa nuestra por este programa del Gobierno Nacional. Nosotros como universidad que tenemos una trayectoria en educación virtual, vimos una gran posibilidad en ser proponentes del Fondo. La Universidad quiso postular nuestra Tecnología en SST por la experiencia positiva que ya hemos tenido con este tipo de población. Desde hace más de dos años hemos trabajado con el grupo de hombres y ha sido muy enriquecedor», afirmó Diego Armando Teatino Suárez, coordinador de la Tecnología.
Formación en SST a la medida de sus posibilidades
Las nueve mujeres beneficiarias del «Fondo Códigos de Paz» iniciaron sus clases el pasado 25 de febrero. La apertura de su proceso formativo implicó realizar una serie de ajustes a la dinámica del programa para adaptarse a las regulaciones del centro penitenciario, que solo les permite disponibilidad de una hora y 30 minutos de lunes a viernes para recibir las clases sincrónicas.

Para complementar estas sesiones virtuales y brindar un acompañamiento más cercano, el programa dispuso realizar entre dos y tres visitas presenciales al semestre por parte de los docentes de la Tecnología. Estos encuentros se programan para resolver dudas sobre los contenidos temáticos y también para brindarles espacios adicionales asociados al bienestar de las estudiantes.
Para Claudia Durán de 42 años, una de las internas que hace parte de este grupo, poder formarse en SST por medio de una beca era una oportunidad que anhelaba recibir. «Siempre quise estudiar esto, era algo que estaba esperando. Siempre me ha gustado este tema y quiero capacitarme muy bien para salir y encontrar un buen trabajo que me impulse a ser una mejor persona. Después de la tecnología espero continuar el programa profesional. Me llena de mucha ilusión graduarme de la UNAB porque sé que es una muy buena universidad».
Además del acceso al «Fondo Códigos de Paz», la UNAB recientemente firmó un convenio con el INPEC con el que la Universidad ofrece beneficios y descuentos en programas virtuales de pregrado y posgrado para funcionarios administrativos y guardas de esta institución, y demás personas privadas de la libertad que deseen y tengan la posibilidad de matricularse. Este acuerdo tiene cobertura a nivel nacional por lo que está disponible para personal de cualquier centro penal de Colombia.
«Esto para nosotros es muy gratificante, nos genera un nivel de satisfacción enorme porque sentimos que le estamos aportando a la sociedad, que contribuimos con el desarrollo y la reinserción a la vida de estas personas. Al brindarles esta oportunidad, estamos cooperando en gran medida con esa transformación a nivel social que ellas necesitan. Sabemos que esta formación es muy beneficiosa para ellas para que realmente puedan reintegrarse y tener nuevas oportunidades», expresó el coordinador Teatino Suárez.