Angélica, se fue a hacer la práctica y Verónica, a cursar algunas materias de noveno y décimo semestre. Las dos llegaron a la Facultad Internacional de Curitiba -Facinter-, ubicada en la capital del estado de Paraná, al sur de Brasil, la segunda ciudad más industrializada de ese país. El contacto lo hicieron por intermedio de la Oficina de Relaciones Internacionales de la UNAB.
Las dos coincidieron en afirmar que la adaptación a otra cultura fue difícil, pero con el transcurrir de los meses y a punta de español e inglés -que hablan a la perfección, pues las dos son egresadas de un colegio bilingue- fueron asimilando la rutina y ya se mueven como peces en el agua en Curitiba.
Nos fue tan bien, que nos ofrecieron cursar maestrías en Facinter, dice Angélica. La suya es en Finanzas y Contraloría, mientras que Verónica está cursando la de Gestión en marketing.
Afirmaron que el hecho de que las dejaran iniciar sus especializaciones sin haberse graduado en Colombia, demuestra el alto nivel de calidad de la educación que recibieron en la UNAB.
En Facinter tuve la oportunidad de escoger materias relacionadas con marketing, que es lo que me gusta, y también tomé otras generales de la carrera y puedo decir que el nivel académico de la UNAB es alto, porque en Brasil me enseñaban cosas que había visto hacía tiempo, entonces me iba siempre bien. También hay cosas diferentes, por ejemplo aquí durante mi carrera aprendemos sobre las cuatro p del marketing -producto, plaza, promoción y precio-, pero allá le agregan más, por ejemplo, la percepción, esas son cosas que no sabía, explicó Verónica.
Angélica dijo que escogieron Brasil porque les interesaba aprender un tercer idioma, competencia que consideran vital para su futuro profesional. Lógicamente que de Brasil me llamaba la atención su cultura, sus playas, los carnavales, el idioma, pero también era la oportunidad de aprender algo más para mi carrera, pues Curitiba es después de Sao Paulo, la ciudad más industrializada de Brasil. Es excelente en materia de negocios, transacciones bursátiles y la educación a nivel de posgrados es buena.
Al preguntarles qué es lo que consideran como lo más enriquecedor de esta experiencia, no lo piensan dos veces para responder: La oportunidad de conocer y vivir cosas diferentes. De estar en otro país, solas, sin hablar portugués y ver cómo poco a poco nos fuimos abriendo paso, dijo Angélica, mientras que su hermana afirmó: Aunque colombianos y brasileños tenemos cosas muy similares, en otros aspectos somos polos opuestos. Lo que más quería al irme a Brasil, sin pensar en la maestría, era la oportunidad de aprender un tercer idioma.
Angélica y Verónica Trillos Ospina, en diciembre del año pasado recibieron de la UNAB sus diplomas de Ingeniería Financiera y Administración de Empresas, respectivamente.
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Fuente: Vivir la UNAB
